Asoman por las calles los que deambulan claqueados zapatos
En muestra, opacos; ¿sus victimas?, quienes paran, a denunciar
Si, somos mínimos, pero ¿oyes el silencio entre los cercenados?
¡no!, taladraron la indiferencia, para otear; orden sólo naciendo
Cielos exprimidos en los bancales fértiles de la codicia
Suelos arrancados, para los orígenes, si fueran cizaña
Aguas tóxicas de los fluidos babeados, carnes lascivas
Fuego, terrible compañero ausente, llameando avaricia
Carne extasiadas en belleza cruda
Gallego amanecer, ahora yo tardío
Minutos regalados, a encadenados
Tristeza al verlos, san obnubilados
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