Cuando estaba en la plaza, me sentía poderoso porque salía de mis lugares y medios de comodidad y soñaba que dijeran lo que quisieran, pondría en cuestión su verdad vertida. No esperaría a los medios a que me los tamizarán y a los opinadores a que me lo tatuarán.
Igual que cuando corro por Vazancao me siento mínimo ante la grandiosidad del comienzo del Alto Tajo. Sentado o en el suelo, a veces, ya ni llego a él, o en algun poyato, puedo pasar desapercibido para paseantes, compradores y otras ramas de la cadena humana, pero ahí, soy, fuera de una cadena de transmisión con multiples poleas que tratan de minimizarte.
Escuchar, cuestionar y hacerlo en raices con las que he afianzado tantas inseguridades con las que fue llegando a estar edad.
Javier Gallego, me presenta "el animal" de Franco Battiato, tanto de cada uno de los que hemos bajado corrientes que nos han zarandeado; en ellas, nuestras propias inexperiencias, soberbias, cegueras nos anclaron a nuestro ser animal.
Ese ser que en este tiempo, te ama a tí
No hay comentarios:
Publicar un comentario