domingo, julio 21, 2013

Exhausto de tí, dijo la bici

Espero, siento que es verano, en este cuarto oscuro. Te acuerdas, pensaste que estaríamos juntos y sin embargo pasan los meses, demasiado y sólo algunos miércoles te dignas a visitarme. ¿Qué esperas docilidad en mí, cuando tu estás cada día más agarrotado?

Y además, me dejan un nuevo número, ¿qué es esto, alguna chorrada de las tuyas?. TwiStahl???, soy una máquina no sabré leer. Oh, si recibo noticias, pero que me dices. Ayer, te pareció ver una hada, convertida en persona bellísima, pero que andaba y compraba para comer. ¿Sí?, qué intere......Oh, no, no, no, no, no, no, no es posible; estás en mi paraíso y yo aquí. ¿Con qué derecho twiStahleas eso? Sabes que no ahí nada que pudiera haberme hecho más daño:
   yo y mis colegas con espacio, con respeto, sin paradas iluminadas flaxeadas y estúpidas, a todas horas, en todas direcciones, de todas maneras, con niños, con carros para la compra, con bisagras para que nuestras dos ruedas rueden juntas pero en diferentes direcciones, con familias que acuden a una boda, todos con nosotras, y la pareja en un cajón. y yo, ¿aquí?, en este infame agujero negro.

¿Qué te crees que no tengo Stahlsentimientos? ¿que me da todo igual?, porque he tenido que convivir con ese estúpido tarugo metálico, qué adornando el puente nuevo, es el paradigma del odio de vosotros seres humanos a nosotras, encajonándonos en esa ratonera, tan inhumana como inStahlmana y que además refleja, de manera hiriente, cruel como os respetáis a vosotros mismos; por todo eso, incluso añadiendo los pitidos y pasadas cercanas de los insensatos con ánimos criminales, ¿puedo aceptar que no estaré contigo en esta época?.

No, no por favor, no te busques ni una sustituta barata, que ya sabes de donde ha salido y qué sólo se te ofrece porque prefiere ser usada, a tener una vida como la mía, en la oscuridad, en la nada, en la inapetencia, en el desprecio absoluto. Ni te eches en mano, babeando con una de esas caras, exclusivas, que ya te he visto venir antes: ¡oh si ist un angel! es un hada, de metro noventa, formas para el encuentro y que te hará volar por esa ciudad en la que tanta vida me anuncias. ¡no! y ¡no! búscate la vida y sácame de esta pocilga; si, ¡pocilga que ya me has calentado!

Tengo derecho a recorrer ciudades hechas para nosotras, (porque si, hay coches, aunque parecieran no existir), donde construyeron para hacer una ciudad sin humos. (¡qué gracia que quieran hacer una ciudad olímpica en medio de una apología de lo individual, del coche único y dueño de ser conductado, y en ello hagan llegar a sus trabajadores en coches estancos cuando habiendo pensado (pero desechado para satisfacer a una industria sobredimensionada)  en facilitar y abaratar un transporte público que ya habría pagado suficientemente cualquier déficit, y habiendo abierto vías con espacios para que la bici fuera expuesta en lo mínimo a las prisas del "loco de dos minutos antes", tendríamos una ciudad con alma, no una ciudad vendida.

Y vale, ¡qué me pongo idiota!, ¡qué te busques la vida!, ¡qué me empaqueten!, ¡que no hay excusas!.

¡Ah si!, las promesas de que todo cambiará, de que olvidarás al cuadruruedo para ya siempre volar juntos. Pero ¿nos conocemos?. Oh no, hoy es que se me ha hecho tarde, Oh no! has visto es que no puedes con todo que tengo que llevar; oh no!, oh, oh, oh, o hasta los mismísimos que me tienes, que te busques la vida, que quiero estar allí. ¿Que si me roban?, que ¿qué será de nosotros?; no sé de tí, pero de mi, desde luego tendré mejor vida de la que me has dado tu, so capullo.

Y te aguantas, si creías que a nosotros también nos iban a poner ciento cuarenta caracteres, pues no somos de Stahl y eso da mucha consistencia.

Ale, campeón, ya te he dado tarea


 


No hay comentarios:

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y