Bruce en un punto indefinido de un espacio casi desértico
Caroline vestida en azul, para la fiesta anual, el rastrillo
Las gentes de Karangasso, señalan el día, señalan el plano,
Muy lejos, quizás el amor a una madre, a un padre, es igual
La normalidad de pensar que siempre estaremos en la plaza
Se interrumpe en los espacios de los tiempos para la
emigración
Hoy, regresan con dádivas quienes emprendieron
incertidumbres
Concesiones para buscar el calor de las casas que se
permanecen
El niño mira, ser pleno, borrosos soportes de ahora y los
entonces
Guarderias, hospitales, futuros con raíces contra barcas
deshinchadas
Por piratas de supervivencias, por piratas de opulencias
miedosas
Big Man ilumina ramrod, estrellas fugaces, que el migrante
sueña anclar
Damos precio estos días a esfuerzos de pobladores que donan
habilidad.
¿Cómo asaetear a noches en vela del infortunio, con su pago que
siempre llega?
Drive all night con el saxo de los padres blancos que
despiertan esperanzas.
Ahí en una pequeña escuela de un pueblo, puerta al Alto Tajo, el río abraza
Cuando los remolinos te atraen, cuando los sifones se
cierran como losas,
Las dulzuras de rosquillas de amor, la ebriedad de un licor
enraizado,
Ofrecen palas, chalecos para que la desembocadura fertilice
futuros
Tarea larga es aprender a deshacerse de las dagas afiladas
de las diferencias
Remarcadas
Esfuerzo inmenso es levantarse de los colchones de un
bienestar exclusivo,
Impostado
Vagar como un Tom Joab consciente de lo que se es, entre
pequeñas avaricias
Cegadas
Huetos Karangasso, ruta entre los pueblos que mezclan
miradas, alejan airados
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