viernes, abril 05, 2013

20 años de Payasos sin Frontera

Hace unos años, cuando con Fernando, Javí, Rafa, Emilio, soñe que podía llevar la sonrisa por el mundo y luego, a duras penas, la llevo a seres cercanos a mí, nos apuntamos a payasos sin fronteras. Siempre en una desgracia y catástrofe se necesitan grandes obras, pero, tan importante es que se necesita la sonrisa de los niños, para que la lucha de sus padres se vea sustentanda por ella. Gracias, a todos los que se han ofrecido para volar sobre el corazón de los seres humanos, para que en la debilidad de ser que se ofrece, los demás puedan encontrar una caricia sobre la que caminar

Lo que han recorrido para dar alegria desde su corazón

breve recordario del viaje emprendido




20 AÑOS DE PAYASOS SIN FRONTERAS



En 20 años se han realizado 10.707 actuaciones en 708 expediciones a 98 países para 3.547.960 personas.


Y a partir de ahora…


Continuaremos  dando prioridad al apoyo emocional a las poblaciones refugiadas de todo el mundo. En favor de la infancia desplazada interna, refugiada, víctima del hambre en países donde la situación que se vive sigue siendo mucho peor que aquí. En este año 2013 mantenemos proyectos en Burkina Faso, Costa de Marfil, Kosovo, Bosnia, Palestina, Israel, Jordania, Haití, Colombia, Líbano... e iniciamos proyecto en Etiopía. Mantenemos el compromiso con  la ayuda humanitaria interactuando en los procesos de resiliencia de la infancia con nuestra herramienta esencial,  la comicidad de payasas y payasos. Pensamos que a pesar de la crisis que vivimos en Europa,  seguimos teniendo la obligación moral de ayudar a aquellos pueblos que están mucho peor que nosotros,  no sólo debido al hambre o a catástrofes naturales, sino también, en muchos casos, debido a las interferencias de esta Europa hipócrita de la deuda y los mercados, como pueden ser los casos por ejemplo de Siria, Mali, Irak, Libia u otros similares.

Desde que los Payasos sin Fronteras vinimos al mundo nos hemos caracterizado por ofrecer inocencia, proximidad, inmaterialidad, puentes para rehacer relaciones con la comicidad que genera risa. Somos una organización sin fronteras y a pesar de nuestros limitados recursos hacemos lo posible para tener a todos los que sufren en nuestro corazón. Por ello tampoco podemos olvidarnos de nuestro propio país. En España trabajamos desde hace 14 años en hospitales, centros penitenciarios, centros de atención a discapacitados y lugares similares. Teniendo en cuenta las actuales circunstancias que sufrimos en nuestra propia casa, hemos decidido también intensificar aquí nuestro trabajo actuando para los colectivos más desfavorecidos: jóvenes que viven en centros penitenciarios, niños hospitalizados por causas diversas, discapacitados que residen en centros de atención especial, etc.

En Burkina Faso seguiremos trabajando en los centros terapéuticos nutricionales del Ministerio de Salud. Aplicaremos  dinámicas de juego y animación dirigidas a acelerar la rehabilitación de niños afectados por la malnutrición severa y al mismo tiempo atenderemos a población refugiada procedente del conflicto de Mali haciendo  lo que mejor sabemos hacer: espectáculos de payasos y variedad de circo concebidos desde la comicidad gestual y universal.

En Costa de Marfil seguimos trabajando para “los olvidados de los olvidados” (personas con trastornos mentales) y también para la población desplazada interna residente en precarias condiciones en Abidján y al oeste del país y víctima del reciente conflicto interno.

Nuestro compromiso con las víctimas del conflicto de la ex Yugoslavia continúa desde nuestra fundación y seguiremos llevando a cabo giras orientadas a apoyar a las minorías segregadas de los territorios de Kosovo, Serbia y Bosnia.

En Palestina volveremos como cada año para atender a la infancia que sufre las tensiones de este interminable conflicto. Haremos lo posible para llegar a Gaza y haremos lo posible para regalar nuestro trabajo a la infancia israelí que, por su proximidad con los lugares más calientes, también sufre psicológicamente la tensión de los enfrentamientos entre adultos. Por razones obvias priorizaremos la acción con niños y niñas palestinos ofreciendo a este colectivo más volumen de acción, pero mantendremos nuestra filosofía sencilla y transparente que nos dice que los niños y niñas lo son independientemente de a qué lado de la frontera vivan.

En Etiopía, en la zona de Tigray, de la mano del ACNUR, iniciamos un proyecto de giras en apoyo de la infancia y de los jóvenes refugiados en el norte del país como consecuencia del conflicto con Eritrea. Ahora, en el país hay más de 60.000 refugiados eritreos registrados por el ACNUR que se encuentran en los tres campamentos situados en la región de Tigray (Shimelba, Mai Aini y Adi Harush),  en los campamentos de Asayita, Berhale o en las comunidades locales de la región de Afar. Muchos de los refugiados responden a un perfil único que está dominado por jóvenes educados y urbanizados que sufren dificultades para adaptarse a la vida en los campos de refugiados. En los últimos tiempos un gran número de menores no acompañados han cruzado la frontera por su cuenta y esto plantea nuevos desafíos a las agencias que trabajan en la zona.

La situación en el Próximo Oriente es cada vez más difícil. El año pasado nos vimos obligados a reducir acciones en el Líbano en prevención de que el conflicto que se desarrolla en Siria pudiera expandirse, y de hecho lo hizo en la zona norte de Trípoli. En Siria tuvimos que cerrar nuestros proyectos hace ya dos años cuando comenzó la inestabilidad. Ahora nos mantenemos al norte de Jordania haciendo lo posible por ofrecerles a los niños procedentes de Siria, Irak, Palestina y otros lugares la cara más amable de la humanidad: la posibilidad de reír y jugar.

En Colombia tenemos un compromiso de años con la población desplazada interna, y en concreto seguiremos trabajando en Villavicencio y Arauca. También seguiremos trabajando  con la población de Haití que sufrió el terremoto hace 3 años pero  sigue sufriendo los efectos devastadores de la política de la llamada "comunidad internacional".

En España muchos centros dedicados al apoyo a colectivos con problemas sufren cada vez más el desmantelamiento del estado del bienestar y la destrucción de los servicios públicos, y no podemos hacer otra cosa que estar al lado de ellos. En concreto tenemos un convenio con Justicia Juvenil para trabajar en l'Alzina, u otros centros de internamiento de jóvenes, donde desarrollaremos temáticas como la diversidad desde la óptica de las artes escénicas como apoyo a la convivencia. Trabajamos y lo seguiremos haciendo en centros penitenciarios, y estamos perfilando una colaboración comprometida con Afanoc para ayudar a mantener la integralidad de los trabajos que esta fantástica entidad hace desde hace años para niños y niñas afectadas por el cáncer. Y por supuesto, estamos abiertos a nuevas propuestas dirigidas a la infancia que en España sufre más la creciente precarización.

Todo este esfuerzo lo podremos hacer gracias al apoyo que nos prestan los artistas profesionales que regalan su trabajo, los socios que año a año contribuyen con su cuota, los pequeños donantes, los patrocinadores y las pocas administraciones públicas que aún mantienen su compromiso con la acción humanitaria, la acción social y la cooperación. Nuestra situación económica es saneada y nos permite aguantar y seguir haciendo cosas, pero como muchas entidades,  la deserción de la administración pública nos ha afectado sustancialmente y ha mermado nuestra capacidad de llegar a más lugares. Queremos aprovechar este momento para pedir a la sociedad civil su apoyo, y también para pedir a aquellas empresas realmente comprometidas en la responsabilidad social y corporativa que miren nuestras propuestas de acción y se planteen seriamente colaborar en un proyecto que estamos seguros de que irá en consonancia con sus valores y que reforzará su saber estar en la sociedad como empresas, que sin rechazar el objetivo propio, lo hagan ayudando a reconstruir la armonía social que tanto necesitamos.

Queremos pensar que la situación es reversible y ofrecemos nuestras potencialidades para dar la cobertura que sea posible a los huecos que se han creado, alentando a la ciudadanía a hacer lo imposible para recuperar los derechos conseguidos con tantas décadas de sacrificio de tantas generaciones. También pedimos a los gestores de nuestras administraciones públicas que abandonen la tijera y recuperen la función que les da la razón de existir, y que no es la de pagar deudas e intereses a especuladores, sino la de dar servicios, salud y educación a la población.

A partir de abril pondremos en marcha un proyecto propio de microfinanciación, cuyo aspecto más relevante será el de ofrecer a los pequeños donantes transparencia y acceso a toda la información sobre el contenido de nuestras acciones: desde conocer  las  actividades concretas que se realizan en cada momento hasta poder revisar al momento en todos sus detalles la gestión económica y de recursos. Apostamos en esta iniciativa por  ofrecer nuestro trabajo al tejido social, a la ciudadanía más cercana a nuestro sentir, y hacerlo mostrando de forma clara quiénes somos, qué hacemos, cómo lo hacemos y con qué recursos lo hacemos. Auditamos nuestra transparencia periódicamente, el equipo de 200 artistas que hoy constituyen los Payasos sin Fronteras está formado por profesionales que nos regalan su trabajo de calidad y del pequeño equipo de personas que tenemos el privilegio de estar liberados pueden verse nuestros sueldos y dedicación en nuestra  web.

Para terminar decir que este año, coincidiendo con el XX Aniversario, se funda la Internacional de Payasos sin Fronteras (CWBI), con sede en Barcelona, creada para coordinar los esfuerzos de las 8 organizaciones que trabajamos desde Francia, Suecia, Alemania, Estados Unidos, Sudáfrica, Bélgica, Irlanda, Canadá y España, y en la que en la próxima reunión internacional que se celebrará en junio en Barcelona incorporará seguramente Finlandia. Holderlin dijo que lo que perdura lo fundan los poetas,  Payasos sin Fronteras es de ello una prueba tangible, creada en nuestra propia casa y diseminada ya por todo el mundo,  con la garantía de eterna duración que corresponde al instante de una sola sonrisa.
El hecho que conmemoramos es que el 26 de febrero de 1993, durante la guerra en la antigua Yugoeslavia, el payaso Tortell Poltrona realizó el primer espectáculo de Payasos Sin Fronteras en el campo de refugiados de Veli-Joze, en la península croata de Istria.  El payaso había sido invitado por los alumnos de la escuela Projecte de Barcelona y viajó por carretera hasta Veli Joze con su compañía de artistas.  Desde entonces, cientos de equipos de artistas profesionales voluntarios han viajado por todo el mundo con sus espectáculos de circo y humor, para hacer reír y acompañar emocionalmente a los niños y niñas que sufren las consecuencias de los conflictos armados, el desplazamiento forzado, la pobreza extrema o los desastres naturales. En el siguiente enlace encontraréis el Dossier que recoge estos 20 años de Payasos Sin Fronteras (1993-2013)

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