Sentado, me creo eterno,
esperando al maestro Brecht
¿parará entre mis sombras?
Agitaciones entre impotencias
Madres, mafiosos, peniques
fluyen de la infinita necesidad.
Letras, ahora injustas enemigas
yacen engalanadas para el encuentro,
¡qué no sea atropellado!
Señora entre Goethe, Hesse, Kafka
Belthod y sus mecenas de los siglos.
Te pide paciencia, pues a tu impericia
le dará el justo beso de la contención.
A tus temores, caricias de encuentro furtivo
Y, si un día o lejano o imposible,
por haber buscado el florido el lecho
entre palabras de aliento nietziachiano,
rotos tabúes en los que nos encerraron
te sientes con la fuerza desde la humildad
te recibirán paraísos de agua, verde día.
Ahora, sin prisa, pero sin pausa, lo necesitas
rompe las anclas, para hacer beso cotidiano
el balanceo de los mares incontenidos.
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