Mira de vacaciones. en esta charca
¿De dónde eres?
De Guadalajara,
- ¿de qué Guadalajara?, yo de Guada
¡Qué curioso!, yo intento aprender, como renacuajo que soy
- Yo, soy ya una rana. Me gusta mostrar.
- ¿El qué?
- Ese ser ya, rana
- Y, ¿cómo lo muestras?
- Mira, me gustan que sepan que soy yo el que mando, para eso soy rana, y puedo castigar, aunque sea injusto y mentira
- ¿Ah si?, y ¿eso lo haces a menudo?, ¿Quién te ha dado ese poder?
- No, sólo cuando algún renacuajo molesta; entonces le digo, toma, sin comer por haber juntado a tantos renacuajos, no ves que no me dejas ver. Ese caso, por ejemplo, es mentira y lo sé. Pero mira hay una gente rara a los que debo obedecer porque ellos luego consiguen que a mi me hayan hecho rana más rápido. Esos seres, callan si les van vienen y manejar si les va mal.
- Y te permiten o perdonan que actúes de forma injusta
- ¿Cómo?; disfrutan a más no poder. En el caso este que te digo. Es un renacuajo, enano, insignificante que tiene la rara habilidad de dejar las cosas escritas en el agua. No es que sea bonito, o es que sea único; sólo que les nombra a menudo. A mis amos, no les gusta, pues yo, multa
- Joder, ¡cómo está la charca!
- Bueno, yo a sentarme en el trono para ranas, a veces el divertido como alguna dice estupideces. Estoy de vacaciones y lo puedo decir.
- Nada, yo a deslizar entre juncos, no sé si alguna vez te veré entre tanta espesura. Te saludaré, pero no te preocupes, entiendo que no te molestes en saludarme. Al fin y al cabo soy renacuajo y parece que tardo en llegar a ese rana. ¿pero entonces seré como tú?
. Más te vale, mira a ver si conoces alguien de aquel criadero de ancas.
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