Este día de huelga, lo he vivido de forma muy diferente a siempre y me alegro, por que aunque tarde, huelga es sentirte unido a otros con parecidos problemas a los tuyos. No es un día triste, a pasar como se pueda. Lo estoy aprendiendo a aplicar.
Los momentos de charla con los diferentes compañeras-os me han resultado de lo más gratificante. Cuando a las siete de la mañana coincidí con gente en el polígono donde esta el hipersol, y ví como intentaban explicar a los trabajadores que el remedio no era agachar la cabeza y aceptar el mal menor, me alegró.
Mi punto de partida de todo para esta parrafada, sería una mini asamblea en el "Galeprix" (Santo Domingo), de la cual me debí ausentar y que me pareció muy interesante como de una forma respetuosa se puede discrepar.
Mi particular punto de vista, después en la manifestación de las 19h. es que vivimos en una sociedad que nos vamos dando cuenta que tenemos que ser nosotros mismos quien intentemos cambiarla; mientras llega esto, existen muchas formas de asociarse y por muchos motivos (algunos en nuestra vida diaria llegamos a poquito y nos vemos obligados a confiar en colectivos o partidos que no siempre cumplen las expectativas).
Me da miedo que nos ataquemos entre los que estamos defendiendo cosas no demasiado alejadas y más en ese día donde creo que el objetivo es otro.
Analizados el día a día, no creo que nadie se pueda sentir con derecho a demonizar al otro, ni a sentirse el representante puro de una sociedad, de una juventud o de un colectivo. Existen sindicatos, yo estoy en uno donde el representante en mi instituto es la caña, que siempre van a parecer llenos de impurezas en sus acciones, pero que en el día a día están ayudando a diferentes grupos. ¿Hasta la perfección?, yo no lo soy, porque se lo voy a pedir al otro, si además yo suelo desaparecer en el día a día.
Sólo irán quedando ridiculizados, si interviniendo nosotros, sus acciones se van empequeñeciendo, pero también la realidad es que nos hemos embarcado nosotros (es necesario, comprender nuestra cuota de responsabilidad) en proyectos que nos atan en nuestro día a día (estoy seguros que los de arriba sabían mucho de como estaríamos después de una época de ponernos el anzuelo) y que nos terminamos dando cuenta que nos nacen necesidades que deben ser atendidas por seres que sólo se dediquen a ese aspecto, no es el ideal, si la realidad; ejemplo cuando alquien nos pide un abogado, nos vemos desbordados por donde buscarlo y además pidiédole el mismo grado de nuestro voluntarismo.
Me pierdo, me siento identificado con cada uno de los que ayer estuvimos en las acciones de la mañana, pero también en la manifestación de las siete.
¿El problema final? Siempre sería deseable que quien va a tomar una decisión personal, tenga en cuenta que los que luego vamos a estar, durante un rato, cerca de él, sin embargo no hemos sido consultados si estamos de acuerdo con lo que él va a realizar
Esta mañana, se me daba la oportunidad de oír a Alberto Garzón, un parlamentario de IU, y su capacidad para cuestionar de una forma razonada la ayuda dada a la banca. Bueno, pues es otra ayuda y a todas debemos respetar
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