Si ellos son impólutos y quiebran un banco, ¿Por qué encuentran en la sanidad y la educación un área a perjudicar?.
¿Quién pondría mantel y tripa para folgar de los desmanes de quien no sabe administrar?, ¿tanto le aprovechará o es que ya sus hilos dirigían?
Si el ciudadano vota y se equivoca con sus diputados votados, lo pagaremos todos y lucharemos por hacerlo mejor, pero ¿de donde sale que debamos pagar con el erario público a sus miles de asesores, no elegidos, que nos imponen nuestros gobernantes?. Curiosa situación en Madrid, los asesores privados del gobierno de esta Comunidad son pagados con dinero público, para destrozando estos servicios, pasen a gestión privada. ¡Cuanto menos curioso!
Los dedos seguidos, en un despite, nos lo pueden meter por cualquier lado, pero vigilamos y denunciamos sus manos áhitas de entrar en nuestro bolsillo.
¿Quién entraría en una finca privada donde prevalece el interés de sus dueños, para darle su dinero y esa persona quedarse sin alimento para su supervivencia?
Nos dicen que hagamos peajes, emporios, campos de inmensos verdes para ser felices, pero ¿cómo, si sólo los pagamos nosotros y mientras ellos retozan, rebeldillos en sus butacones al tiempo que reciben comunes suministros, incluso por sus vacias autopistas, desválijados fincas y sus secarrales eternos?
Y nos señalamos para desunirnos; no, no, no, ¡arriba!, tan llenos de riqueza y como de podedumbres; a nosotros nos toca reflexionar, ser conscientes de nuestras limitaciones y caminar unidos, aunque diferentes
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