sábado, septiembre 28, 2013

La prensa

Alguna vez alguien me dice que todos, incluso los periodistas, son iguales. Una grandísima mentira. He llegado a pensar que por que estos amigos tienen conciencia de la puerilidad y de desvergüenza de los que están próximos a sus ideas que quieren igualar a los demás.

¡No, ellos tienen que reflexionar sobre su pensamiento!. Si quienes les dan argumentos en su línea son desquiciados,  babosos y protegidos por gentes violenta, que además han salido alimentados por partidos políticos, como parece haber quedado demostrado; que asuman o su debilidad o busquen argumentos que les den solidez a sus ideas.

A mí, que me dejen disfrutar de los fines de semana con Javier del Pino o con Angels, viajando a donde está el pulso de las reacciones humanas. Ayer, a medias, intuí que el viaje fue a la vida a través de los cuentos, ¡qué mayor realidad que despertar al mundo por la literatura!

Tertulias de pretendidos intelectuales, amansados y amamantados, no saben lo que es periodismo, asaeteado nuestro pais con impuestos escapados que les alimentan, con robados apoyos a una sociedad que les da la espalda, con justicia ciega en su origen y en su ejecución, ciega para cegar los diferentes páramos en los que vivimos.

Y están tan ciegos por la toma de todos los estamentos de la sociedad, que creen que aquel punto lejano en el mapa, llamado Estados Unidos, también están tomado por sus alucinadas y fanáticas fuerzas de asalto.

El paradigma que les guía a pensar que han ganado, es cuando observan el fanatismo con el que se defiende el pueblo de las injusticias cometidas en el fútbol y sin embargo, el silencio ante los palos que estos mismas hinchas reciben en su vida cotidiana.

Sólo, a veces, cuando sales fuera de este cortijo y ves como se atiende a los pueblos desprotegidos, se te viene alguna esperanza

Un campesino en la ONU

Aunque la denuncia de este campesino, creo que no mueve un ápice a estas grandes corporaciones de las que luego obtenemos el petróleo con el que nos movemos, y rechazamos a aquellos que han sido invadidos y envenenados. Patriotismo invadido por los vencedores envenenadores y soberbio ante el otro necesitado, que les decían debían amar.

Y espero a Maruja, Ana; necesitado de apoyo para un exiguo bilingüismo me recreo en "Newsroom", observando como elaboran desde la ética humana una noticia; rebelándome, ¿comprendiendo?, como un ejército de miedosos periodistas sigue montado en un autobus que les va dictando las noticias por encima de su raciocinio, mientras el poder relega al frio de la noche a quien lanza las preguntas que limpia de maleza a quien quiere comprender su entorno

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