Podría haber pasado la necrológica a esta mujer, desapercibida, en mitad de lectura de noticias intranscentes que, demasiadas veces sigo, como son los deportes. Pero me ha atraido leer que fue la mujer de Dario Fo, no he leido mucho de él, sino si dos o tres emocionantes y comprometidos libros. En el artículo de hoy, cuenta Rosana Torres, como Dario Fo, se considera parte de ella, como ella formo parte él, incluso cuenta como anécdota, como Dario quiso compartir el nobel de literatura con ella y subir a recogerlo juntos. No la dejaron pero decidieron repartir el premio, de una manera tan emocionante como utópica.
Estos días, donde se anuncian reuniones en toda Europa sobre la dictadura de una obscura troika, en Barcelona para analizar las mentiras de las deudas (cuanto me gustaría estar allí, aprendiendo e intentando transmitir), en Madrid, sobre la enseñanza y nuestros desahuciados compañeros interinos que están siendo despreciados, en un maquiavélico plan en el cual todos estamos señalados. Proclaman la libertad de elección de centro desde sus tarimas, su proclamada libertad, tan mancillada por ellos, como de forma más cruel y física mancillaron a Franca; que dolor que todo esto, salido de la saña, pueda ser perdonado. ¡Consiguen superar la vergüenza, entre las plegarias surgidas desde los terrenos regalados!
Fue toda su vida una entrega al arte, pero como una forma de transmitir un mensaje social a la sociedad. ¡Qué los que dudamos, seamos investidos con su coraje!, ¡Qué encontremos manera de comunicar que si, que si somos posibles, por reales!.
Cuarenta veces procesada, por delitos de opinión, sus enemigos: La Iglesia, el ejército, la policia represiva y Berlusconi. Quien este capacitado de entre estos colectivos, reflexione a quien está realmente sirviendo.
Sigo acumulando madera para continuar el viaje en el nuevo kayak; a la brújula que necesito, la encontré hoy, ausente pero firme y bella
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