Embarcado en un bajel con vientos portantes, olvidados ya los mástiles y botavaras que te acercaban a lo imposible.
Embotado por palabras de las que quiero ser amigo y que me piden paciencia.
Empalado por la injustica del siempre poderoso que empozaña palabras del crédulo
Sigo sendas que sabios trazaron para ser caminos a otros descubrimientos
Trémulas palabras ante quien posee fábricas de vacuidades
Treme suena para aliviar el dolor de la certera lanza
Tremendas fuerzas están dispersas por las patagonicas imposturas
Sé, soñando pequeños grupos que encuentren caminos para la unión
Y recibo, el alivio de personas que muestran claridades,
Germán de econoplastas, siempre nos lo pone más fácil
seguro que en la fría o asolada plaza nos encontramos,
quienes nos aplastan con su verdad, no soportan al ser
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