domingo, junio 09, 2013

¿De quién es la libertad de elección de centros?.

El club de los soñadores. A aquellos que nos despiertan


El derecho de los padres a elegir está siendo sacralizado por encima de la necesidad de racionalización de los puestos escolares. Dicho derecho está siendo difundido por los canales habituales, haciendo extensivo los principios de mercado en la elección de centros como si de la elección de un coche o un televisor se tratase. Además esa elección está siendo teledirigida hacia los centros que más “conviene” vía CDI, marketing empresarial, o simplemente dejando correr, cuando no fomentando  la “buena “fama” procedente de las “buenas familias” escolarizadas en este o aquel centro.



Desde la fábrica de opinión de nuestro gobierno, a las familias  se les está dejando creer:



Que los centros menos demandados lo son porque funcionan peor, porque su profesorado no está suficientemente motivado, porque son menos capaces, o porque los aromas de la innovación y el emprendimiento no han traspasado sus muros;  que los buenos resultados de los centros de “buenas familias” proceden de una práctica pedagógica “excelente” como si la condición socioeconómica no tuviera nada que ver. Por ello, la administración, indirectamente, está proporcionando las pistas necesarias para que las familias de sangre azul o con vocación de tenerla no mezclen a sus hijos con las bolsas de inmigración y de pobreza que se extienden como la pólvora de la mano de esta estafa llamada crisis.



El otro día en la reunión del grupo de educación de Alcalá, los representantes de los padres expresaron algo que es de preocupar. Dicen que entre las familias circula la creencia de que si un centro se queda sin alumnos por algo será; o que si tienen muchas demandas de matrícula algo hacen de manera especial. Con ello parecen creer que acudirán a por su plaza escolar como el que acude al Mercadona a recoger su producto en una estantería repleta en la que hay excedentes. Sin embargo, pocos ven que este modo de elección conduce al cierre de aulas o centros –caída de la oferta educativa- y que dicha caída conduce inexorablemente a las familias a una competición por colocar a sus hijos junto a los de mejor “linaje” con la consiguiente  estratificación de la oferta educativa y, muy probablemente, con el famoso *derecho de elección de centro* insatisfecho como bien nos señalan los compañeros de un instituto de Alcalá.



Por ello, creo sinceramente que debemos redoblar nuestro compromiso con las familias para trasladarle esta otra verdad que  no se parece mucho a la verdad oficial. El distrito único es otra estafa más de un gobierno mentiroso interesado en favorecer el afán de lucro.



Tras esta reflexión, buscamos el apoyo en la realidad:    

 La zona única de escolarización en la Comunidad de Madrid y más

concretamente en Alcalá o alrededores: ¿se está cumpliendo este decreto?, que a casi todos nos parece desequilibrador, pero ahí está.



> Si en vuestro centro pasa como en el nuestro (texto adjunto) podéis

> responder aportando datos objetivos para realizar si así se considera un texto conjunto.



 *La zona única escolar en la Comunidad de Madrid*

¿Es en realidad un verdadero ejercicio de libertad la elección del Centro Escolar?



No parece ser así, atendiendo a los datos de que disponemos en un instituto de Alcalá de Henares y a los aportados por la administración educativa de nuestra Comunidad.



 Como muestra de transparencia y objetividad en la información debemos

decir que:



Nuestro Centro, en el actual curso 2012-13, tuvo 149 solicitudes de   admisión y se denegaron 114 de ellas. Además, se redujeron en 1,5 los grupos autorizados, lo que supuso un aumento de la ratio (relación profesor/alumno) hasta 28’5 de media.


De cara al próximo curso 2013-14, las solicitudes presentadas han sido 128 y las no admitidas, 77. La lógica indica que a más demanda debería haber mayor oferta para cumplir realmente con el contenido del Decreto 29/2013 sobre la libertad de elección de Centro por los padres; sin embargo, la administración educativa, no solo no tiene previsto ampliar el  nº de grupos  para poder dar cabida a estos solicitantes, sino que va a reducir un grupo más, con el consiguiente perjuicio para las familias demandantes y para los demás alumnos (por un nuevo aumento de la ratio, sumado a la pérdida de docentes de la plantilla del Centro).



En relación con este último aspecto, cabe destacar la supresión de 14

plazas de profesores (el 21’6%) en los últimos dos años, a pesar de que el volumen de alumnado, cercano a los 750, sigue siendo muy similar a cursos anteriores.



Por otra parte, el buscador de centros de la Consejería de Educación

ofrece una información sobre nuestro instituto que no se corresponde con la realidad: no aparecen vacantes en Secundaria, cuando sí se ofertan desde el propio Centro, concretamente 20.



Resulta indignante ver cómo a las familias demandantes no se les atiende en sus preferencias de elección y no se respeta su derecho a una escolarización pública de calidad.

Sólo me queda agradecer el aporte en la parte final de los datos sacados directamente de los manejados por la Consejería. He querido introducir en primer lugar, una reflexión de un compañero a raíz de estos ultimos datos

No creo que pueda ser dicho de mejor manera. Simplemente remarcar lo terrible y pueril que resulta que una institucion maneje de forma torticera (mienta) acerca de palabras como libertad de elección de Centro, ¿de quién?, si, de forma práctica ¿de quíen? y zona única, ¿a quién beneficia? ¿de que manera se materializa?. Pero, perdón, porque los datos y las reflexiones arriba indicadas, son demasiado claras

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Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y