viernes, agosto 16, 2013

Tan sumamente normal

Es verano, son fiestas en muchos lugares y quizás no me presten mucha atención. Perdí la dignidad hace mucho tiempo. Dicen de mí, que fuera de focos soy normal; pero elegí yo ser un ser abyecto ante la sociedad, quizás para asegurar el futuro de los míos. Estoy tan seguro que los míos me van a defender que cuando pegué cabezazos burlandome de quien presidía una de las organizaciones más importantes del país, lo hice a conciencia. Bueno son los míos para defendernos, sino que se lo digan a aquel ministro que quiso sumarse a una manifestación contra la violencia. Bien que salió él y a los que mandó, escaldado. Hoy, no sé si estoy un poco cansado o es que me he convertido en eso, el surrealismo de una sociedad que puede presenciar en una plaza de toros, para que no falte nada, una inscripción con apología del terrorismo, que en Berlín, sería un escándalo monumental. Desde luego, que los tenemos bien plantados. Hacemos como que nos han atacado cuando estamos jugando en el circo del relax y sin embargo, cuando tenemos nosotros el control, nos mofamos de quien haga falta. Me envía un fans, un nota que dice que donde está ahora, en los portales, esquinas, aceras donde mataron a personas que defendían la democracia, existen unas pequeñas chapas que les recuerdan. Apañados están este y quien luchan por dar memoria a los que fueron ejecutados tras la guerra. Bueno, que me han dicho que mañana tengo que decir algo de EmPeñones y esas cosas. Ya saben lo que haga falta. Estaría bueno que me quitará el honor de decir la tontería más grande ese niño de papa sin patria. Lo dicho, no pararé mientras me necesiten. Aunque algunos me tengan como modelo de un país bananero

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