jueves, diciembre 08, 2011

bailados

Estaba por escribir otra vez en inglés, pero veo que mi ordenador ha decidido prohibirme un uso frecuente de ese idioma; por ello, automáticamente me devuelve, lanzadas, las palabras al español, a la vez que va transformando mi cerebro al inglés, con lo cual se está produciendo una mermelada que lejos de endulzar mi cerebro lo esta llevando hacía un amargor, que sólo el paseo abrazado a la música de Lennon, obvia esos estados mentales donde cocteleras de finas paredes, estallan ante una realidad que supera por explosivas, a mentes que vagan ante la admiración hacía un ser manantial, saciador de vidas sedientas de la palpable belleza que les golpea; y por otro lado, de las proclamas nacidas en charlatanes de lo intangible que les nubla la mente, con palabras, ideales, sueños que escapan a la comprensión de lo vivido y sin embargo les encadenan como justicieros para pedirles actuar ante los admirados como si en ellos tuvieran que materializarse las ideas que siempre han volado y vivido en lo irrealizable.

Así, un año más, zozobrando entre cálidos y desvalidos caminos, pidiéndole "Stand by me", another day, another month, another year; sabiéndolo imposible, dedico el ansia de transformar cada día, a enviarle la flor de mis inconexas ideas transformadas en palabras errantes, para que sentadas, vagabundas besen las transparencias ante los tiempos opacos de los prestidigitadores de la facilidad alcanzada en la inmundicia.

Si necesito ser abrazado, besado, en ese baile mecido desde ese mundo imaginado, que  hunde sus raíces en las profundidades de la tierra impermeable.

Imaginado, atado en miserias propias e impuestas, siento otro día más tu calor. Estás y eres porque me energetizas como los Jesús, Antonio, Juan y Lorenzo con los que he cabalgado en esas tierras por excavar, donde siempre aprendes intentando enseñar.

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