No quiero añadir más a la clarividente carta que sigue, sólo gracias y hoy me siento desnudo delante de mis compañeros que abdican o abdicamos de nuestras opiniones para ser dirigidos por los doctrineros que con imagenes belenistas nos quieren hacen olvidar su participación en los fregaos tras un rebelde levantamiento:
Ayer tuvimos el x claustro para aprobar la PGA. En él se pusieron delante argumentos del tipo pragmático para su aprobación y de tipo ideológico con la intención de obtener el informe desfavorable respecto del asunto.
Entre los primeros se apuntó la necesidad de ser aprobada para poder hacer las excepcionales actividades extraescolares que algunos han planteado y la conveniencia de informar positivamente para evitar posibles represalias (no se empleo esa palabra pero sí muchos circunloquios que a mí me hicieron pensar eso) en el ambiente flotaban las fusiones de centros, los bachilleratos robados, las previsiones de matrícula del próximo curso y lo que significa estar en el punto de mira.
En la postura contraria estábamos algunos entre los que me incluyo y que defendemos que La PGA se presenta en un contexto: el contexto de los recortes, el robo impune del derecho a una educación y la represión de la expresión de su defensa.
Los que
creemos que estamos asistiendo a una verdadera construcción política,
mediática, legal y social de la impunidad para este robo y represión.
Los que
contemplamos con inquietud como la lógica del miedo está paralizando cualquier
acción de protesta y nuestra propia capacidad de razonar: miedo a poner
pancartas, miedo a encerrarse, miedo a manifestarse bajo amenaza de
multa, miedo a estar en el punto de mira, miedo de directores a que no
les aprueben el informe de gestión, miedo a ser objeto de las fusiones, miedo a
que nos quiten los alumnos, miedo a incomodar a los de arriba y ahora, miedo a
no aprobar la PGA por si hay represalias.
Y los que
creemos que las Pegeás son inaceptables por proceder de unas instrucciones
calificables de "barbarismo" con horarios empeorados, ratios empeoradas,
recursos humanos mermados, condiciones
laborales empeoradas, oferta educativa de bachillerato empeorada, para hacer
frente a los mismos objetivos de hace tres años.
Todo ello ha
impedido que x de nosotros informemos negativamente la PGA frente a x
compañeros que lo han hecho positivamente y ocho que se abstienen. Ya veremos
la postura del Consejo Escolar pero no soy muy optimista.
Hoy,
mi
corazón verde siente que ha cedido esa colina que representa una de esas
humildes
posiciones en esta gran guerra declarada contra el estado de bienestar;
bien
sea por pereza, por miedo, o por falta de convicción en lo que hacemos,
este
gobierno avanza en su construcción social de la impunidad para robarnos
nuestros derechos ciudadanos procurando nuestro aparente consentimiento.
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