Me pongo enfrente de la tele y como dice Carlos Boyero, me cuesta seguir los razonamientos que se repiten a lo largo de los años. Él lo dice más contundente, ya que no me considero estúpido, paso la bola a quien trata de hacerme creer sus palabras aplaudidas por beneficiarios.
Pero, si en la calle, abierta a opiniones diversas, gente utiliza la contundencia argumentaria de personas que estudian la mentira de la Deuda, que nos la han pasado a los ciudadanos,
¿Cómo se puede multar a quien quiere conocer?
¿Sería vivir bajo la dictadura de quienes sabiendo cosas como las abajo expuestas, amedrantan a los que quieren tomar conciencia de lo les está sucediendo?
¿Es el BANCO MALO, el desahuciado que han utilizado los bancos metidos en marrones para que estos sí; si sean salvados pero no por los enmarronados, que nos prestan a un 5%, y les damos a un 1%, sino por todos nosotros?
Si esto esta sucediendo, ¿unos lobos financieros están destruyendo una sociedad, que sera sumisa, con el consentimiento de los políticos actuales?
¿Que clase de servicios nos darán los que hablando de productividad, de excelencia, están obteniendo sus beneficios de la quita de nuestros derechos económicos, sociales?
¿Habrá un sólo subgobernador que se sienta ciudadano para penalizar y destruir estas acciones de barbarismo social?
¿Quienes con su silencio bendicen estás prácticas esperando beneficios y convirtiendo nuestra sociedad en un mercado donde ya no serán fustigados?
¿Hasta cuando durarán estas familias de gobernantes que por generaciones han establecido el derecho de pernada para sentirse por encima de un ciudadano
NOS LLENARÁN DE TANTAS MULTAS COMO DE SU FALTA DE RAZÓN PARA MANTENER ESTA GRAN ESTAFA
Gracias auditoria de la deuda ciudadana
Me sorprende ver cómo, aun haciendo una buena crítica
y análisis de la situación, se dan por buenas explicaciones
tendenciosas y datos claramente manipulados, planteando una valoración de los
acontecimientos en la línea que nos quieren contar...
El "invento" del "BANCO MALO" es la
última estratagema para reforzar la gran operación del oligopolio financiero.
Los "tiburones" financieros, de forma directa o por medio de
intermediarios, se apoderan del patrimonio que en esta farsa DE CRISIS se
atreven a dar un valor 0, argumentando que no es posible venderlo, a ningún
precio.
Primero, los préstamos fallidos, tanto en los Bancos como en
Las Cajas, están respaldados por unos fondos para eso (fallidos) que detraían
del montante de los beneficios (dejando de pagar impuestos por esas partidas)
que el banco de España les "obligaba" a crear, y que ahora nadie
menciona ni se saben a dónde fueron a parar.
Segundo, que su incorporación al patrimonio de la entidad de
los bienes embargados, es algo que hacen porque quieren, ya que lo más fácil,
en general, sería haber dado facilidades a los deudores para que pudieran
cumplir con sus obligaciones, que en la mayoría de los casos todo el mundo
quiere conservar su vivienda... Pero aun suponiendo que no tengan (en algún
caso) otra alternativa, es ridículo hacerlos figurar por un valor muy inferior
al coste real (que a efectos de inventario, es el que debería interesar: valor
de reposición) porque el valor "de mercado" sería a tener en
cuenta en caso de una venta inminente que no tiene porqué producirse.
Sería necesario vender "a cualquier precio" si los
bancos estuvieran acuciados por sus principales acreedores, que son los
depositarios de los ahorros... y que se sepa, hasta el momento no ha cundido la
alarma que exija la búsqueda de liquidez para atender la demanda de
"reintegros" por parte de los ahorradores...
Y si los acreedores son otros bancos, tendrán que negociar
con ellos de "igual a igual", en una gestión privada, y allá con sus
chanchullos y negocios.
Pero si realmente queremos resolver la crisis, los gobiernos
lo que tienen que hacer es obtener liquidez en base a la emisión de nuevos
billetes, de préstamos del B.C.E., por debajo del 1%, en lugar de préstamos de
la banca privada, mucho más caros, y además decretar una subida de pensiones y
salarios, para que la inflación alivie la presión sobre los presupuestos
familiares, se reactive el consumo y la economía entre en una fase de
recuperación, aunque si introduciendo cambios en su expansión, introduciendo
elementos de consumo responsable y superación de falsas teorías sobre la
productividad y el abaratamiento de los costes.
Porque el "quid" de las crisis está en las
maniobras realizadas por los financieros, para:
1º) - Disfrutar del oligopolio de los servicios financieros,
acaparando el patrimonio de la banca pública y de las Cajas de Ahorro, a las
que se les roba su gran patrimonio, a base de manipulación de balances y
mediante la corrupción inducida que las ha llevado a la situación actual. (Una
conspiración a lo largo de varias décadas)
2ª) - Absorber el beneficio de la inflación generada
para la creación capital dinerario ficticio, al no compensar, dicho
crecimiento, con billetes reales, para evitar que su dominio de la
política mundial, por acaparar el control sobre el dinero en circulación, se
vea debilitado por los efectos de una inflación general que debe ser compensada
con subidas salariales e incrementos en los precios.
Naturalmente, todo ello es posible con la complicidad de los
políticos, a los que se les debe exigir su dimisión, y llevar a los tribunales
a los responsables de tanto desaguisado, empezando por los mismos gobernantes
(tanto del PSOE como del PP) que han conspirado para vender la economía a los
especuladores, siguiendo por los funcionarios que han propiciado el
cumplimiento de los objetivos de robo y alevosía de los patrimonios públicos de
las Cajas y privados de los bancos, perjudicando a sus accionistas, y
terminando con los personajes que han fraguado toda la conspiración, así como
los miembros de los Consejos de Administración de Bancos y Cajas, estos últimos
en claro usurpación de cargos, ya que fueron designados sin cumplir las normas
democráticas establecidas para su elección.
Confieso que resultan muy interesantes los argumentos que se
facilitan, y lo válido del análisis, pero me parece que todo ello solo sirve
para darle vueltas a un problema cuya verdadera solución tiene que pasar por
los tribunales, por el derrocamiento de un gobierno de marionetas (cómplices o
ineptos) y por la concienciación de las personas afectadas por el engaño y que
debemos unirnos en una sola voz para pedir cambios.
Porque estamos ante una conspiración en toda regla. Un grupo
de personas, perfectamente identificables, han conspirado para “cambiar el
precio de las cosas” , para apoderarse de patrimonios públicos (de las
Cajas de Ahorro) y organizarse como un oligopolio financiero, que controla a su
conveniencia el valor del dinero, manteniendo el control sobre la economía
mundial.
O cuando menos, permitir que aflore la inflación que durante
tantos años se ha ido acumulando por la generación de capital especulativo sin
respaldo real, en base a la acelerada rotación de los capitales, y a la
generación de intereses.
Y son los gobernantes los que tienen que resolver ese
desaguisado, recuperando el control de la emisión del dinero, permitiendo una
inflación que restaure el equilibrio entre el patrimonio real y el dinero en
circulación.
Quizá si todos nos unimos, resolvemos dejar o minimizar el
consumo, no acudir a las convocatorias públicas de los políticos y entidades
que nos mal gobiernan, desoír los medios de comunicación, la publicidad,
centrándonos en una protesta continua y permanente, no les quede más remedio que
dimitir, reiniciar un proceso constitucional que garantice una democracia real
y directa, sin trampas que permitan hacer lo que les apetezca, porque durante 4
años son intocables, pero además es imposible llegar al parlamento si no es
encuadrado dentro de uno de los dos partidos que se reparten el poder, a las
órdenes del club financiero que gobierna el mundo, sin necesidad de presentarse
a unas elecciones y recibir el respaldo de la ciudadanía.
Somos mayoría, hagamos lo valer, pero para ello, tomemos
conciencia de lo que realmente está pasando. Basta de mentiras: auditoria
publica y transparente de las deudas de las administraciones, de los Bancos y
de las Cajas de Ahorro.
Eso es lo urgente. No permitamos “distracciones” que
retrasen las medidas urgentes que nos saquen de la crisis…
Luego, ya hablaremos de Monarquía o República, Estado
central, o autonomías, independencia o federación... Pero antes conquistemos la
libertad, para decidir en libertad y con conocimiento de causa.
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