Elvira Ongil nos ha acercado a nuestra cocina y nos hemos visto ahí; con esa persona que confió en lo que le decían: políticos, bancos, agencias de calificación. Ahora en su olla, sigue encerrando el alimento de amor a los suyos.
Aunque por el pitorrillo se han escapado de la presión, aquellos felices dicharacheros sin ningún consecuencia, las agencias siguen calificando para quienes les pagan, los bancos obtienen las mejores condiciones y los políticos se protegen en marañas ¿mafiosas?
Video sobre la cercanía y cotidianedad de los desahucios
Por ello, cuando después de la cumbre de Santiago de Chile, unos compañeros han sacado el siguiente manifiesto; les escucho y les leo y busco el encuentro en un mundo realmente democrático, no en el ficticio donde legislan los poderosos y sus marionetas
Enlazandoalternativas
Y quizás, algún día no muy lejanos lleguemos a esto
Islandia, ¿una excepción?
No hay comentarios:
Publicar un comentario