Alrededor del río Henares pequeño en longitud de recorrido y cantidad de agua, puede existir una presión por una industrialización que se justifique, imprescindible, pero que no tenga en cuenta las particularidades de este río.
En los últimos tiempos se ha producido un crecimiento salvaje, desmedido. No he averiguado si teniendo en cuenta este río. Por Guadalajara, nunca se quejó; los ciudadanos nos instalamos en la parte superior, casi a 500 metros de él y de ahí para arriba. Pasan tranquilas sus aguas, como queriendo pausar los tiempos.
Desde hace más de 4 años en sus aguas y tierras se incrustó una pala de kevlar, que echo de menos. Con ella había aprendido a usarla con una cierta técnica para evitar piedras y conseguir direcciones apropiadas, que salvo salvajadas de mis propias desatenciones me permitian una cierta seguridad en viajes sin extremos riesgos
La pala, no es femenino de palo, tiene su identidad propia y a ellas, el grupo que formaron el colectivo feminista no me adherí el otro día en el acto organizado para conmemorar el 10 aniversario del 15M.
Y sin embargo, en su presentación habían sido claras y concisas; la lectura de la canción cantada con las uñas de la supervivencia por Nina Simone: "Ain't got no, I got life"
ain't got no, I got life Soy muy cosas, quererse
Se puede viajar por sendas, ríos y corrientes de aire proclamando un individualismo en el que nos podemos recrear. Ellas invitan a descubrirlos con nuestras propias perspectivas que se enriquecen con los encuentros con tantos otras.
Tenían una cierta decepción porque las palas habian perdido sus hojas y convertidas, sólo, en palos, prometian sendas más espesas, ríos plagados de zarzas y vientos, con perturbaciones inesperadas.
En Guadalajara, este grupo abrió los pulmones para proclamar, nuestros pasos
Viven en el Henares, un río que desemboca en encuentros en plazas
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