domingo, febrero 02, 2020

Un día con periodistas

Si me preguntan como he podido llegar a ese portal, les diré que equivocándome. Siempre he sido de desorientarme mucho, como cuando un compañero de aventuras en piraguas, tuvo que aguantarme dando vueltas con mi coche por la ciudad de Granada, sin saber dónde ir, en una madrugada que ya pedía descanso. Por eso me llevaban a los ríos, ahí sabían que iría "to pa'lante".
El caso es que sí, me gustan los siete medios de comunicación, una televisión, una radio y  cinco periódicos  a los que estoy suscripto. Este sábado uno de ellos, me ha embarcado en conocer su trabajo.
Yo les avisé y hoy he  vuelto a aclarar que yo sólo soy maestro y que, como dice la ponente, no consigo que mis alumnas vuelvan a casa preocupadas por que han bajado su nota hasta 9'5 sobre diez, como pasaba en un autobús en un colegio de China. Aquí, en general, no sólo los mios, estamos a otras cosas; de hecho un aspirante a presidir este país, en su momento estudiantil, él compadreaba también con otros temas, no los de la carrera.
Mónica G. Prieto ha parado, no de hablar, hoy, si no de viajar por un tiempo; por eso, nos ha podido deleitar con un curso, entre maravilloso, efectivo y a la vez, ¡eh vamos, nos dice, arranca que sólo la acción te hace dar un nuevo paso!.
El objetivo general del curso, menos mal que me pilla en horario fuera de clase, si no, ¡buff! estándares, metodología, adaptaciones curriculares, atención a la diversidad, reunión de tutoria, reunión con tutores, me hubieran obligado a pedir una excedencia. Algunos creerían que es un trabajo ya de postgrado en la jubilación, por creerme ya en ella.
 Como decía pretendía la reportera de guerra, situar a las nuevas periodistas, había hoy mitad chicos, mitad chicas, ante las acciones a tomar en cuanto a las personas, lugares y cosas con las que se van a encontrar. Yo que no soy de la carrera, antes si, pero de las carreras, debo aclarar que el termino maravilloso, lo puedo sostener porque ha trufado el relato de situaciones prácticas vividas, muchas, no, lo siguiente, llenas de momentos al límite
Había momentos que su relato me transportaba a su libro "La Semilla del Odio" y otras veces a su libro en 5W con Maruja Torres, donde se cuentan y explican algunas de las situaciones que le servían para dar muy acertados consejos a los futuros periodistas.
Cuando hemos hecho un receso, primero pude hablar con Javier Palacios, productor audiovisual, que nos ha embarcado con el documental "Billy". Cuando, a veces, caminamos por sendas dolorosas donde confrontamos con pasados personales que nos hacen daño y que mostraremos en costuras que no fueron bien selladas. Quizás nos encontremos con miradas hoscas y silencios afilados, pero cuando nacimos, nos dieron una vida por vivir, sin ataduras, sin pines parentales y si comprendemos que nuestro trabajo va a ser tanto un bien personal, como también ayudará a la sociedad, analizando todo y aclarando lo que se hizo mal. Sus malvadas prácticas no son con lo que se debe en vivir  en una sociedad ni tampoco definir lo que es un cuerpo. Sea de la policía, de la justicia, de la economía. Sentirán ira, que no dolor, quienes se camuflan debajo de la denominación general para realizar o actos criminales, o injustos o dañinos, pero no quien entiende que "La ley y el orden" que quiere defender "Richard Jewell" en la película de Clint Eastwood, deben superar las apreciaciones personales de seres enganchados a sus apreciaciones de la vida.
 Hoy leía, en unos de los artículos de LaMarea que la narración debe estar por encima del relator personal, sé que quienes se han embarcado en ese proyecto lo harán porque como después siguió diciendo Mónica, la honestidad y la paciencia son una de las claves de está imprescindible profesión y en ellos rezumaba esa mirada. Incluso con la compañera guatemalteca que en mi apreciación personal, seguro tenía en el ánimo a Berta Cáceres y en nuestro caso, las eléctricas que traen tanta luz, como oscuridad en la destrucción del medio ambiente
En el segundo receso, comprendí, la precariedad en la que vive el periodismo del hoy en día. Fue muy agradable sentirme integrados entre ellos y ver el futuro que espero poder seguir financiando para que nos traigan perspectivas desde los seres que están viviendo en cada uno de los conflictos, de los que no somos ajenos, en la mayoría de los casos. Había ido diciendo la periodista G.Prieto del cambio de condiciones en el trabajo. Había pasado de ser apoyada por su periódico, a ser reportera freelance que debe buscar temas que atraigan a los periódicos que han pasado a otro estadio. Al leer “El director” de David Jiménez se entiende muy bien, primero existía una publicidad del paraíso capitalista que embarco a “los culpables” consumidores a querer vivir lo que se les ofrecía. Aportaban a manos llenas a los periódicos sus dineros para que sus productos se exhibieran y que quedará claro, también que no debían ser atacados. Cuando los jodios gastadores dejaron de comprar por ser lanzados a la realidad de su condición de ente asalariado con muchos números para ser esclavos, las empresas se fueron y los directores de periódicos tuvieron que apretar los cinturones que supusieron cerrar los agujeros que había ido abriendo las hebillas; por esos agujeros cerrados bruscamente, cayeron, primero periodistas ¡qué tardes con Gemma, Terenci, Ernest! y después las condiciones de estas, en su trabajo.
Algunas empresas buscaron o siguen buscando un camino fácil, alabar al partido en el gobierno, si eso abría espitas a sus dineros o a las de empresas beneficiadas por sus actos políticos. Pero las condiciones de las periodistas ya no mejoraron, había muchos y como decía Luis Alegre, los que les sobran al sistema, le viene bien a las empresas porque abaratarán las condiciones de trabajo; siempre habrá alguien dispuesto o necesitado para hacer por precios más bajos.
Pero los que ayer estaban allí, creo que no se conforman, no me dio margen a aprender sus nombres, pero los buscaré entre las firmas que alguna vez, al leer un artículo me diga agradecido, qué claro, que interesante, qué bello. Ayer me dieron unos cuantos nombres más, a los Ramón Lobo, Javier Espinosa, Mikel Ayestarán, Kapucinski, Alexeievich y más y más, porque cuando en esta última etapa lees a Ece Temelkurán o Ivan Kazrev y te indican como los relatos de los dominadores de los Estados se van imponiendo por la impunidad, desvergüenza y la presión sobre los medios libres. Estos y ellos te invitan a confiar en la búsqueda.
Cuando en las preguntas finales, seguían buscando soluciones a problemas prácticos que les va a surgir en el futuro, me venían las reflexiones surgidas de estos dos últimos autores, que junto a la apreciación personal, me creaba un sinsabor de sentir impotencia porque los relatos fáciles se imponen en las personas que trabajando se conforman con relatos fáciles.
Yo, siempre trabajador, prefiero levantarme con la búsqueda de las claves sobre una noticia que ha hecho Antonio Maestre.
Por último, el paraje para nuevos aprendizajes se encuentra, ahora, entre los ríos de Asturias, lugares por donde compartía experiencias con los palistas de Palencia, de Asturias, de Cantabria, de Guadalajara; íbamos con la cabeza y los ojos entregados a descubrir los sifones que enganchaban, las piedras que te apaleaban, los saltos que te removían las tripas. Creía que no me daba cuenta de las montañas, bosques, piedras que me rodeaban, haciéndose imprescindibles para mi vida. Ahora, en otro paisaje, en el inicio del AltoTajo, he comprendido que esos espacios me dan aire para sentirme nacer cada día. En aquel espacio, que los aires acompañen a los viajeros que se entregaron a descifrarnos mundos

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