viernes, diciembre 12, 2025

Restos de miel en un escalón

 Camino entre aquellas carrascas en la indolencia de una mañana más y el desconocimiento de los muchos días que se suceden sin nombre. 

  Enfundado en una casaca de guerra, desembuchó las tijeras más ligeras y exhibió las mas grandes y poderosas para comedimiento de aquellas bestias que habían empezado a merodear por estos lares. Nada iba a suceder pero creía que hacer obstentación de sus defensas, quitaria cualquier idea enrevesada a las que les pudiera llevar la sangre derramada por aquel inoportuno tropiezo.

  Subían escalones y una mota de miel paralizaba el siguiente paso, podría ser dulce o pringoso; la gota empezaba a deslizarse y el hotel California sonaba a lo lejos. Alfonso, como buen energúmeno, se lanzó a chaparral, confiado que un puerco con echuras de objetivo le daba bola. 

 Siempre un escalón por encima alguien le deslizaba razones. Ante las cuales, con angustia y asco proclamaba a voz en grito

  Que hostias es eso. Yo tengo el poder, no tengo necesidad de datos. Los hunos me votan y es suficiente 

jueves, diciembre 11, 2025

Veredas sin bomberos

 Pepe encuentra que puede salir en estos momentos del lugar en que fue entrando sin tener consciencia que le ataría. Ha estado escondido durante bastante tiempo. 

 Ella llegó embutida en unos plásticos que la convertían en una lunática.

  Otro día más que apalean a los que reclaman; lo cometen quienes acompañan a seres que, sólo, lanzan proclamas sin responsabilidad, sin seres humanos. No lo comprende ella, agacha la cabeza él.

   Parecía un verano cualquiera, pero el agua del invierno y la primavera habían alimentado una belleza exuberante en la naturaleza y si, sólo faltaba algo que incendiera todo lo que el ya metido verano había secado con una codicía que satisfizo la concuspicencia de una tierra, una temporada más, adolescente. 

     Y llegó, como la chica que el verano pasado era una niña o el chico que ha cambiado hasta ser codiciado por las miradas de una vegetación en estado de procreación; y se prendio la chispa y nuestros pueblos fueron anegados de fuego y se quemaron miles de hectáreas y se deshizo la obra que el tiempo había ido cincelando con las ayuda de todos factores atmosféricos y si, también, en algunos pasos los actos del ser humano. 

     El destrozo fue inmenso y la indiferencia de muchos tan criminal como la gran capa en la que se embuten para decir que ellos, si son español, español, español; pero con ella se tapan los ojos y de imperdibles se ponen las manos en los oidos para no escuchar la necesidades que debieran cubrir durante los otoños e inviernos como prevención para que no sean arrasadas tan ingente tamaño de bosque con su tierra llorando cenizas.

       Enfrente, dólidos, destruida laentrega el amor a la tierra que, en algunos casos, les unió a sus parejas, están nuestros "forestales" y luego quienes se lanzan a intentar minimizar el destrozo por la indiferencia de las Administraciones públicas, los bomberos forestales

    Allí estuvieron, hoy y desde hace años, ellos; algunos como aquellos que fueron envueltos por una bola de fuego, amaban y se manifiestan, todos, los pasados, los presentes para decir que el gasto de hoy, es la vida de quienes, primro viven allí todo el año y de quienes lo consideran su refugio después, o de una semana en la ciudad, o de un año, repitiendo trayecto entre miradas o cansadas o abstraidas con los nuevos brujos que nos predicen y nos atrapan, los moviles.

    Existen lugares donde se contempla el paso diario por los caminos para ir "limpiando el monte", como prevención. Durante las dos ultimas temporadas se han visto y, lo que es más importante, se ha amado a quienes escogen esta tarea dura por los diferentes que ofrecen las variadas temperaturas y otros sucesos meteorológicos.

     Los bomberos, claro que previenen, pero están cuando todo se ha desencadenado. Son despreciados porque aspiramos a que nunca hubiera un fuego y por tanto no parecieran necesario. Pero las llamas llegan y su esfuerzo se hace necesario y vital. 

     No se les valora, se incumplen acuerdos, a los que muchas veces se llegan, porque la desgracia ha sido demasiado salvaje y los ciudadanos andan dolidos hasta el exceso, o como en el párrafo anterior, se les tapa en los días sin fuego, lo deseable.

      Hoy, cuando el desprecio recibido es tan grande como su corazón, se manifiestan en Madrid, otros días serán en otras ciudades, y son apaleados por la policia, y no entiendes nada. Otra violencia más que reciben los bomberos; se defienden ellos, pero sobre todo la dignidad y el esfuerzo de su trabajo, hasta donde puede aguantar unas fuerzas de seguridad que han tolerado que en un calle de Madrid, se denigre al presidente elegido en una mayoria parlamentaria.

      Ves a bomberos que salen por la puerta de atrás, para caminar veredas donde el viento tararee junto con las mariposas que trazan un RE y entona un himno de zambullidas entre los castaños de Extremadura, allí donde un cabrero no falla en su tino a quien le habían abandonado una noche y donde Robe rasgué otra nota de belleza comprometida

       Por aquella La Vereda sonaban notas de un saxofón; habitaban las notas un Gigante y las expulsaba para trazar entre regletas y olores de campo construcciones de sueños, en los que le habitamos.

miércoles, diciembre 10, 2025

Quédate cerca de mi

 Si te vas en esta calle sin salida.

Estoy cansado de despedidas. Ahora que nos llevan a una dulce introducción al Caos; viajé, presuntuoso, en las carrozas de las palabras que no me poseían y no creí tenía que contaminarme con la poesía y la realidad de quienes nos calientan el Sol de nuestro propio idioma. 

  Hubo un impedimento y el tiempo añadido será para que busque a quienes como Rosa Park nos invitan a los viajes prohibidos en los que la poesía y los quebrantos de horizontes pintados.

 Los amos son siempre geniales, mandan a señores que se visten con su estudios y togas pareciendo honorables y son tan esclavos de sus diversificados honorarios como de su ideología que la sacan cuando entierran la justicia, será que quieren que la muerda un ratón, más honesto en su hambre.

  Estamos en una calle sin salida y nadie entiende como aún lo pueden hacer peor. Cogen una sentencia y la mezclan de frutas, que es lo ensalzan pero, a escondidas besan con sus labios, los brebajes añadidos, coñac de barrica, whisky de las tierras altas de Escocia; ¡ojo! sólo les oirás hablar de la dulzura del pomelo y las hebras necesaria para una buena evacuación que tiene tal otro vegetal.

   Somnolientos y desvestidos prepararon un Frankenstein, con puntadas de belleza hacía la buena labor de la prensa y al condenado Fiscal, que no les debiera haber obligado a rebajarse hasta la redacción de unas costuras que suturen su desvencijado carro de suntuosidades con destrozados dientes de suposiciones y puntadas a podridas disquisiciones que un padre no podrían en su plato, un domingo para enseñar a comer sesos de oveja a sus paralizados infantes por creerle capaz de hacer los mismos con los suyos, mentados por un profesor que dudan de los pocos que tienen.

   Pasó una racha de viento, un soplo, dicen los rapsodas, e insufló vida a ese mostrenco creado para ser exhibido en los más exclusivos escaparates de Paseos, sin, Gracia de la cotidianidad.

  Quieren que no pase nada, como a la veleta de Robe; ahora si, cuando son retales de maldad, como liberar a un narco; cuando a un pueblo que aún no tiene rey que con su capa tape los corruptos; descubra las empresas que roban sus recursos, financian golpes y lanzan torpedos para encubrir sus bombas de destrucción masiva de la realidad del día a día. Entonces, si

   Esa diarrea, aventada por la ventisca de la coctelera, produce una daño que el inconformismo de Jorge, Ilegal, dispara como a la poesía a una paloma torcaz, que lleva ramitas de oliva, pero caga como una condenada y eso, Joan Manel, no lo dice y nos despista cuando nos obligan a ser pulcros.

martes, diciembre 09, 2025

Todos los jueves, sopa sónica

 En la movida en la que no me esperaba estuviera Reinaldo, aparecía Bea y el ambiente, en ese momento, se caldeaba hasta un límite donde el invierno se deshelaba.

  Ella entró convertida en un obelisco con una ácida punta que es más peligrosa que un basilisco que siempre sabremos que tiene su debilidad en la superficie.

  Miraba una y otra vez "marcha Radetzky" y este, cuando veía la cara de "mala hostia de la nueva pianista, se enfrascaba en la teclas. Sabía, porque vivieron una historia de amor apoteósica, aunque la madre de ella, por disimular, un poco avergonzada por las fotos que pudo ver, la llamaba apostólica que ya me dirás que tiene que ver una postura inverosímil, con la que han emitido cinco miembros de una suprema Suplantanción que pueden exhibir su "chorra" haciendo el molinillo, que siempre tiene sus clientes; sino que se lo pregunten a la Marga, que aunque sea vaca, cuando ve rabos al aire, todo le vale.

   Reinaldo es otra cosa, como Jorge, de Ilegales, ama la música desde lo más profundo de su niñez. Así todo era ritmo y su voz atronaba, incluso en infantil que ya te los imaginas como los muñecos de pin y pon, pero nada, cogía una escoba y se desplazaba encima de ella, que era una forma rara, de narices, de coger el micrófono al que cantaba. 

   Lo he sospechado, alguna vez, pero no puede ser que a tan tierna edad se diera cuenta de todo el dinero público que en nombre de la libertad, recibían siempre los mismos, que es quienes se pasan dicha palabra y sobre todo lo que significa, por debajo de su pabellón púbico, que es lo que, pienso sin más datos que esos cinco ¿prevaricadores?, no terminaría de entender bien, el chico que es a quien me refiero; porque si mencionamos a Jorge, este si lo tenía claro y por eso, nos dio su voz para que nos imagináramos rompiendo todo lo atado, que quienes lo ejecutaban nos metían en tiempos salvajes, y él nos arrojaba el plato musical, para que no nos quedáramos quietos

lunes, diciembre 08, 2025

Aquel piano

  Sonaba todas las mañanas, incluso en los días de grandes tormentas de nieve, donde parecía que las notas eran descargadas balaceándose sobre los copos.

  Ella se metía dentro de las sabanas de tal manera que hubo días en los que le resultó difícil salir del lio organizado entre pijamas, edredón e incluso la bajera que se había quedado como hábito.

   Se estrujaba durante el día para acompañar aquel ritmo, unas veces endiablado y la mayoría de amaneceres contundente entre brumas.

   Si cogía la bici para acudir a su centro de trabajo, buscaba el equilibrio en alguna barandilla que hubiera durante el trayecto y que no siempre tenía  las dimensiones suficientes. En el aparca-bicis, a la suya, la dejaba de tal manera que desafiaba el equilibrio, parecía que ella permanecía allí y que el aparato se interrogará como hacer un mejor pino, que el suyo

    En su puesto de trabajo se quitaba, los zapatos, que permanecían siempre en la oficina, y los pies se buscaban para bailar, muchas veces tan juntos, que pareciera un "nueve semanas y media" en ebullición. Eso lo hacía cuando estaba concentrada en las cuentas de aquella maldita comedia que era la empresa.

 Cuando cuadraba las mentiras de los dineros aportados muchos y justificados, con un esmero de cirujano y obteniendo mentiras de empresas, como hongos, entonces bailaba chotis o se movían con los ritmos de Dexter Gordon.

  Si llegaba el jefe, muy conocido por la sociedad, de la que estaba desaparecido, allí su peso era tan apabullante como su meliflua y horrenda risa; entonces se calzaba no sólo los zapatos sino el cuaderno B, donde se cuadraban las ganancias reales y las personas que poseían aquellas empresas pantallas. Allí era todo tan real como la cartera brindaba que llevaba aquel émulo de fantasma espíritu santo que, con vehemencia y una mirada de bisturí dentuno, la hacía desaparecer con contundencia y sin explicaciones, que es lo que tiene ser esas palomas, que no tienen porque darlas.

   Ella era apreciada en aquel bufete, en el que el algunos se movían con la falsedad de "El golpe", otros eran dignos imitadores del corredor de apuestas que narraban imaginarias carreras y estaban los mandamases; urdidores de todas las mentiras a las que se abrazaban las empresas pagadoras que parecían "pasar por allí", como por casualidad, y eran los personajes que montaban el "attrezzo" de honestidad que no tenían ni ellas, detractoras de derechos para los ciudadanos a los que decían servir; ni por supuesto, aquellos fabuladores, elevados a los tronos de la política, entonces extraían sus peores artes para servicio particular y menosprecio de los ciudadanos que de todas maneras parecían cómodos porque cuando alguien, como ellos, se pone las camisas de fuerza de los colores de la patria y escuchan himnos y palabras sagradas, se relajan dentro de ese traje y admiten ser llevados a las celdas de castigo, donde ya se hayan quienes desconfían de las voces de los verduleros que aprendieron en el mercado de la Halle que describe Emilio Zola.

    Penélope, con su glamour habitual, mece su cuerpo sobre el tenor que la extrae una pasión ajena a lo que, en esos momentos, la rodea. 

domingo, diciembre 07, 2025

Nuevas sumisiones de siempre

 Cogiendo una partitura aspira a entenderla en su totalidad, desgranando, incluso una armadura, si hiciera falta.

 No hay termino medio, durante un largo tiempo era aprender a tocar teclas. Ahora sabe que necesita comprender todo lo que hay dentro y que existe mucha más información de lo que parece dentro de esa hoja y saber cada pieza le abrirá una senda diferente para llegar a ese lugar antes, desconocido y por tanto, sagrado, que es lo que tiene lo que no se entiende, se le eleva a montes y cielos

  Millás hace un programa de esos que abren puertas, no para Javier, el chico sordo y ciego que se lo trabaja de una bella manera, incluso con sus descendientes; sino para quienes como Juan empieza a quedarse más a solas con estas hojas y se da cuenta que el lenguaje entre ambos empieza a fluir, no con la suficiencia de quien se dice que ya ha llegado.

  Goles perdidos; el banquero Pep no lo admite,  se alía con quien necesita sentirse vencedor, incluso de su vida miserable.  Sabe que no defraudará a Uno; este y otros Adiccionados, por nombre, son capaces de taladrar el suelo de la embarcación y de tirar por la borda el chaleco que les salvaría.  Ser parte de un éxito es el sentido de su vida. Para ello han escondido su dignidad en un mercado del que compran su mercancía expoliada.  

    Todo para ser nombrados y entronizados, pero en váteres, como parte de la Libertad, su señora de mármol; Ellos se percatan a duras penas que sólo son, el mal necesario que aúpa a los depravados instauradores de las  burlescas democracias. Ya, en sus estertores, sazonadas con la inconsciencia de quien se arroja al mayor depredador de la tierra, los impúdicos ricos, que se ríen de los sueños húmedos del sus porteadores, felices, sudorosos y receptores de micciones, valoradas como oro en paño.

sábado, diciembre 06, 2025

Asómate al balcón

  Sherlock, ayer, quedó muy satisfecho de su texto escrito; si ese de un poco más abajo. Desbarra, pero bueno encuentra una ilógica en la que escribir. 

   El éxito ha sido el mínimo, después de unos días de solivianto numérico. Siempre piensa que alguien anda jugando a las apuestas y aprovecha algunas líneas palindrómicas para enriquecerse entre el mundo friki. 

   Aunque este año, el número de lectores ha sido gigantesco, en comparación con los 20 años anteriores, pareciera que existe un pathos que lo ha guiado, no sé si a algún paraíso fiscal o algún territorio donde se respetan entre quienes roban. 

  ¡Vaya mosqueo cogió una compi de Sherlock, porque a este se le ocurrió que en la ciudad donde la Mar es bella no había asesinatos porque entre ellos se respetan. Joder que había ido ella aquel verano a disfrutar del sol y la tranquilidad, un poco de tacto, pareciera que estaba señalando.

   No se lo debiera haber tenido en cuenta aquella buena mujer; pues no ha dicho gilipolleces este émulo de investigador, venido a menos y pretencioso como el solo por tomar el nombre de uno mucho más prestigioso

   Es como esos chicos que ¡casualidad! llamó el rey la primera vez que fue a ver las consecuencias de la Dana a Valencia. Les llamó con un gesto de complicidad y estos le rodearon; parece que a la hora que estaban recaudando para las personas afectadas por esa tragedia, lo debieron poner mal el nombre a quien ingresárselo, el dinero, que no aparece, es lo que tiene tanto nombre, te lías, se parece una cosa a la otra y te aparece en la asociación Disenso, y se lía todo, porque yo no quería, España lo primero, te ves obligado a decir, incluso sin descojonarte. 

    Ya ves ¡como rey acierta al ir al Nations league femenina, España gana y él aparece dando medallas, consejos y claro haciéndose fotos, una y otra vez; que la verdad mejor eso que cogerse los cojonazos para decir aquí estoy yo, por la gracia del dictador, el mismo que consistió el bombardeo alemán de Gernika. El caso es que aquel día no tuvo suerte con esa elección al ¿azar?, se rodeó de ladrones, ¿se puede decir?, jóvenes que parece que el independizarse de la vivienda familiar es una prioridad y estos, buscan el atajo. 

    Tampoco es del todo cierto que no tuviera suerte; te imaginas que llega el fantasma del palo y te da una hostia como este le dio al presidente del gobierno. Tu, se dice, celebras, entonces, la elección y eso que podía haber sido un primo o sobrino el atacante, como aquel que dio la hostia a M. Rajoy, (no vayan a pensar que Sherlock lo ha resuelto, el enigma de ese nombre; no es juez y si estos se dejan torear, que no sea por su plaza tomada, por la indecencia).

    Encerrado, a veces organizas cabalgatas pero no tiene claro Sherlock que sea una o dos o que vaya a un portal con una bell o unas maracas, para llamar a aquella virgen por si decide romper su romanticismo. Él se la imagina de una manera que oro, no porque molesta, pero el incienso, pone y lo demás pues se quita y hala, pa'lante, para arriba y si te ve torpe, abajo que ya lo agita ella.

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y