Va el pez en la misma vía por donde voy yo, todo ser humano es político y sólo cuando hacemos una delegación tan grande que familias deciden vivir de ella, desde reyes a saga, es cuando nos damos que siempre deberemos sacar tiempo para decir que tenemos derecho a enterarnos de todo y que son ellos, los provisionales aunque quieran ser profesionales.
Cuando consecuencia de nuestro abandono, se produce un gran deterioro en nuestra democracia, no por los que cobran sino por los que o se ven obligados a pagar o buscan obtener un beneficio mayor despreciando a los ciudadanos a los que debieran dar el mejor servicio, no encareciéndolo. Es cuando nos encontramos que se nos ofrece bazofia.
A veces, algunos incluso afamados chefs, escriben sus menús ofreciendo esa bazofía como el remedio menos malo, parece como si lo quisieran bien nombrar para dar valor a la bazofia ante nosotros.
Pero creo que debemos preparar nuestro propio menú, aunque nos penalizen y traten de asustarnos. Pero no la bazofía es mala, sea en la época que sea.
No nos resignarmos a ella. Cada uno en nuestra condición, trabajando unidos podemos prescindir de la bazofía
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