sábado, septiembre 22, 2012

Ser sólo un pequeño medio


Me llega el siguiente mensaje, que es una llamada de atención a no refugiarnos en nuestras alas que al final no soluciona nada

Queridos compañeros
Aquí os dejo algunas ideas que me parecen útiles para nuestro objetivo, cambiar el mundo y hacer de él un lugar mejor.
Os añadiré algunos enlaces que desarrollan y explican con detalle algunas de las ideas. Quizá algunos de esos enlaces os suenen porque fueron difundidos también en las páginas de Marea verde o de Soy Pública y en mi propio blog.
Por supuesto esto son mis opiniones (podéis encabezar todo con “Creo que…”) y no les da valor que yo las avale, ni necesito que las respetéis (como os diré luego), simplemente consideradlas si os apetece y usadlas si os sirven. Será su verdad y su utilidad lo que les dé valor.
Se habla con los hechos.
Lo que hacemos muestra nuestra opinión o nuestra postura sobre cualquier asunto. Cuando nuestro discurso no va en la línea de nuestros actos, nadie duda sobre qué es cierto, la gente cree nuestros actos y nuestra palabra pierde valor. No podemos hacer cosas como decir “Así no se puede dar clase y… dar clase. El pacífico lenguaje de los hechos.
A la gente sólo le interesan sus problemas. Muy bien, pues ahora es TÚ problema.
Nuestra sociedad tolera el sufrimiento, el hambre y la muerte evitable de miles de personas en otros países y en nuestro propio entorno. Eso es un hecho, nos guste o no. La inmensa mayoría de la gente, tristemente, no asumirá un perjuicio personal para que la situación de un tercero sea más favorable o simplemente justa. Insisto, mirad el telediario si no lo creéis.
A largo plazo la única solución es la Educación con la que ayudaremos a que se cree una sociedad con conciencia y empatía, pero hace falta una solución a corto plazo, porque siguen cayendo muertos en la cuneta que no pueden esperar.
Cuando vamos a una tienda a quejarnos de algo y no nos hacen caso (porque evitarnos es más sencillo para el dependiente que cursar la reparación) lo más efectivo es amenazar o poner una reclamación, porque ahora el problema personal que le causas es mayor que el de repararte el cacharro.
Por lo tanto dos líneas de actuación.
Muéstrale cómo el problema general le afecta PERSONALMENTE. Por ejemplo, al no atender inmigrantes sin papeles, las personas que le limpian la casa, hacen su comida y cuidan a sus pequeños estarán enfermas.
Convierte el problema en su problema personal. Es el caso de la reclamación que decíamos.

Debemos tomar las acciones que les molesten a ellos no las que nos gusten a nosotros
Por mucho que nos guste juntarnos y hacer actividades originales e imaginativas, y creedme que yo también siento el subidón y la emoción de cantar con vosotros y vernos unidos luchando por el Bien, no debemos olvidar que tenemos objetivos.
Pensemos nuestros objetivos
Elijamos acciones que vayan en la línea de conseguirlos
Evaluemos nuestro éxito según el grado de consecución de nuestros objetivos.
A corto plazo es imposible que enternezcamos o generemos conciencia en los poderes que toman las decisiones. Normalmente no las toman por error, conocen sus consecuencias y no les importa o asumen el coste del daño que nos hacen.
Por lo tanto nuestras acciones deben ser de FUERZA (no digo violencia), tienen que obligarles a hacer cosas y tomar decisiones con las que NO ESTÁN DE ACUERDO. Tiene que ser peor sufrir nuestras acciones que mantenerse en su posición.
Por lo tanto propuestas como “cantaré hasta que cambies la ley” producen escasos resultados, como hemos visto durante un año.
Una propuesta de acción en este sentido sería DENUNCIAR LEGALMENTE a las personas concretas que toman las decisiones que entendemos injustas o ilegales, también aplicando el espíritu del punto anterior.
Si os fijáis, En nuestro esfuerzo de hacer una lucha sostenible para nosotros, la hicimos tolerable para ellos.
Vive como quieras y paga el precio. Usemos la burocracia a nuestro favor.
Aprendamos de nuestros alumnos. Nosotros les decimos que es obligatorio hacer un trabajo y ellos nos dicen que qué pasa si no lo hacen.
En realidad no es obligatorio, en realidad ellos tienen la libertad de hacer lo que quieran y nosotros de responder como consideremos.
Mi propuesta es, dejemos la autocensura y hagamos lo que consideremos justo y dejemos que el mundo responda, si puede, para más tarde responderle nosotros de nuevo.
Que me dicen que no puedo dar explicaciones sobre la movilización en clase, muy bien, pues yo lo hago y ahora te toca a ti buscarte la vida para probar que lo que yo he dicho no se ajusta a la legalidad en un proceso largo y aburrido en el que te pondré todas las trabas posibles. 
¿Por qué no usar en este caso la burocracia lenta y pesada a nuestro favor?
Así que esta sería otra propuesta de acción, que funcionará mejor cuanta más gente la tome.
No llevar a cabo instrucciones que nos lleguen que sean inaplicables o consideremos inmorales.
Vive como quieras y paga el precio Al final de este artículo hay un pequeño texto sobre “ser un chivato” que quizá os guste para usar con vuestros chavales.
La gente no actúa porque no conoce el problema
Debería ser evidente para nosotros que la gente conoce problemas de extrema gravedad, como que cada día mueren miles de niños de pura hambre, y no actúan.
Es cierto que hay que dar información, pero una vez el hecho es conocido, debemos incidir, como os decía, en qué manera ese problema es un problema personal para esa persona (para obtener resultados a corto plazo).
Un caso común de sobreinformación sin resultado son los embarazos juveniles. Se ha visto que se ha llegado a un tope y que informar más no reduce su número.
Recuerda: Algunos de nuestros compañeros, quiero decir contemporáneos, no conocían la convocatoria de huelga indefinida, pero una vez que la conocieron tampoco se sumaron.
Quizá te ayude pensar en qué mensajes te están dando o en qué te podrían decir para que dejaras de hacer esa cosa que haces y que sabes que te perjudica. Por ejemplo, los que seáis fumadores o engullidores de comida basura, o lo que sea… ¿Habéis visto qué difícil es concienciaros con el mensaje, aunque os conste su veracidad?
La gente no es serena… lo que pasa es que no le importa.
¿Cuántas veces nos han pedido serenidad y moderar nuestras medidas?
¿Hablamos de los mismos ciudadanos que les das un pequeño golpe con el coche y salen chillando con intenciones asesinas?
Yo veo a muy poca gente serena a mi alrededor, y las veo incluso violentas cuando un problema les afecta o les importa de veras.
Cada vez que alguien me propone alguna medida “tranquila” y  a largo plazo, le pido que me la vuelva a proponer pensado en que soy uno de los cinco mil que lleva un año en paro, o mejor aún, que piense si la propondría él si fuese uno de ellos.
Cualquiera que proponga una medida que afecte a un colectivo y argumente que es justa, debería ser capaz de asumirla personalmente.
La excepción y la mayoría
No nos confundamos, pensar en que la mayoría de los compañeros que no ha hecho huelga es porque no le llega el dinero para vivir es como pensar que la mayoría de la gente que roba lo hace para comer.
Y lo mismo en cualquier caso, en la manifestación del sábado pasado, ¿la ausencia de los 5 millones de parados tenía que ver con que les fue imposible venir? ¿Ni cien mil podían?
Derribar todos estos mitos nos lleva a dirigir mejor nuestras acciones, porque las haremos para cambiar las verdaderas causas de los problemas en lugar de luchar contra humo.
Regla de tres directa: Nuestras manifestaciones afectan al PP como las de los Legionarios de Cristo al PSOE
Recordad cuando se aprobó la ley del aborto o del matrimonio gay, la que se montó en la calle con la gente más conservadora y ultracatólica. Decenas o cientos de miles de personas en contra de una medida, las calles a rebosar, cantos y bailes…
El gobierno del PSOE no hizo ningún caso, esa gente no eran votantes suyos, tampoco influyen significativamente en sus votantes, y ni siquiera los votantes de izquierda necesitan que se haga un gesto estético de respeto o consideración hacia ese grupo particular. Todo ese movimiento de gente nos importó un pimiento.
Pues queridos, ese es nuestro caso respecto del PP. Eso es lo que les importan nuestras manis, cánticos y demás. Ellos miran por la ventana y constatan que hay cien mil personas que no están de acuerdo con ellos, pues muy bien. De hecho saben que hay millones, pero no es algo que les importe. MIRAOS CON SUS OJOS.
Es tu elección, pero me afecta a mí.
Supongo que todos hemos oído a otros profesores decir que debemos respetar sus elecciones y opiniones.
Pues lo siento mucho, pero las opiniones no son respetables, lo que es respetable son las personas.
A un racista violento le metemos en la cárcel en lugar de darle una paliza porque respetamos que es un ser humano aunque despreciemos sus opiniones (más detalle sobre esto de no respetar opiniones aquí (Perdone, pero yo no respeto opiniones)
Si lo que la gente reclama es su derecho a tener su propia opinión, no hay problema.

Si lo que la gente quiere además es que la opinión que eligen tener me parezca chupi, pues lo siento, no tienen ese derecho.

Si lo que se pretende es que me calle lo que pienso sobre su opinión... tampoco tendrán suerte:

Las decisiones que tomáis por acción u omisión repercuten en otras personas que tienen todo el derecho a opinar, a estar en desacuerdo y a afeároslo, os guste o no. 

Lo siento mucho, pero vivir "mancha". No te puedes quedar a un lado, no puedes suspender tus elecciones. Las situaciones te exigen que te posiciones y que asumas las consecuencias de elegir un bando. Es una putada, lo sé, pero así son las cosas, yo me veo en la misma encrucijada, como todos los demás.

Respecto a esto, escribí algo que uso con los alumnos, os lo enlazo por si os sirve. Una mala noticia, en ocasiones lo uso en combinación con este otro Una buena noticia
Somos responsables de lo que hacemos y co-responsables de lo que toleramos
Siguiendo la línea del punto anterior.
Vivir es tomar partido y actuar, y eso lleva aparejado recibir las consecuencias de tus actos y ser responsable por ellos. También es indiferente que quieras admitirlo o no, o que te guste más o menos oírlo. Eres responsable de lo que haces y estás “haciendo” todo el tiempo.
Este reunirnos y hacer cosas juntos nos hace sentir bien (psicología de masas) nos divierte y tranquiliza nuestras conciencias. Pero, ¿cuál era el objetivo? ¿Se ha cumplido, al menos en parte? Unida a la acción “folclórica, ¿hay un resultado real que reduzca el sufrimiento de aquellos por los que luchamos?
Pues tengo que deciros que, con mucha frecuencia, no. Que los actos se pagan solos, adquieren sentido por sí mismos, se convierten en acciones de consumo interno en la que “predicamos a conversos”, hablamos de cosas en las que ya estamos de acuerdo, y nos complacemos en lo buenos que somos nosotros y lo poco consciente que es el resto. Mientras tanto, aquellos por los que luchamos siguen sufriendo despidos, enfermedades, hambrunas, guerras y muerte.
Tenemos que ser nosotros compañeros, porque no hay nadie más. No podemos esperar o pedir a la gente que no cree que haya un problema en el mundo, o que lo sabe y se siente en el lado de los privilegiados, que sean los que cambien el mundo.
El folclore no es neutro.
Sí, aquí de nuevo dándole caña al folclore.
Insisto en que a mí me emociona, hasta las lágrimas a veces, verme codo con codo con vosotros y miles de personas luchando por el pueblo oprimido. Pero yo lo que quiero es cambiar el mundo y me pregunto si estas acciones ayudan.
Somos manipulables hasta extremos inconcebibles.
Nos ENTRETIENEN, compañeros…
Nos hacen perder el tiempo y las energías enredándonos y disipando nuestras fuerzas en batallas que no nos llevan a ninguna parte.
Convierten nuestra lucha en ver si una manifestación pasa por una calle u otra, si nos quedamos en una plaza hasta más tarde de una hora… Y cuando lo conseguimos, nos vamos contentos de haber ganado una batalla… pero, ¿cómo sigue la gente que sufría por la que luchábamos? ¿Ha mejorado su situación?
Busquemos batallas y acciones más concretas, de nuevo.
Hagámonos algunas preguntas.
1. ¿Qué partido político o sindicato podría soportar que se dieran de baja todos sus afiliados?
2. ¿Qué empresa podría soportar un boicot general a sus productos?
3. ¿Qué gobierno podría seguir un día más si todos paramos ante una decisión intolerable que, en tanto que lo es, no toleramos?
Así de fácil, así de fácil… no quemo nada, pero tampoco me limito a cantar canciones… Así de fácil.
Efectividad
Aquí os llamo a leer el artículo donde se analizan qué características pueden hacer que nuestras acciones sean más efectivas. Y esto insisto no significa que nos gusten, o nos produzcan una buena sensación, o les guste a la gente que ya pensaba como nosotros. Significa que aliviemos el sufrimiento de aquellos a los que defendamos.
Hay que tomar el poder, aunque no nos apetezca.
La buena gente del mundo con frecuencia es humilde y no está interesada en las luchas de poder o en el dinero. Renuncian a meterse entre los tiburones que se despedazan y se reparten a mordiscos esas cosas.
Pues tengo un problema con eso, queridos míos. El poder no ha quedado desierto, esperándoos, lo han ocupado ellos: la gente de intenciones no tan buenas, de sentimientos no tan limpios, ni tan altruistas o preocupados por el bien común.
Entiendo que no os apetece, que no os sentís atraídos por esos entornos, que os interesa compartir el tiempo con la gente que os quiere y hacer cosas bellas… Pues, prestad atención, la gente os necesita, os necesitamos desesperadamente.
Os necesitamos humildes y sencillos, pero poderosos, y ejerciendo vuestro poder con esas cualidades, para que podamos construir una sociedad mejor.
Queremos que seáis nuestros alcaldes, nuestros ministros, nuestros jefes, nuestros empresarios… os queremos a vosotros a cargo de esto.
Mirad sino al mundo, lo que poco a poco construimos en nuestras pequeñas parcelas, lo destruyen ellos desde sus centros de poder de un plumazo y en segundos.
Estamos llamados a encabeza la lucha obrera y popular
Otro mito común es que “La gente con más seguridad es la gente que lucha con más fuerza o que más reclama su dignidad”.
Personalmente he visto a obreros sin cualificación ponerse en su sitio delante de sus jefes, cuando podían despedirlos de un plumazo, y a funcionarios inamovibles morirse de miedo ante la sola mención de la palabra “inspector”.
Al final tiene mucho que más que ver con tu carácter, que con tu situación, el hecho de que te plantes o no.
En cualquier caso, en estos momentos tan duros que vivimos, nosotros, aquellos que difícilmente podemos ser despedidos (veremos en el futuro), y que tenemos unas condiciones laborales en ese sentido bastante más favorables que la gran mayoría de trabajadores, estamos llamados a encabezar esta lucha.
Un compañero se disculpaba porque no podía (de verdad) hacer la huelga con nosotros. Bien, es mi orgullo y mi privilegio luchar por aquellos compañeros que no pueden hacerlo, dar la cara por los que están peor que yo.  Asumamos nuestra responsabilidad con nuestra sociedad y pongámonos en marcha.
No te gusta el mundo, cámbialo en la medida de tus fuerzas.
Ya que habéis llegado hasta aquí, me gustaría compartir con vosotros una actividad que hago con mis chavales para que se conviertan en adultos, lo que significa Mirar cómo está el mundo y tomar las acciones que lo cambien para mejor en la medida de tus posibilidades.
Uso un texto que escribí hace unos años (LOS OTROS Y TÚ) y aquí tenéis una propuesta de cómo desarrollar esta actividad en dos sesiones.
Me parece pertinente ponerla aquí, porque también es un desafío para nosotros, ya que llama más a la actuación eficiente que a la queja verbal, y ya discutimos más arriba que este es uno de nuestros problemas.
Si os han gustado todas estas ideas, sentíos libres de difundirlas.

 Gracias por estar ahí, por cambiar el mundo, por poner vuestra cabeza y vuestro corazón en ello y por inspirar nuevas ideas y a otras personas para que de veras este mundo sea un lugar mejor.

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