domingo, agosto 18, 2019

púgil

Si  a tu mente, atormentada, la sociedad que te rodea te resulta difícil de analizar y siempre encuentras la misma perspectiva marcada por las antiojeras, no te preocupes no dudes; a tus puños, entrenados para la obediencia absoluta, le van a ir adornando de guantes con los que te asegures de marcar las certezas con las que fertilizarás al enemigo; porque sí, te han creado no para mirar a los ojos de quien te niega tus certezas, sino para observar las debilidades de sus cuerpos para que reciba la contundencia de tu físico, eso ya será suficiente, lar marcas del cuerpo paralizan, los vuelos de los sueños. Más efectivo, a tus neuronas no las ves en su crecimiento cuando las ejercitas.

Acudes a pub, no para hablar de lo que te rodea que muchas veces no coincide con lo que te hacen tragar en pastillas e ingieres dosis de alcohol fermentado con moléculas de odio y tintes de deshumanización, Las pintas son las únicas palabras que enlazáis para hacer brotar las sílabas de puntapies, cabezazos y bíceps engrasados por vuestros dioses incuestioncados. Llenaréis vuestra barriga de tanto envenenado líquido que si la tertulia de vuestros señalados opositores durará una vida, venderías vuestro alma en maratoniana espera, para ser los pateadores proclamados justicieros.

Puede pasar esto porque los monitores ensalzan la beldad del triunfador de una sociedad saciada de héroes entrenados para la magia de parecer emprendedores para otros mundos ignotos, ¿mejores?. Vívimos pequeñas realidades que delatarían las inmensas conexiones casí invisibles que nos llevarían a buscar encuentros, pero no: diputados apostadores entrenan a sus seguidores para que sus golpes deshilen las pequeñas telas en la que nos vestimos una sociedad diversa.

Entrenados batalladores apagan las luces que se necesitan cuando las perspectivas han entrado en horizontes ennegrecidos sin posibles estrellas.
Sus golpes buscan a los Owen Jones, que se comprometieron a bucear en lo vivido para sacar a la luz las tantas relaciones con las que crecernos para unirnos.

Golpearon los púgiles, ganan los trileros que se llenan en sus bolsas de telas de patrias vendidas


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