sábado, febrero 29, 2020

Murenge

Imposible la mezcla del merengue con el uso de la mula mecánica para labrar un terreno. Y el caso es que Casemiro dice que la mente debe vibrar cuando agarras a tu compañera para sentir como el corazón marca los espacios por donde se va a emprendedor un viaje de pareja.
A mi que diga lo que quiera, lo que si he empezado a sentir tras tres horas de vibraciones, angelicales por supuestos, señor padre, es que de la cabeza comenzaban a brotar pelusillas, claro mi planteamiento desde ese punto, ha sido anular el viaje encargado allende al mar que se me ofrece desde los Centenillos y que siempre cuando lo recuerdo, me lo imagino recorrerlo sobre un bote sin vela  y a la deriva. Por lo tanto, ya no veré en aquel lado opuesto, el largo cabello que me habían ofrecido como una pócima mágica para la conquista de aquella maga con la que tantos sortilegios sorteamos, amarrados a la exploración de formas de conocimiento de su cuerpo cimbreante.

El viaje en esas circunstancias prometía, pero y tocarte la cabeza tras pasar por la coctelera, y arrancarte un nacimiento pelo. ¿No sería como relamerte con las letras escritas como góndolas sobre las que tu mente abrazada?

Yo, así lo tomé, y con este solitario películo, entre dientes de ajos. ¿Podría el pelo ser afectado por los olores profundos de los ajos?
No lo sé, el otro día me asomé a los ajos plantados en Diciembre y lo que si me sorprendió que a cada cabeza le empezará a surgir unos cuantos pelos. No aprecié esos olores tan comunes al masticarla pero si la tiesa cresta de color verde, con la que me sumaba el movimiento punk de "The crash" y su música y vida de compromiso. Yo, por lo que pudiera pasar, me he comprometido con ella a que aquellos no volverán, pero si a que emprenderemos un viaje en el que cada instante pueda ser un renacimiento a nuestros juegos exploratorio.
A ella, todo esto le parece exagerado y me ha pedido retomar las clases de merengue, pero que quiere que les diga, este se ha echado en manos de niños que aún tienen que descubrirse dentro de un campo y yo, con los pocos pasos dominados si les podría indicar que asisanse, choquen sus ojos en  la necesidad de encuentros, suelten amarras y si por un pelo, nos volvieramos a descubrir; prescindámonos de él, para que en nuestras lenguas ansiosas de serse asidas, no se interponga "un puto" pelo; perdonen mi brúsquedad, pero empiecen ahora a explorarse, ¿ha aparecido? ¿a qué dan ganas de prenderlo?

Ah, perdonen, continuen, que lo comenzado termine con buen pie. Au revoir, l'amour de Sandrine

Partes

Leyendo "Frankestein en Bagdad" de Ahmed Saadawi, me empiezo a tocar diferentes partes de mi cuerpo. Bien todo, bien, pero al encender el ordenador me doy cuenta que mis neuronas se están descomponiendo, durante mucho tiempo tomé una idea de aquí, otra allí, porque era simpático y hablaba muy bien aquel casquete polar, devenido en peluche en modo oso, pero no amoroso, sino en su criminal abrazo del susodicho. Ya, aquel día, en aquella cena me asaltó la admiración transformada en terror por el populismo que supuraba aquella verborreica cabeza parlante.
Durante mucho tiempo pensé que aquella otra brillante cabeza, soplando gracejos era lo mejor que nos había pasado en la pontificada transición.
Tantas y tantas fuerzas desbocadas para tracatear con los disparos desde sedes justicieras, pabellones abducidos y seguidores sonámbulos. Todo este mejunje había abierto la espita para que gases venenosos penetraran en el ambiente cotidiano y justificará nuestros orificios abiertos para que penetrará cualquier verdad absoluta a salvaguardar nuestro futuro. Y sin embargo, ahora, con un tiempo, quizás breve, pero de renacimiento a la conciencia de una participación ciudadana, me daba cuenta que aquellos hombres, con sus mentiras grandes, grandísimas, indecentes y por fin criminales, habían engendrado "un composite" que les hacía sentirse inmunes a los sufrimientos  cotidianos. Hablaba como oráculos, cuando en realidad de su parte segunda, salían detritus que enmierdaban la convivencia ciudadana.

Locos de soberbía, amamantadores de cajas "B", ces y subsiguientes, porqueros alimentadores de adyectos disparadores de balas asesinas, magos encubridores de criminales acciones contra la población que les había votado, amaestradores de canallas capaces de hablar del oscuro Sol o de la noche más clarificadoras.
Ellos, ambos, eran sentados en mesas, para volver a ser desleales con sus adoradores, igual que el periódico que les reunía había terminado convertido en el colador roto por los intereses recibidos en sus cuentas, que tras haber intentado ser humano, por parte de algun ocasional efímero director, había sido destruido como ese mismo director narraba a un futuro de respeto al crédulo lector que le utilizaba como referencia en su ocasional conversación entre cigalas y sobresaltos.

Descompuesta cerviz que no podría ser regenerada más que por la toma de la conciencia ciudadana en su comprensión de la necesidad del encuentro mutuo para luchar contra estos contaminados excrementos, otrora presidentes, ahora propagadores de infiernos, cuando ellos fueron los creadores humanos con sus puertas abiertas a la desvergüenza y la manipulación.

Es tiempo, quizás duro, bellos si ante las neuronas nacionalistas, podridas en sus partes excluyentes, encontramos los motivos para unirnos en la defensa del derecho habitacional de todo ciudadano, de un salario digno que sea otorgado para sentirse parte la sociedad, de una sanidad universal que pagada con respeto por nuestros impuestos, no sea empujada a saciar a pechos para la opulencia a los que añoran y sirven tantos servidores públicos.

Encontré caida la neurona de la danza, pero allí estaba Clarence Clemons en los caminos de la tormenta, penetrando en mis huesos para que mi cuerpo le trazará homenaje de agradecimiento, incluso en mi cuerpo con articulaciones como anclas.

Por la música, en medio de la revolución contra "los señorones" que ya sólo se pertenecen a su opulenta miseria

viernes, febrero 28, 2020

No tocar

Se acerca, me temo que lo hará; pero no, no debiera ser posible, hace tiempo a esos seres se les tomaba como módelos y ahora, ahora, es la locura personificada, es el gobierno de la sinrazón, atornillado por las palabras que fueron zarandeadas por el viento, y si, la cabra, se ha subido a la piedra y desde allí, con su mirada entre desquiciada y tururata lanza bálidos a través  de una lata abandonada por el apuesto visitante a parajes campestres que no encontrando donde dejarla, decidió darla a la suerte de donde cayerá. En ningún momento pensó que, estando vacía, podía realizar el viaje inverso aunque con menos peso. Máldito asqueroso que descansa entre árboles con su dejadez esparcida por laderas y  barrancos.
Brava cabra, si te dieron cancha, aprovecha latas, estatuas, obras de arte para pringarlas con tus barbas de chiva, sólo así conseguirás afilar tus dientes para que en el próximo campeonato de lanzamiento de huesos, estos salgan más perfilados para romper la barrera de la sinrazón. Quién a tí te lo dió, la tontuna les sea derramada.
Mejor ser ido con convicción que olvidadas sus neuronas en el paraiso de la nada, en el cual recibías parabienes y cagaditas del hombre vagante.
Hoy, como antes lo hicieron tus señoros con Luis Montes, sacas a la luz tu cuidado del cuerpo sano, pero olvidas la mente sana.

Cercenas lenguas extranjeras, tecnologías pero no te enfrentas con la realidad. Con el hecho que la religión, cualquiera, es un anacronismo con su adoctrinamiento dentro de la realidad de un Instituto. Creencias que alumnos reciben en formas de lenguas, de gominolas, a aveces, que tienen que estar siendo desmontadas por profesores desde su base científica. ¿Por qué quiere un creyente que sus doctrinas se expongan dentro de un contexto científico cuando todo su poder debiera estar en lo íntimo?
- Soberbía
- Control de una sociedad, no para acercarlas a su cielo, sino para retenerla en cárceles en vida desde sus tronas de oro esquilmador

Hicieron un grandísimo daño a la sociedad, a sus gentes, como en el caso que se contaba el fin de semana pasado en el programa "A vivir", en Zufre, donde habían prescindido de sus verdades en forma de látigo y sumisión a los terratenientes que la utilizaban como amansador para proclamar el respeto al estado de las cosas que ellos nunca habían tenido en sus origenes de dominio y durante cuarenta años, e incluso cuarenta después siguen faltando a los demás en el respeto y a si mismo en las creencias que dicen defender.

No se atreven a sumirse en la lógica, que diría que la cabra salva cualquier risco, y el ser humano se necesita en el encuentro sin cielos de testigos, porque esta, la religión, aquí Católica, sumerge a los seres en baños eternos, a los cuales, tantos y tantos aspiran. Sin ser estos, los líquidos que aquí conocemos.

No tocar, si para arreglar, provocas que todo visitante pueda manosear esa obra, por tu incontinencia e inconsistencia para sujetarte en la realización de actos que no te sean familiarmente perrunos.


domingo, febrero 23, 2020

Simplicius. próximos viajes

¿Existió Simplicius?, aquel payaso que nunca entendía nada. Qué no comprendía como nos encerrábamos temerosos de mezclarnos con seres diferentes, a los que por acción u omisión habíamos cambiado la vida.
Simplicius era quien miraba al poderoso, embobado, por la capacidad de este, para encerrar a sus adoradores en las cárceles de sus "lenguas de madera", "langue de bois".
¿Por qué había seres abducidos que constatando las burlas recibidas por parte de sus votados insisten en denigrarse como seres pensantes hablando de un Venezuela hispano, tan distópico como el fin de un disco duro utilizado como receptor de martillazos?
Era la patria, un viaje al universo con parada en la base VENE, lugar de aprovisionamiento de caZUELAs para no llegar a ningún lugar, si no entendemos la desvergüenza como un lugar físico. 
Aguantamos abrazos de hermanos sobre nuestras espaldas de primos,
Asaltamos  las riquezas de los paises, para vivirnos felices en nuestros cielos
Nos escondemos de la realidad, para que nos las muestren los asalariados sin escrúpulos, los canallas sin más patria que sus egoismos y no buscamos fuera de esos hechiceros, el puñal que nos clavan en nuestra incólume dignidad, a los que les entregamos nuestro voto en su urna, más bien fosa séptica.
¿No  nos destroza nuestro cimiento saber que El País Supremo hacedor para nuestras insidias, ha sido el pagador con dinero negro de las campañas electorales de nuestro partido plaga?.
Siempre oscuro, agujero dantesco para el universo clamado pulcro: la sala para los martillazos, los dineros para publicitarnos dioses, los golpes de los compañeros del alma, las tramas patrióticas contra los ciudadanos.

Simplicius recibe al lento impulso de un respeto que se lo pierdo a si mismo, quien miente en su inmadurez. Él coge su nariz y pone la vista en el flequillo que lucha por mantenerse tieso, ante tanta bajeza; El payaso observa para comprenderse

sábado, febrero 22, 2020

Miguel Hernández, en la mirada

Si lo lees, escucho tu voz, entre el vértigo, tu esencia,
Madrid, habitante se único, para celebrar la vida
Clama juntando corazones y proclama al nacer el día
tus calles se crecieron sin rey, en la rebeldía nacida

"De entre las piedras, la encina y el haya,
de entre un follaje de hueso ligero
surte un acero que no se desmaya:
surte un acero.
Una ciudad dedicada a la brisa,
ante las malas pasiones despiertas
abre sus puertas como una sonrisa:
cierra sus puertas.
Un ansia verde y un odio dorado
arde en el seno de aquellas paredes.
Contra la sombra, la luz ha cerrado
todas sus redes.
Esta ciudad no se aplaca con fuego,
este laurel con rencor no se tala.
Este rosal sin ventura, este espliego
júbilo exhala.
Puerta cerrada, taberna encendida:
nadie encarcela sus libres licores.
Atravesada del hambre y la vida,
sigue en sus flores.
Niños igual que agujeros resecos,
hacen vibrar un calor de ira pura
junto a mujeres que son filos y ecos
hacia una hondura.
Lóbregos hombres, radiantes barrancos
con la amenaza de ser más profundos.
Entre sus dientes serenos y blancos
luchan dos mundos.
Una sonrisa que va esperanzada
desde el principio del alma a la boca,
pinta de rojo feliz tu fachada,
gran ciudad loca.
Esa sonrisa jamás anochece:
y es matutina con tanto heroísmo,
que en las tinieblas azulmente crece
como un abismo.
No han de saltarle lo triste y lo blando:
de labio a labio imponente y seguro
salta una loca guitarra clamando
por su futuro.
Desfallecer... Pero el toro es bastante.
Su corazón, sufrimiento, no agotas.
Y retrocede la luna menguante
de las derrotas.
Sólo te nutre tu vívida esencia.
Duermes al borde del hoyo y la espada.
Eres mi casa, Madrid: mi existencia,
¡qué atravesada!"

Miguel Hernández

Recorrias el frente para apaciguar el ansia del defensor de los sueños que brotaban entre hielos, hierros, espinas y espadas. Ofrece el canalla, que no ignorante, paz embrutecida por las cadenas y los golpes tramados por sus mentes directoras arpías.

A cambio, ahora, el asistente de gol, se sabes inmune, porque al hablar tronado desde la desvergüenza los asalariados mantean entre vitores porque sus partes se agranden. Sabes que bajo sus mantas se esconden las navajas en caso de que tus dudas dieran alas a verles desnudos de vergüenza y plenos de venganza.

Habla, torrente de incoherencias porque te aseguran tu trona, el corrupto, el conseguidor, las púrpuras parentales y receptores de los manantiales de las negras cañerias que  a los patriosos les llegan hasta los Alpes. Habla porque cuando alardeas de no parar de perorar es como la moto que te petardea para proclamarte tonto útil del año, por buscar los atascos en días de carreras y actos.

Fue, sin embargo Miguel, engendrador de besos en versos para los que se despiertan en la patria para verse humanos entre los sudores que te atraparán desde cada mañana.

Nacernos contemplando el romero, el agua liberada y el nogal que tras descansar, nos llama para su cuidado, no sólo por su fruto, también por el adorno con el que acaricia el paisaje.

Miguel Hernández, perduras por encima del nada



jueves, febrero 20, 2020

Un tiempo, la bicicleta en Guadalajara

Podría ser de fútbol,  de un pasado, de un descanso, pero es del compromiso de encontrar una solución en mitad de nuestra imposibilidad por renunciar al modelo de vida impuesto, en general, pero del que no sabemos salir en particular. Se hace difícil, si no imposible dejar de llenar las carreteras de entrada a Madrid, porque nu estro habitáculo en el coche, nos concede la carroza de individualismo, donde podemos desarrollar parte de nuestros sueños. Música exclusiva, poder contra el coche miedoso, desafío contra el macarra que nos pone en el espejo y llegar sin interrupción, apenas, en estos últimos años, al punto de trabajo. ¿Que me haría cambiar de opinión? Un servicio gratuito de tren, me doy cuenta que es imposible, a cambio por la ciudad, casi consigo desde hace mucho tiempo no mover el vehículo.
Se perdio "la bici critica", ¿cuantos desplazamientos son imprescindibles dentro de la ciudad?. ¿En qué momento un ayuntamiento puede cambiar las tendencias?  ¿Siempre es desde los movimientos sociales próximos a la izquierda desde donde se tiene que dar esos pasos, no populares pero si necesarios?
Una bici en Suecia, en medio de la nieve, del frio, encuentra parking, y seguridad en él, para poder quedar durante todo el horario de trabajo para que a su vuelta el usuario pueda llegar a su casa sin haber tenido que contaminar más de lo necesario desde su asiento del tren, que es en el segundo que va montado, a parte del de la vida. ¿Quien les pondría poner en peligro en la ciudad? Alguien que se crea que es esencial llegar a una cita, que luego quedará como anécdota, el empresario que marca tendencia y estilo con su poderio, el repartidor puestísimo que primero te da un día, después, al día siguiente, aún sin luz sale de un cruce como un zombie con Sol y al tercer encuentro, se baja de su furgoneta nave como un cretino, pero con un bate, para amenazarte porque tras haberte hecho una putada, has insinuado que está loco, cuando ahora de lo que te percatas es que debe llevar las mismas rayas que el conductor de la furgoneta que gira en la dirección donde atraviesa un carril bici, inconsciente del daño que produce, aunque su consciencia le hubiera permitido discriminar girar hacía donde estuviera pasando un camión. Dolorosa la personalización en "Lo de Evolé" en un padre en su profundo amor a un hijo que viajando en moto, fue arrollado de esa manera con un similar a mi interpegador ante el que tuve que sucumbir en mis palabras, por los gramos que iban en su cabeza.
 No es fácil, pero si es una parte necesaria para poner un granito más en tener una sociedad con menos CO2

Es muy dolorosa la pérdida, de una alcaldía que pase a manos de seres invadidos por ese gas, pero más denigrante es que se pase tu legislatura sin haber intentado que a las pistas de atletismo, a los diferentes campos de fútbol no se llegué porque no existen los aparcamientos suficientes, ni la seguridad necesaria. Alguien dirá que para eso está la libertad; espero que alguna vez nos demos cuenta que cuando estamos en sociedad, en principio no la tenemos. Y quienes más la proclaman, son los que imponen sus capacidades económicas para hacernos pagar sus destrozos.

No es cuestión de igualarnos a ellos, es que sepan que no queremos sus detritus


domingo, febrero 16, 2020

Un vuelo por emprender, el día de la radio

Ya me comprendo, se dice Pablo,
ser un idiota es una circunstancia
yo, señores, no lo buscaba, pero lo estaba
ahora, mi vecino, me mira eldiario.es
y le digo, si exploro, me reconozco
cuantas carencias, en mi soberbía,
pero con contexto CTXT, no hay excusa
para tragar contaminadas mentiras
cocinadas en falsas buenas carnes,
A mi señores, mi carnecruda.es, es sana
saludable y anclada en fértiles tierras.
Mas hoy, domingo, no me digan que
A vivir, nos palpita incluso vidas enterradas
LaMarea es un viaje a deshacer los caos
Si señores, con estos calores, sepan
existen Alternativas Económicas, pero
descubran que para dejar de ser idiotas
hagan Democracynow.org, ustedes mismos
es eldiariodelaeducación, quien nos quitará
la idiotez de no querer crecernos,
hoy, Echenique antecede el tiempo permanente
en Zufre, nos engendran los que se organizaron
nacer idiotas, para morirse igual
es la opción de quien se somete al amo.
A ellos nos los asesinaron; a nosotros nos queda
crecerlos en nuestros actos.
Escuchen, aunque ustedes me lo llamen,
sus palos amamantados se lo conceden
mas señoritos no se peguen a ustedes mismos
porque entonces se permanecen Idiotas

sábado, febrero 15, 2020

Devoluciones en caliente

Querido tú o yo

A ellos les da lo mismo. A mí, mi profe me ha mandado una redacción sobre el estado y sus leyes. Y bueno, estoy hecho un lío. Mi tio anda atareado con sus historias de bailes. Joder, que tiene 58 años y no estamos para cuidarle a él. Me dice, coge un vaso, permanece quieto en el espacio, rígido, mostrando empatía con el público. No bebas, espera, estás en la oscuridad y tu te fías de mí, de todas maneras he metido el líquido en un recipiente no transparente.
Le hago caso, pero para mí que está pirado; entonces me dice desplázate por el espacio en equilibrio, en seguridad, mostrando tu confianza en tí mismo y en el contenido que yo te he dado. Traza cuadrados, traza líneas rectas de escape, de mundos posibles, de amor, de descubrimiento. Muy bien, gracias por tu confianza plena en mí, me honras, quizás nos debiéramos conocer un poco más, pero parece ser que todo lo que supones, anterior a nuestro encuentro, te ha dado una fe ciega en mí.
Lo que decía este tío está pirado; no sé tan poco me han contado cosas tan malas de él; podría desconfiar pero me da vidilla la corriente.

Devoluciones en caliente. CTXT. Amanda Andrades


No, no puede ser, me dijo que quedará otra vez quieto en el centro de la sala, que yo sería el centro del mundo.....; y le seguí el juego. Pero hostias, meterme una serpiente en el vaso y decirme que bebiera su contenido. Está loco, está absolutamente ido, estoy desplazándome por todo el escenario, sin control, perdido los nervios, mirándole con una rabia inconmensurable. ¿Qué moral le guía?; dios, paso del más absoluto descontrol, en mis desplazamientos, en mis movimientos de manos, de piernas, de brazos, a una quietud, mínima, pero cada vez mayor, para intentar controlarme. Para mirar el espacio recorrido y sobre todo, para intentar rehacerme, pero dura tan poco tiempo, esa parada. ¡Cuánto miedo tiene que tener mi tío, una sociedad, para que lance a los desvalidos contra el despertar de su confianza, el esperar que el rico, el que desvalijo todo un país, pueda tener algun sentimiento de empatía o conmigo, o con el desesperado que huye, porque en sus tierras, en sus aguas también introdujeron boas constrictor  que les ahogaba con sus "abrazos" de explotación.
Extenuado, he caído, en un rincón, oscuro, mi tio estado espera mi parálisis.
El primero para seguir experimentando impúdicamente, porque quiere crecer como coreógrafo, su afán de notoriedad, de ser único, le ha hecho olvidar que soy, no ya su sobrino, sino un ser humano. Al mismo que una sociedad aterrada por las consecuencias de su egoísmo y el no renunciar a nada, ha hecho encontrar los culpables en los diferentes, en los que vienen de fuera. ¿Qué esperanza hay?, si ahí, desubicado, no me llega ni la más mínima tenúe luz. Hundido en la sala, la luz me busca, mi cabeza se levanta, ve a los contratistas que encuentran a políticos amorales, destructores, capaces de enfangar mis pasos en la sala, también los encuentros entre los seres incapaces de pensar en la podedumbre humana de esos villanos 

CTXT. Gerardo Tece y los parásitos

y sin embargo, cuando me encuentro postrado, percibo ese haz, detrás de él, puede ver ojos que buscan, que se desperezan, que brillan, que rezuman ingenio en sus miradas charangueras y me arrastro, pesado, como clavado, pero me desperezo en los pies, sus dedos que buscan cosquillas, mis tobillos sienten con los círculos que trazo, mi pelvis se eleva llevando a las piernas y mi tronco con su cabeza, a girar, a girar, a voltearse, hasta que encuentra una senda, un, dos, tres, cuatro, chachacha y encuentra brazos, y cuerpos con mentes que vibran. Y se van, se van, libres, ¿a Venezuela? ¡Qué hostias no me ves que estoy en esta sala!
A ellos, ahora; a nosotros, cuando puedan, nos nombran sus enemigos. Tapar incapacidades

Como recuerda Gerardo en su carta, decía José Saramago: "si tenemos conciencia, pero no la usamos, para que sirve la conciencia. Europa, sus urdidores, buscadla en lo que hemos sido; crecer con ella, entre nuestros miedos

jueves, febrero 13, 2020

Lo que no saben desde la esquina

Ahí me han puesto, desde hace tiempo aquellos canalones vegetales. No estaban todo lo bueno que me habían explicado, quizás porque al hervirlos la puerta hizo un ruido sordo y la dosis de calabacin se mezcló antes de tiempo con el tomillo. Nada que no pudiera solucionar en próximas ocasiones.
El caso es que el corneta, mi primo, salió de su casa sobre las seis de la mañana, busca recoger ornitorrincos, después de aquella riada. Se suelen desorientar y se ha dado el caso que alguno ha aparecido en mi habitación pidiendo la  hora, ¡qué cosas tienen desde que juegan al mus!, ¡menudos pájaros!
 Yo, allí, en la esquina pensaba, como tienen mala fama y se dicen tantas cosas, que tendría algún ofrecimiento, pero que va, era el día de la radio y me empezaron a contar sus historias gente como Siniestro Total, después de tantos años, mis compañeros; podrían decir que si que existen episodios muy tristes, pero tenemos espejos kaleidoscopicos por delante para dar nuevas esperanzas. Algunos insisten en deshumanizarnos, en decir que las devoluciones en caliente puede ser legales.
Pum, golpe en el gemelo, la pescadilla puede estar buena pero se muerde la cola. No podríamos decir a un ser humano, destripado, como la calabaza humana de "Amanece que no es poco" se le tenga que tratar como un plástico abandonado porque haya descubierto que su tierra no da más de si para toda su familia y salga en busca no sólo de su salvación personal sino el ser soporte de todos sus seres queridos. Nico Castellanos, periodista de la Cadenaser, ¡hola día de la radio, hola carnecruda! ¡os quiero!, busca dar voz y visibilidad a nuestros predecesores, porque los nuestros, son los ellos de ahora, vamos, resumiendo, que me siento nuestrello.
En el esquinazo, piensan mis castigadores, a veces me enfado y les llamo, por si les afecta, mis madames, que no da para nada de si; pero si, con una mínima iluminación, que llega de la luz única que tanto años nos han dado las luces "platonifranco", podemos conseguir ver a otros migrantes, los de las guerras, los niños arrancados a las pizarras donde se aferraban para el conocimiento, y que sin embargo debieron salir para no sufrir las consecuencias de los respectivos matarifes nacionales, en nuestro caso, estos días se conmemora "la desbanda" y su inductor enterrado en una Catedral y los cuidadores de está, adoctrinando.
 Jodía esquina, dos paredes que confluyen, una cabeza que da vueltas. La montaña, el mar, la carretera, quebrar vidas con alevosía. Y el ser humano, sangre caliente, hervida por los miedos marcados por los irracionales.

martes, febrero 11, 2020

Ana No, azote a la indignidad

Alguien puede ir andando, soberbia presencia
Agradecido habla ex catedra, sobre el mal del otro
Lejos, Ana, desde los infiernos ha tomado un bus
No vuelve, rompe en pedazos, quizás, su refugio,
El diputado, sabe lo que quizo, corbata de indignidad

Vivir, haber conspirado, recortar dependencia, sanidad
¿es eso tu mal sueño que tratas de redimir en otros?
 Ana, en llagas, con la guadaña de bastón, es digna,
amor, alegria del regreso, lectura lejana para mercernarios
Eutanasia, no obligada, cortar recursos, acto de odio voluntario

Viaje de la Paucha, madre en Odisea para la muerte
descubriendose en islas entre proclamas vencedoras
desposeyéndose hasta la dignidad, para desde ahí
clavar esa bandera, donde se hunda la mente esclava
que dictó órdenes que hoy, en otros, son vilezas

lunes, febrero 10, 2020

Ana no, el libro de poros en lágrimas

Oí hablar de este libro "Ana No" de Agustín Gómez Arcos, por estas casualidades de estar escuchando la radio y a la vez estar en otras cosas; vamos que corres el riesgo de estar en Babia.
Pero sí, al final me acordé del libro y la lectora (es empleada, pero es un cielo) de la Central de Madrid, creo que es una viajante por los mundos de los libros, pero una exploradora para conocer los arrabales, los sueños, los miedos, los deseos de los habitantes de las tierras visitadas. Creo que si el autor de este libro en particular, nos cuenta las costras que tamponan cada poro de nuestra viajante. Ella, mi compañera "orácurazón" para este descubrimiento, sabrá que tiene mezcla de arcilla y sangre seca, porosa en proporciones desiguales.

Embarcado en sus consejos, no encuentro sosiego, pero si admiración en la escritura del viaje de Ana Paucha.
Pocas veces, "las cenizas de Angela" y el libro donde se narra la imposibilidad de escapar a tu destino en la meseta castellana" (Ay mi memoria), me han atrapado en la más absoluta posibilidad de tener una cierta escapatoria. Ana, la alegría del regreso. Así pusieron a la barca, su marido y sus tres hijos, en la que salían a buscar el sustento familiar. ¿Puede haber una mayor y mejor definición de amor familiar?
Fue un manantial de besos, secado por los egoismos de los poderosos. Lo comprendió cuando empezaba su hijo menor a enseñarla a leer y ya en las postrimerias de su vida cuando su guía guiado le ofecía la palabra como desnudadora de tanta hipocresía.
Pasos infinitos, eternos hacía una liberación. Ella, guiada por unas vías, de las que necesita salir para que no la ahoguen en cada paso. Como esta nueva sociedad, empoderada necesita salir del control de los fondos buitres que pagan mercenarios para incrustar sus mandatos en la esclavitud de una sociedad paralizada en símbolos e himnos, tan mentirosos como de sibilantes y ponzoñosos venenos paralizantes.
Hermana de no se sabe si una luz menguante que la hechiza

viernes, febrero 07, 2020

Delante, por senderos

A mi no me llames Samuel, desde hace tiempo me llaman Pakito y vaya tengo un éxito que no se si será por mi, ¿qué no, no? Ya decía yo.
El caso es que ese tal Samuel Johnson, debía pensar, por un lado muchas cosas, como médico y como sabio, pero luego sólo verbalizaba alguna de ella, una venía a  decir "el patriotismo es el último refugio de los sinvergüenzas ¿canallas? (por rebajar la tensión)"; estábamos en el siglo XVIII; luego el personaje de Kirk Douglas, coronel Dax, lo repite en "Paths of glory" delante de un general y claro esté, pues le farfulla unas cuantas realidades con las que se va a encontrar nuestro compañero. Yo que soy de aprender idiomas entre golpes y sutilezas, me encuentro hoy en una conversación con el francés, como lengua, en medio; y más o menos digo joder, pues no he visto la película o al menos, no comprendí su esencia. O no sé, porque en la maravillosa exposición sobre Stanley Kubrick, en el CCCB, hace dos navidades sí que pude contemplar una parte larga de la obra del cineasta; pero cuando mi interlocutor me la ha nombrado hoy, que estuvo prohibida durante unos años en Francia, la venta de honores no conoce fronteras "tu quoque filii me", es como si la venda de la anterior visionado, total o parcial, se me hubiera caído y todo el significado de la película me hubiera golpeado de lleno.
Había leído en el mismo lugar, en otra exposión, otra reflexión de Josep Pla que venía a decir lo mismo. Pero todo esto son sabios, ¿qué podría añadir yo?
 Al ser sólo búho, que no  berzas pues me transportaría al bancal, para ver cómo está de crecida la belleza, me imagino que tendría que escardarla, y por eso, me transporto a un partido de tenis, allí en la grada, alejándome un poco, tomo perspectiva; mástil agitado hasta amaestrarlo por un lado, y me voy al otro lado de la red, su partenaire le recuerda, dedicado a las materias, tu no me puedes dar “abogados” en 5 semanas. Suena un cañazo de la raqueta de esta manera: “y quebrar con martillo los frutos de los discos duros, que ya estaban recogidos”. Si fallas un golpe, le das una oportunidad de seguir parloteando de patrias, para aburrir a la mismísima Angela
Yo, ahora, los partidos no los sigo; a los señores de las medallas, a veces, flojo que es uno, en sus tintineos de baratijas mercadeadas, si; les conozco como vocean, igual que bizcean ante las dianas. Dicen que no lo son, que sólo son odiosos extranjeros, yo creo que en realidad sus flatulencias las tirarían también contra sus pordioseros enemigos nacionales.
Así que aquí me ando, la más larga es con la que se cubren las vergüenzas cuando está han sido golpeadas por el salvajismo de dejar vendidos a quien en ti han confiado. Otra cosa hubiera sido que el fruto se confitará para poder vender en los salones de los desaprensivos sus circulares de libre comercio, mientras ejercen un directismo hacía quienes les devuelven favores.
¿Se repetiría la frase tantas veces ese honorable, doctor Johnson como conciencia de ser unos canallas han tenido quienes saben que han utilizado el patriotismo para eso, tapar sus vergüenzas?  
Mis sesiones de conversaciones en otras lenguas, a veces, me cuesta comenzarlas porque tengo conciencia de mis torpezas, pero me enriquecen tanto. Hoy, por ejemplo, Kirk Douglas se me ha presentado en la trinchera de mi casa. Le he dado las gracias, dicen que es de buena educación

jueves, febrero 06, 2020

Mi cabra

Se entrega el uniforme, a los tirantes que disparan
le nombra su referencia nacional, desde tombolas
A mi cabra, que tiene una mala leche, ministra, dice
donde podría encontrar queso el rastreador de dianas
que en sus agujeros de machote, sueña ajusticiar

Locura de sociedad, el subvencionado se saca la chorra
mientras acude a solicitar fotos, él con su estampa
postrado al libre mercado, a sociedad que pide Estado
se huye cuando les recuerdan, sin callos, sin chalecos
sólo fotos sin substancias, sin vergüenzas, siempre
violentos contenidos

martes, febrero 04, 2020

Sin Cuerda, un rayo a la luna


Vaya, no sé quién me arrancaría de aquel bancal. Me había acostumbrado a aquel desfile de personalidades. En su momento, cuando vino a ver a José Luis, luego Marilyn se acercó a verme a mí. ¡Qué quieren que les diga!, me hice tantas ilusiones. Acercaba su cuerpo cimbreante y con sus labios carnosos marcaba cada uno de mis carrillos y de mi nuca. Eso era un sin vivir; aún no había salido más que la cabeza, pero esta y el corazón removían las tierras reclamando aguas y sí, me relajaba, y mucho, pero cuando llegaban las sirenas, cuando llegaban las sirenas. Aquello era una bacanal, nuestras mitades del cuerpo encontraron todas las zonas erógenas que llenaban nuestro universo de placer.
Ella, no duró mucho, era inquieta, cambiante, me dijo que le ofrecía una visión muy parcial del mundo. Yo, que besé bajo aquel chopo, el amor.
Pasó el tiempo y Ramón durante un tiempo también estuvo hecho un Lobo, Sharon también se recreó durante un tiempo con mi cabeza y mi torso, tiersos a la vez que tierno, en su brote. Parecía que seriamos en uno para el otro, lo nuestro duro más de lo que dura un café “on the rock”, pero empezar a salirme piernas y empezarla a hablar de mis sueños de recorrer el mundo. Ella no era de esas, quería tranquilidad y sexo. Yo, también lo segundo y por no tener lo primero me dijo que perdería con rapidez mi fuerza viril. Claro, acertó, y ahí estoy. Años después, buscándola por si se pudiera recobrarla.
Así que, fuera quien fuera quien me sacara incólume de la tierra, los avatares de la vida, me situaron en una cama, en un viaje deportivo, tuve que compartirla. Y como había dicho mi maestro, prevaleció el respeto a lo de ser un hombre, pero claro, vacunado por esos hechos y otros eventos, pensé que se podía bromear con el canalla, pero ese, como el alterado padre de “la lengua de las mariposas”, tiene de luces lo que tiene de Faulkner y ahí anda, pavoneándose como estos tiempos, que da estrellas a las luciérnagas.
Me dio tiempo a hablar con el alcalde, pero él, con la autoridad impenitente de acompañante, me ha querido poner un pin, en la camisa; yo, recordando los besos que ellas me estamparon en mis entrañas, le dije: esto que usted me ofrece con su autoridad, es una mierda. Y él, que por lo visto me conocía más de lo que yo creía. Me ratifico, diciendo, o sea que usted piensa, que esto es una “puta mierda”. Sin decir nada me avine a viajar en el sidecar con la autoridad. Está, como las homilías del cura, no era de contingente, ni necesaria, pero, era vestirse de medusa y vaya cómo se las gastaba. A mi aquellos viajes me gustaban porque me dejaban tocar el pito; aunque, cansados me dijeran alguna vez, mira niño, yo había nacido mayor pero ellos no parecían percibirlo, como si el estar plantado no me hubiera dado madurez, deja de dar por culo. Yo, le dije, no señor, a mí las extranjeras  me trajeron armónicas. Las rosas de Oklahoma, nos den el algodón natural

lunes, febrero 03, 2020

Spotlight entre sendas

Segunda parte de un día especial.
Cuando me despido de Belén y Mónica, a los pocos metros me encuentro con un ciudadano caido. No es tiempo para indiferencias, me acerco, sangra, dos personas están a su lado; el chico le sujeta y está agachado, la chica, en sus cuarenta años, cerca pero, más alejada. Les pregunto si han llamado, no; enseguida llamo, enseguida me responde, muy pronto llegan, cuando ellos se sitúan, yo, empiezo a desaparecer; me despido de su novia, porque antes me indicó que había bajado, porque él le había llamado al encontrarse mal. El chico ha perdido bastante sangre y las gafas se le han roto por un cristal, ha caido hacía adelante, cerca del bordillo, no le querido mover, su inmovilidad me ha puesto en alerta. Los profesionales del Samur están actuando con una gran profesionalidad, cuando me voy siguen sin haberlo movido. No soy importante, la ciudad sigue funcionando.

Leyendo de vuelta a casa "Hommage of Catalonia" de George Orwell, en la cabeza se me cruzan los periodistas que debieron alucinar con la situación de guerras en mitad de una Guerra; ya nos lo narra nuestro personaje, terribles consecuencias; el valor de aquellos que pararon el golpe, narrado también en sus veinticuatro, se les ha negado y sus derechos también. ¿Dónde está el orgullo ante la autodestrucción?
La película Spotlight, americana con todas sus consecuencias, valiente porque como Filomena expone un tema  que siempre es tapado por un aluvión de noticias por un lado, y por el silencio de las alimañas que ante estos temas, les callan con la promesa de sacar carnuza de una piedra de colores. Trasladaba las imágenes de esos personajes, al ser humano Mónica, al doctor Ramón que nos describen como han debido ir completando las informaciones, con las narraciones de todo lo que rodea a las circunstancias descritas. Siempre me viene a la memoria el primer libro que leí de Albert Camus, "L'etranger" lo que me costó entenderlo por el idioma y por todo lo que conlleva el tema tratado. Me pareció magistral, tengo una deuda de lectura con el autor. Nuestra ponente llega a los más diversos personajes, porque como dice, ellos quieren contar una historia pero también por algo que nos dijo Mónica, la honestidad y me repite hoy la protagonista: estoy aquí porque me importas. Siempre la percepción de esa sinceridad, da una cierta confianza a quien te va a transmitir su punto de vista.
Finalizo el día, viendo los pasos dados por Jordi Évole para empezar su serie de entrevistas. En alguna casa derruida de Bagdad, en alguna calle de Jerusalem, por Shangai camina un personaje que me contará una historia que detrás habrá tenido claves. La primera habrá sido salir de su zona de confort para que no haya un contador universal de tantos millones de pequeños detalles.
El último libro que he clasificado hoy ha sido "Juan Martínez estaba allí", de Manuel Chaves Nogales y el siguiente por leer "Frankestein estuvo allí", de Ahmed Saadawi.
El primero periodismo en las entrañas de la Rusia de los Zares, que cambiaba a la URSS, de una revolución fallida. El segundo, sus páginas me desentrañaran los porques de noticias ya oídas y algunas comentadas ya por Mónica G. Prieto en sus libros


domingo, febrero 02, 2020

Un día con periodistas

Si me preguntan como he podido llegar a ese portal, les diré que equivocándome. Siempre he sido de desorientarme mucho, como cuando un compañero de aventuras en piraguas, tuvo que aguantarme dando vueltas con mi coche por la ciudad de Granada, sin saber dónde ir, en una madrugada que ya pedía descanso. Por eso me llevaban a los ríos, ahí sabían que iría "to pa'lante".
El caso es que sí, me gustan los siete medios de comunicación, una televisión, una radio y  cinco periódicos  a los que estoy suscripto. Este sábado uno de ellos, me ha embarcado en conocer su trabajo.
Yo les avisé y hoy he  vuelto a aclarar que yo sólo soy maestro y que, como dice la ponente, no consigo que mis alumnas vuelvan a casa preocupadas por que han bajado su nota hasta 9'5 sobre diez, como pasaba en un autobús en un colegio de China. Aquí, en general, no sólo los mios, estamos a otras cosas; de hecho un aspirante a presidir este país, en su momento estudiantil, él compadreaba también con otros temas, no los de la carrera.
Mónica G. Prieto ha parado, no de hablar, hoy, si no de viajar por un tiempo; por eso, nos ha podido deleitar con un curso, entre maravilloso, efectivo y a la vez, ¡eh vamos, nos dice, arranca que sólo la acción te hace dar un nuevo paso!.
El objetivo general del curso, menos mal que me pilla en horario fuera de clase, si no, ¡buff! estándares, metodología, adaptaciones curriculares, atención a la diversidad, reunión de tutoria, reunión con tutores, me hubieran obligado a pedir una excedencia. Algunos creerían que es un trabajo ya de postgrado en la jubilación, por creerme ya en ella.
 Como decía pretendía la reportera de guerra, situar a las nuevas periodistas, había hoy mitad chicos, mitad chicas, ante las acciones a tomar en cuanto a las personas, lugares y cosas con las que se van a encontrar. Yo que no soy de la carrera, antes si, pero de las carreras, debo aclarar que el termino maravilloso, lo puedo sostener porque ha trufado el relato de situaciones prácticas vividas, muchas, no, lo siguiente, llenas de momentos al límite
Había momentos que su relato me transportaba a su libro "La Semilla del Odio" y otras veces a su libro en 5W con Maruja Torres, donde se cuentan y explican algunas de las situaciones que le servían para dar muy acertados consejos a los futuros periodistas.
Cuando hemos hecho un receso, primero pude hablar con Javier Palacios, productor audiovisual, que nos ha embarcado con el documental "Billy". Cuando, a veces, caminamos por sendas dolorosas donde confrontamos con pasados personales que nos hacen daño y que mostraremos en costuras que no fueron bien selladas. Quizás nos encontremos con miradas hoscas y silencios afilados, pero cuando nacimos, nos dieron una vida por vivir, sin ataduras, sin pines parentales y si comprendemos que nuestro trabajo va a ser tanto un bien personal, como también ayudará a la sociedad, analizando todo y aclarando lo que se hizo mal. Sus malvadas prácticas no son con lo que se debe en vivir  en una sociedad ni tampoco definir lo que es un cuerpo. Sea de la policía, de la justicia, de la economía. Sentirán ira, que no dolor, quienes se camuflan debajo de la denominación general para realizar o actos criminales, o injustos o dañinos, pero no quien entiende que "La ley y el orden" que quiere defender "Richard Jewell" en la película de Clint Eastwood, deben superar las apreciaciones personales de seres enganchados a sus apreciaciones de la vida.
 Hoy leía, en unos de los artículos de LaMarea que la narración debe estar por encima del relator personal, sé que quienes se han embarcado en ese proyecto lo harán porque como después siguió diciendo Mónica, la honestidad y la paciencia son una de las claves de está imprescindible profesión y en ellos rezumaba esa mirada. Incluso con la compañera guatemalteca que en mi apreciación personal, seguro tenía en el ánimo a Berta Cáceres y en nuestro caso, las eléctricas que traen tanta luz, como oscuridad en la destrucción del medio ambiente
En el segundo receso, comprendí, la precariedad en la que vive el periodismo del hoy en día. Fue muy agradable sentirme integrados entre ellos y ver el futuro que espero poder seguir financiando para que nos traigan perspectivas desde los seres que están viviendo en cada uno de los conflictos, de los que no somos ajenos, en la mayoría de los casos. Había ido diciendo la periodista G.Prieto del cambio de condiciones en el trabajo. Había pasado de ser apoyada por su periódico, a ser reportera freelance que debe buscar temas que atraigan a los periódicos que han pasado a otro estadio. Al leer “El director” de David Jiménez se entiende muy bien, primero existía una publicidad del paraíso capitalista que embarco a “los culpables” consumidores a querer vivir lo que se les ofrecía. Aportaban a manos llenas a los periódicos sus dineros para que sus productos se exhibieran y que quedará claro, también que no debían ser atacados. Cuando los jodios gastadores dejaron de comprar por ser lanzados a la realidad de su condición de ente asalariado con muchos números para ser esclavos, las empresas se fueron y los directores de periódicos tuvieron que apretar los cinturones que supusieron cerrar los agujeros que había ido abriendo las hebillas; por esos agujeros cerrados bruscamente, cayeron, primero periodistas ¡qué tardes con Gemma, Terenci, Ernest! y después las condiciones de estas, en su trabajo.
Algunas empresas buscaron o siguen buscando un camino fácil, alabar al partido en el gobierno, si eso abría espitas a sus dineros o a las de empresas beneficiadas por sus actos políticos. Pero las condiciones de las periodistas ya no mejoraron, había muchos y como decía Luis Alegre, los que les sobran al sistema, le viene bien a las empresas porque abaratarán las condiciones de trabajo; siempre habrá alguien dispuesto o necesitado para hacer por precios más bajos.
Pero los que ayer estaban allí, creo que no se conforman, no me dio margen a aprender sus nombres, pero los buscaré entre las firmas que alguna vez, al leer un artículo me diga agradecido, qué claro, que interesante, qué bello. Ayer me dieron unos cuantos nombres más, a los Ramón Lobo, Javier Espinosa, Mikel Ayestarán, Kapucinski, Alexeievich y más y más, porque cuando en esta última etapa lees a Ece Temelkurán o Ivan Kazrev y te indican como los relatos de los dominadores de los Estados se van imponiendo por la impunidad, desvergüenza y la presión sobre los medios libres. Estos y ellos te invitan a confiar en la búsqueda.
Cuando en las preguntas finales, seguían buscando soluciones a problemas prácticos que les va a surgir en el futuro, me venían las reflexiones surgidas de estos dos últimos autores, que junto a la apreciación personal, me creaba un sinsabor de sentir impotencia porque los relatos fáciles se imponen en las personas que trabajando se conforman con relatos fáciles.
Yo, siempre trabajador, prefiero levantarme con la búsqueda de las claves sobre una noticia que ha hecho Antonio Maestre.
Por último, el paraje para nuevos aprendizajes se encuentra, ahora, entre los ríos de Asturias, lugares por donde compartía experiencias con los palistas de Palencia, de Asturias, de Cantabria, de Guadalajara; íbamos con la cabeza y los ojos entregados a descubrir los sifones que enganchaban, las piedras que te apaleaban, los saltos que te removían las tripas. Creía que no me daba cuenta de las montañas, bosques, piedras que me rodeaban, haciéndose imprescindibles para mi vida. Ahora, en otro paisaje, en el inicio del AltoTajo, he comprendido que esos espacios me dan aire para sentirme nacer cada día. En aquel espacio, que los aires acompañen a los viajeros que se entregaron a descifrarnos mundos

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y