viernes, noviembre 01, 2013

malezas entre días para encontrar, Greenpeace, enjaular los besos

Llega el codicioso, lleno del poder acumulado desde sus excrementos.
Saciada su garganta entre los vapores de alcoholes, fidelizado prepago.

Lanza plumas a dianas con enviladas capas en los diseños de la bazofía.
Tintó su cuerpo a harapos de odios encrespados a sus tribunas plateadas.
Se aparean planfeteadas insidias entre cuentos y paraguas embrujados,
para endulzar los filos de sus piedras tiñosas entisuadas.

Acuden sabuesos arrojando sobras, al dócil ladrido "catodicopagado",
llenan, lares o "embarados" vinos, con sus engarradas letras gaseadas
para insultar al insolente río, acuchillado en las cadenas del pantano.
Navegar sus tierras agrietadas; al agua, lanchas de manos abrazadas

Abro la ventana, entre la escoria que amanece miriwendiada,
acaricia el frescor del ruiseñor, olvidó su embarcado vuelo,
para que olíeramos al oso vagabundo, surfero encasquetado
que levanta patas para tocar el pútrido viento emplastificado

Me besan caminantes de mares jerjianos, lanceros del amor helado
Celdas pintadas en muros airados, árboles que pintan respirar "iris":
Para humear salinas a playas azotadas por tablas empaladas en bolas
Para alpedretear las montañas, deslizadas cubiteras a tristes aguas
30 pálpitos, 300 mareados ríos, 3.000 desiertos encorazonados   
trescientas mil manos ensambladas para tres millones de alados
treinta millones del pulmones que aviven trescientos cuentollones
voladas velas para tres mil millones y más,  en parapenteada tierra

Sabed que sóis el amor del río paleado

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Siameses y mercader

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