Lo que han recorrido para dar alegria desde su corazón
breve recordario del viaje emprendido
20 AÑOS DE PAYASOS SIN FRONTERAS
En 20 años se han realizado 10.707 actuaciones en 708 expediciones a 98 países para 3.547.960 personas.
Y
a partir de ahora…
Continuaremos
dando prioridad al apoyo emocional a las
poblaciones refugiadas de todo el mundo. En
favor de la infancia desplazada interna, refugiada, víctima del hambre en
países donde la situación que se vive sigue siendo mucho peor que aquí. En
este año 2013 mantenemos proyectos en Burkina Faso, Costa de Marfil, Kosovo,
Bosnia, Palestina, Israel, Jordania, Haití, Colombia, Líbano... e iniciamos
proyecto en Etiopía. Mantenemos el compromiso con la ayuda humanitaria interactuando en los
procesos de resiliencia de la infancia con nuestra herramienta esencial, la comicidad de payasas y payasos. Pensamos
que a pesar de la crisis que vivimos en Europa, seguimos teniendo la obligación moral de
ayudar a aquellos pueblos que están mucho peor que nosotros, no sólo debido al hambre o a catástrofes
naturales, sino también, en muchos casos, debido a las interferencias de esta
Europa hipócrita de la deuda y los mercados, como pueden ser los casos por
ejemplo de Siria, Mali, Irak, Libia u otros similares.
Desde
que los Payasos sin Fronteras vinimos al mundo nos hemos caracterizado por
ofrecer inocencia, proximidad, inmaterialidad, puentes para rehacer relaciones
con la comicidad que genera risa. Somos una organización sin fronteras y a
pesar de nuestros limitados recursos hacemos lo posible para tener a todos los
que sufren en nuestro corazón. Por ello tampoco podemos olvidarnos de nuestro
propio país. En España trabajamos desde hace 14 años en hospitales, centros
penitenciarios, centros de atención a discapacitados y lugares similares. Teniendo en cuenta las actuales
circunstancias que sufrimos en nuestra propia casa, hemos decidido también intensificar
aquí nuestro trabajo actuando para los colectivos más desfavorecidos:
jóvenes que viven en centros penitenciarios, niños hospitalizados por causas
diversas, discapacitados que residen en centros de atención especial, etc.
En Burkina Faso seguiremos trabajando en los centros terapéuticos
nutricionales del Ministerio de Salud. Aplicaremos dinámicas de juego y animación dirigidas a
acelerar la rehabilitación de niños afectados por la malnutrición severa y al
mismo tiempo atenderemos a población refugiada procedente del conflicto de Mali
haciendo lo que mejor sabemos hacer:
espectáculos de payasos y variedad de circo concebidos desde la comicidad
gestual y universal.
En Costa de Marfil seguimos trabajando para “los olvidados de los
olvidados” (personas con trastornos mentales) y también para la población
desplazada interna residente en precarias condiciones en Abidján y al oeste del
país y víctima del reciente conflicto interno.
Nuestro
compromiso con las víctimas del
conflicto de la ex Yugoslavia continúa desde nuestra fundación y seguiremos
llevando a cabo giras orientadas a apoyar a las minorías segregadas de los
territorios de Kosovo, Serbia y Bosnia.
En Palestina volveremos como cada año para atender a la infancia
que sufre las tensiones de este interminable conflicto. Haremos lo posible para
llegar a Gaza y haremos lo posible para regalar nuestro trabajo a la infancia
israelí que, por su proximidad con los lugares más calientes, también sufre
psicológicamente la tensión de los enfrentamientos entre adultos. Por razones
obvias priorizaremos la acción con niños y niñas palestinos ofreciendo a este
colectivo más volumen de acción, pero mantendremos nuestra filosofía sencilla y
transparente que nos dice que los niños y niñas lo son independientemente de a
qué lado de la frontera vivan.
En Etiopía, en la zona de Tigray, de la mano del ACNUR,
iniciamos un proyecto de giras en apoyo de la infancia y de los jóvenes
refugiados en el norte del país como consecuencia del conflicto con Eritrea.
Ahora, en el país hay más de 60.000 refugiados eritreos registrados por el
ACNUR que se encuentran en los tres campamentos situados en la región de Tigray
(Shimelba, Mai Aini y Adi Harush), en los
campamentos de Asayita, Berhale o en las comunidades locales de la región de
Afar. Muchos de los refugiados responden a un perfil único que está dominado
por jóvenes educados y urbanizados que sufren dificultades para adaptarse a la
vida en los campos de refugiados. En los últimos tiempos un gran número de
menores no acompañados han cruzado la frontera por su cuenta y esto plantea
nuevos desafíos a las agencias que trabajan en la zona.
La
situación en el Próximo Oriente es
cada vez más difícil. El año pasado nos vimos obligados a reducir acciones en
el Líbano en prevención de que el conflicto que se desarrolla en Siria pudiera
expandirse, y de hecho lo hizo en la zona norte de Trípoli. En Siria tuvimos
que cerrar nuestros proyectos hace ya dos años cuando comenzó la inestabilidad.
Ahora nos mantenemos al norte de Jordania haciendo lo posible por ofrecerles a
los niños procedentes de Siria, Irak, Palestina y otros lugares la cara más
amable de la humanidad: la posibilidad de reír y jugar.
En Colombia tenemos un compromiso de años con la población
desplazada interna, y en concreto seguiremos trabajando en Villavicencio y
Arauca. También seguiremos trabajando con la población de Haití que sufrió el terremoto hace 3 años pero sigue sufriendo los efectos devastadores de la
política de la llamada "comunidad internacional".
En España muchos centros dedicados al apoyo a colectivos con
problemas sufren cada vez más el desmantelamiento del estado del bienestar y la
destrucción de los servicios públicos, y no podemos hacer otra cosa que estar
al lado de ellos. En concreto tenemos un convenio con Justicia Juvenil para
trabajar en l'Alzina, u otros centros de internamiento de jóvenes, donde
desarrollaremos temáticas como la diversidad desde la óptica de las artes
escénicas como apoyo a la convivencia. Trabajamos y lo seguiremos haciendo en
centros penitenciarios, y estamos perfilando una colaboración comprometida con
Afanoc para ayudar a mantener la integralidad de los trabajos que esta
fantástica entidad hace desde hace años para niños y niñas afectadas por el
cáncer. Y por supuesto, estamos abiertos a nuevas propuestas dirigidas a la
infancia que en España sufre más la creciente precarización.
Todo este esfuerzo lo podremos hacer
gracias al apoyo que nos prestan los artistas profesionales que regalan su
trabajo, los socios que año a año contribuyen
con su cuota, los pequeños donantes,
los patrocinadores y las pocas administraciones públicas que aún
mantienen su compromiso con la acción humanitaria, la acción social y la
cooperación. Nuestra situación económica es saneada y nos permite aguantar y
seguir haciendo cosas, pero como muchas entidades, la deserción de la administración pública nos
ha afectado sustancialmente y ha mermado nuestra capacidad de llegar a más
lugares. Queremos aprovechar este momento para pedir a la sociedad civil su
apoyo, y también para pedir a aquellas empresas
realmente comprometidas en la responsabilidad social y corporativa que
miren nuestras propuestas de acción y se planteen seriamente colaborar en un
proyecto que estamos seguros de que irá en consonancia con sus valores y que
reforzará su saber estar en la sociedad como empresas, que sin rechazar el
objetivo propio, lo hagan ayudando a reconstruir la armonía social que tanto
necesitamos.
Queremos
pensar que la situación es reversible y ofrecemos
nuestras potencialidades para dar la cobertura que sea posible a los huecos que
se han creado, alentando a la ciudadanía a hacer lo imposible para
recuperar los derechos conseguidos con tantas décadas de sacrificio de tantas
generaciones. También pedimos a los gestores de nuestras administraciones
públicas que abandonen la tijera y recuperen la función que les da la razón de
existir, y que no es la de pagar deudas e intereses a especuladores, sino la de
dar servicios, salud y educación a la población.
A
partir de abril pondremos en marcha un proyecto
propio de microfinanciación, cuyo aspecto más relevante será el de ofrecer
a los pequeños donantes transparencia y acceso a toda la información sobre el
contenido de nuestras acciones: desde conocer
las actividades concretas que se
realizan en cada momento hasta poder revisar al momento en todos sus detalles la
gestión económica y de recursos. Apostamos en esta iniciativa por ofrecer nuestro trabajo al tejido social, a la
ciudadanía más cercana a nuestro sentir, y hacerlo mostrando de forma clara
quiénes somos, qué hacemos, cómo lo hacemos y con qué recursos lo hacemos.
Auditamos nuestra transparencia periódicamente, el equipo de 200 artistas que
hoy constituyen los Payasos sin Fronteras está formado por profesionales que
nos regalan su trabajo de calidad y del pequeño equipo de personas que tenemos
el privilegio de estar liberados pueden verse nuestros sueldos y dedicación en
nuestra web.
Para
terminar decir que este año, coincidiendo con el XX Aniversario, se funda la Internacional de Payasos sin Fronteras
(CWBI), con sede en Barcelona, creada para coordinar los esfuerzos de las 8
organizaciones que trabajamos desde Francia, Suecia, Alemania, Estados Unidos,
Sudáfrica, Bélgica, Irlanda, Canadá y España, y en la que en la próxima reunión
internacional que se celebrará en junio en Barcelona incorporará seguramente
Finlandia. Holderlin dijo que lo que perdura lo fundan los poetas, Payasos sin Fronteras es de ello una prueba
tangible, creada en nuestra propia casa y diseminada ya por todo el mundo, con la garantía de eterna duración que
corresponde al instante de una sola sonrisa.
El
hecho que conmemoramos es que el 26 de febrero de 1993, durante la
guerra en la antigua Yugoeslavia, el payaso Tortell Poltrona realizó el primer espectáculo de Payasos Sin Fronteras
en el campo de refugiados de Veli-Joze, en la península croata de
Istria. El payaso había sido invitado por los alumnos de la escuela
Projecte de Barcelona y viajó por carretera hasta Veli Joze con su
compañía de artistas. Desde entonces, cientos de equipos de artistas
profesionales voluntarios han viajado por todo el mundo con sus
espectáculos de circo y humor, para hacer reír y acompañar
emocionalmente a los niños y niñas que sufren las consecuencias de los
conflictos armados, el desplazamiento forzado, la pobreza extrema o los
desastres naturales. En el siguiente enlace encontraréis el Dossier que
recoge estos 20 años de Payasos Sin Fronteras (1993-2013)
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