Está semana, este país aspira a la máxima exposición del deporte (los matices no los expondré en esta entrada) y me veo en la necesidad de exponer, siempre rápida y brevemente lo que es, para mí, una ciudad olímpica.
El verano pasado en una ciudad europea, a la cual comprendo desde mi limitado punto de vista me ha enseñado pocas cosas pero que quiero exponer.
Por donde he pasado, he querido entender un respeto al ciudadano. El ciudadano es a quien se debe respetar.
- Calles y ceras, amplias donde el ciudadano se puede desenvolver con seguridad. En las construcciones de estos últimos años en España, ha mandado quien construía y los partidos gobernantes, por lo que les caía, directa o indirectamente han asistido al aquelarre de asistir a reuniones donde estos señores se mofaban de como aumentaban el valor de terrenos, sólo por el hecho de demostrar su poder.
¿Serían capaces, si ganan, de dar valor al ciudadano, pero no con las malditas palabra emputecidas por su uso, superfluo y vacuo, sino por la intervención de ellos como dueños de su ciudad?.
- Cuando ves el crecimiento de una ciudad Patrimonio de la Humanidad como Alcalá en los últimos años, Te planteas, como hemos sido capaces de llegar a ese grado de aceptación de la humillación como ser humano.
- Una ciudad olímpica, no derrocha sus recursos que siempre serán justos. Cuando en una de las barriadas más concurridas de la ciudad visitada, existe la luz justa, con las farolas justas y tú, una mañana insomne compruebas que con esas luces, y tu mala vista, puedes leer en un libro, te preguntas, en una pequeña calle de una de las cientos de ciudades de nuestro país, existe ese dispendio de luz. ¿A quién estamos pagando?, A quién están devolviendo los favores?, ¿Cuanto dinero más podría dedicar a los ciudadanos existe Ayuntamiento y no a los accionistas?
Me quieren hablar de SEGURIDAD; de la ciudad que les hablo, les puedo asegurar que he visto cosas que me hacen pensar del grado de alerta de la policía y sin embargo, como les decía, la luz, parecía estar exageradamente ausente y tú, andando, te sentías protegido.
Estos dos puntos me acercarían a una ciudad Olímpica, pero sé que no, porque todo está entregado a quienes nos sometieron a estas ciudades inhumanas, para que sigan exponiendo su modelo o ahora, con menos recursos en ese apartado, dejarles entrar, con el mismo modelo depredador, en la enseñanza, donde lo importante sería la preparación científica y humano de los alumnos y sin embargo, se entrega a ideas y se coartan, las que estarían relacionadas con esas añoradas olimpíadas, música, educación Física, (como bien decía, en su momento para mí, sorprendentemente Luis Aragones, Educación Física de Base).
Madrid, olímpica. Si fuera para la evolución del ser humano y su integración en su entorno, podría ser hasta bonito. Seres que explorar en su respectiva habilidad hasta la optimización de la ejecución, creando bellas estampas.
Lástima que los lobos humanos, destruyan, desprecien, deterioren la belleza del esfuerzo humano
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