Vídeo elaborado por gente trabajadora
Vuelvo y leo las mismas tonterías en boca de las mismas personas irresponsables; siempre me maravillaré de la capacidad que tienen está gente para venderse a pesar de lo provocado, como pone en evidencia Salvador Pons en los siguientes análisis El bello mundo del pillaje, el lenguaje de la crisis.
No sé si necesitamos un partido político, lo que si me encantaría conseguir es que los ciudadanos tomarán conciencia de su capacidad para cambiar la sociedad. Dice el reportaje que la solidaridad es lo que nos hará salir adelante. Si, desde luego que sí; no estos seres abyectos, inyectados en insaciable poder, que logran de las más variadas maneras. Qué paz leer la vida de Melchor Rodríguez en comparación con toda la miseria moral con la que fueron limpiando el terreno republicano.
Si conocí a muchos gente alemana y de ellos recibí lo mejor, no es una lucha de naciones, es una lucha del poder económico y sus esbirros contra la gente que trabaja, que ni ha especulado, ni ha creado leyes para favorecer el expolio, ni han tomado los medios de comunicación como sí lo ha hecho el poder (liberal ¡qué ironía de palabra) para repetir mil veces sus mentiras, que aunque no son verdades, convencen a muchas gente.
Gracias, porque los que aparecen en el vídeo tienen más sentido de Europa que toda la caterva de aduladores del gran poder y de otros que siempre pillan, estén quienes estén.Conocen textos como el siguiente, aunque como dice Colau: la demagogía, en su liberalidad, la obvia del conocimiento común, en manos de astillas de tal palo:
Reflexiones
sobre la POBREZA… (MAQ,
21/03/2012)
La pobreza existió siempre, simplemente por el reparto desigual de bienes y servicios. La pugna entre dos conceptos sociales (Uno basado en la solidaridad, el respeto mutuo y la colaboración, otro en la sumisión, el éxito personal y la competencia), ha llevado a la Sociedad, a lo largo de la historia, a fluctuaciones de mayor o menor predominio de una u otra alternativa.
Actualmente persisten las mismas razones, aunque disimuladas, y además en contradicción con una sociedad mucho más capaz, gracias a la tecnología y a la capacidad de formación, para resolver el problema, lo que implica la necesidad de reconocer que no se están utilizándolo todos los medios posibles para su erradicación. Tomar conciencia de ello, puede ser el principio de un cambio imprescindible.
Estamos en una crisis en la que la balanza se inclina hacia la segunda opción, simplemente porque el debate entre ambas opciones ha sido desplazado o sustituido totalmente por la aplicación de una doctrina económica basada en la sobre-valoración del capital financiero, con un planteamiento dogmático e inapelable, impuesto por una minoría que recuerda los desastres sociales que han ocurrido a lo largo de la historia, cada vez que una "doctrina" (religiosa o política) se impone como forma de gobierno absolutista.
Pero sorprendentemente, el momento actual, y según mi modesta opinión, esto podría suponer el preludio de un cambio radical en la Sociedad Global, si la mayoría de las personas que la configuramos tomamos conciencia clara de lo que está ocurriendo, exigiendo e imponiendo cambios que garanticen un uso racional de los recursos para el bien común.
El instrumento de dominio, el objeto de "veneración" y respeto, el valor que quieren salvaguardar por encima de todo, es simplemente el DINERO, que a pesar de, actualmente, carecer de cualquier valor intrínseco, sirve para obtener bienes y servicios en una convención universal, según la cual es bueno aceptarlo a cambio de nuestros bienes o servicios, porque así tendremos un medio para adquirir bienes o servicios ajenos.
Posiblemente en los orígenes de la humanidad, las
relaciones económicas de intercambio de productos, se mantenían a base del “trueque” directo, pero en algún momento
se adoptaron instrumentos complementarios para facilitar ese intercambio.
Bastaba con tener algún pequeño objeto escaso, aceptable
(para la mayoría del grupo social) por su aspecto, facilidad de transporte y
duradero (por ejemplo, conchas marinas, pepitas minerales o metálicas, etc.),
para aceptarlo a cambio de algo que se entregaba, posiblemente con la esperanza
de que lo recibido sirviera a su vez para ser cambiado por algo con un valor
práctico y utilizable.
sucesivamente, la evolución impuso la moneda metálica
como un valor real para facilitar los intercambios de Bienes y Servicios, lo
que abrió el camino a la acumulación (tesoros) a la concentración del poder, a
la explotación del hombre por el hombre, reforzando el privilegio de unas
minorías a partir de la facilidad para
“comprar” voluntades y adhesiones, no sólo en base al adoctrinamiento sino
también por razones económicas.
Luego vino la acuñación de las monedas, pero la paulatina
irrupción del “papel moneda” supuso un avance funcional, basada en la honradez
y legalidad de los bancos emisores (“El banco de España pagará al portador 5
pesetas en oro”…) que lógicamente eran controlados desde el Estado, cualquiera
que fuera su perfil político.
Pero a medida que se fue imponiendo la democratización de
los gobiernos, la banca privada maniobra para asumir el control de los flujos
financieros, llegando a controlar a los bancos emisores, e imponiendo
estrategias financieras basadas no en el Capital propio de dichos bancos, sino
en el control de todos los capitales simplemente depositados en sus arcas. Para
lo cual no dudan en concentrar su poder en pocas entidades, a base de fusiones,
para implantar un oligopolio mundial, lo que les permite corromper las
estructuras políticas para disfrutar de privilegios que socavan los derechos de
las personas.
Pero las políticas financieras así desarrolladas, generan
una inflación del dinero, que desde el punto de vista de los banqueros, es
intolerable. (A los bancos “centrales” se le asigna la misión de evitar la
inflación a toda costa),
Pero el devengo de intereses, la circulación de créditos
y otras maniobras de ingeniería
financiera, hacen inevitable la inflación, ya que el volumen del “capital
financiero” aumenta, en base a “operaciones” no productivas, simplemente
especulativas, con lo que se produce un desajuste entre el dinero disponible y
los bienes reales, o sea, inflación que se debe traducir en un incremento de
precios… Pero también, en una sociedad correctamente organizada, en la
actualización de los salarios. Y ello no solamente por una cuestión de derecho
laboral o justicia social, sino para permitir que las transacciones comerciales
mantengan su volumen, para evitar crisis como la que estamos viviendo.
Así pues la actual crisis seguirá manteniéndose en ciclos
que cada vez serán más insostenibles e injustos, mientras los bancos privados
se mantengan en el poder, habiendo desplazado a la banca pública sin ánimo de
lucro y apoderándose, de forma facinerosa, de instituciones como las Cajas de
Ahorro (que fueron creadas con objetivos totalmente opuestos a las prácticas
bancarias privadas).
La esperanza está en que nunca han sido tan claras las
razones para tomar conciencia por las
personas que constituimos la actual sociedad, de que las causas del actual
desastre desparecen si los políticos en el gobierno deciden expulsar a la Banca Privada del poder
político, recuperando el control económico de las finanzas, de la emisión y
circulación del dinero, supeditando las
políticas económicas al bien común y conservación de la naturaleza, y aceptando
y gestionando una inflación inevitable (al mismo tiempo que saludable), lo que
será muy fácil, teniendo en cuenta que actualmente ninguna moneda tiene un
respaldo o garantía a su valor (El dólar americano, reserva de la mayoría de
las divisas, ha dejado de ser convertible).
Una inflación alta = facilidad para pagar
deudas, del Estado o de las personas.
Así, aunque las reglas de democracia son bastante
injustas, si es una gran mayoría la que toma conciencia de la necesidad de
cambios políticos, será posible empezar por desplazar a unos gobiernos serviles
con una oligarquía que está explotando de forma destructiva a la Sociedad en su
conjunto, saliendo de situaciones perjudiciales para la mayoría, cualquiera que
sea la tendencia ideológica de cada votante.
Tomar conciencia de que a la población en general se le
ha manipulado, induciendo dogmas económicos inadmisibles, sobre la
preponderancia del dinero sobre cualquier otro valor de uso, de la necesidad de
defender su valor y conservación por encima del bien común, con mentiras y
estrategias que van desde la obsolescencia programada a la alteración de
precios, la inducción al consumismo desenfrenado, en base a una política de
“barato, barato” que busca la productividad cuantitativa como elemento de
eliminación de la competencia de las PYMES y pequeños productores, destruyendo
la riqueza y variedad de bienes, productos y servicios que caracterizan la
calidad de vida, el patrimonio cultural, y el respeto a una producción y
consumo responsable.
Tal como está organizada la gestión de gobierno, se pretende justificar la necesidad de recortes económicos en los Servicios Sociales, en la Asistencia a personas en riesgo, en los beneficios para el conjunto de una sociedad sana, libre y autónoma, en la previsión social y en definitiva, en el acceso a la cultura y educación en libertad, que cada vez son más deficientes, y escasos, porque su mantenimiento no es “RENTABLE”, desde el concepto especulativo al uso, dictado desde el “loby financiero”... (Somos personas, no mercancías)
Instaurar la democracia real, que haga posible un mundo mejor (sin pobreza ni injusticia) donde elegir y crear la mejor forma de organización social y políticaMiguel A, Quintero
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