martes, enero 10, 2012

Austeridad

Interpreto que escribe Tony Judt, historiador inglés maravilloso y que como legado, antes de su muerte por la enfermedad de la ELA, escribió"The Memory Chalet" que un desconocido y poco publicitado primer ministro británico: Clement Attle, entre los años 1945 y 1951, realizó una política en aquel país que puso las bases para que durante años crecieran de una manera equilibrada y plausible. La base de su política fue tomad conciencia de lo que aquel país era y sobre todo de hasta donde podía llegar y por eso su política fue equilibradas y sin ofrecer algo que luego les marcará caminos que no podrían seguir.

Traslado esto a nuestros días, a una entrevista sobre una carta que alguien había escrito a un periódico donde esta persona indicaba que ante la toma de medidas por parte del gobierno. Él, también iba a tomar sus propias medidas de adecuación a esas medidas y por lo tanto también prometía austeridad. (¡Cuando les gustaría que gastásemos para poder recaudar!, pero si ellos se han dado cuenta, ¿Por que no nosotros?).

Es muy difícil, cuando oigo la publicidad me parecen unos auténticos magos que te hacen aparecer como un ser único, que puedes ser rey de cualquier mundo maravilloso y estos magos siempre están al servicio que quieren venderte algo que al final tiene su precio.

Agradezco al ser humano Judt, que dediqué el primer capítulo de su obra póstuma a algo que nos debiera guiar a pensar, al 99% de la población como ponía en las acampadas de Dublín y de Galway y que es a ser maravillosamente austeros porque por encima del dinero que nos pueden abrir puertas, de llaves a pagar, de  mundos soñados, seamos capaces de comprender que en nosotros mismos poseemos muchos valores, que nunca nos debieran llevar al enfrentamiento sino al conocimiento del otro, que decía Kapucinski, desde el propio "yo" de ese otro.
Y allí seamos plenos en nosotros, aceptando nuestra deficiencias, con las que vivimos y crecemos porque buscamos caminos, áridos, floridos, húmedos, ventosos que nos hacen bajar la cabeza, para evitar la aventada arena, y porque no dudamos en seguir porque estamos viendo más lejos de los artificios pasajeros, pagaderos

Y ahí, queda, dedicada esta reflexión hacia los seres que ven horizontes, que sueñan Itacas, que bailan, porque la lucha nunca debiera ser tristeza

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