viernes, noviembre 22, 2013

No atino a comprender


A perfect day

Pero, por otro lado, ¿no será lo mejor?. Monté en una embarcación que me llevaría a la libertad que ya no tenía en mi país. Me hablaron de una ciudad donde volveríamos a los viejos modelos, porque eso era ahora lo moderno. Viajabamos en una exasperación impropia de la seguridad, si no fuera porque en conversaciones individuales cada uno, había vivido una excepción, pero que leches, ellos nos lo decían, ya esta. Además, el poder se nos sometía, ¿o no?, tiempos habían pasado que no habían cambiado lo que ahora parecían defender. Bueno, no les recriminemos porque luego nos dan espacios para derramar nuestras verdad


Paseos para querer conocer

Pero en ese autobus de la vida, hoy me piden que me baje por la otra puerta. ¡Vaya lio! ¿no?
Ahora dicen que la libertad se la debemos dar a la persona; que por nuestras creencias no debemos someter a los demás, ni en sus necesidades, ni en sus problemas. Pero, ¡leches! antes era todo tan claro, no necesitaba pensar, ya me lo pasaban en pequeñas dosis.


Ser poderoso ¿es ser un dictador?

 uff, a veces quisiera pensar por mi mismo, sobre todo en estos días, pero bueno, vendrán enseguida y otra vez me darán seguridad, para que vamos a navegar sobre grandes olas, si nos anclan en una piscina donde todo esta tan a mano

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Siameses y mercader

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