Si, ya sé que te metiste en un bosque, que creías pequeño, que tienes que estar sorteando continúamente ramas nada amigas; que en Septiembre has tirado para adelante para como decía Josep Pla, en época de crisis, la burguesía se viste con la bandera para tener entretenido al trabajador. Todo esto te lo acepto aunque cada vez, me diga a mi mismo: hostía, me enfado con la gente que tengo a mi alrededor, porque se ponen nervis con el nacionalismo, como si yo fuera un defensor de esto, cuando cada vez más lo veo como un punto al que miramos fuera de nosotros, por culpa del dedo malintencionado. Pero, ¿meterse con Ada?
¿Cuál es la relación que tienes con los ciudadanos que votan?. Subordinados, descabezados, ahítos de votar a quien le ofrece unas migajas.
Te ofrecen las fuerzas empresariales, dice Trias, que también las nacionalista españolas, su total apoyo para parar que los ciudadanos empiecen a valorarse a si mismos, ya que están descubriendo que vuestro trato hacia ellos, es el de vasallos, sumisos y sobre todo, asustados: Nos es para menos si, en un momento determinado, atisban vuestro macarrismo verbal y de acción, para dar dinero público, con sus correspondientes tasas "revolucionarias" que os engorden en vuestras imagenes televisivas a quienes ahora os piden arrojo y no complejos.
Pero ahora los ciudadanos, conscientes de si mismos, de sus manos entrelazadas para auparles como seres humanos libres y con capacidad para crear, hacer y sobre todo equivocarse (dice Manuel Vicent que el ser de izquierdas, enseguida pierde el enamoramiento ante sus fallos, cuando debería estar contento de levantarse por ser levantados por las manos que labran su sueños) piden explicaciones por veros con vuestros dineros atracados a una sociedad a la que falláis entre chocolates alpinos, claman en las calles esclavizadas porque habéis puesto cadenas a sus "cadenas de Televisión" pidiéndolas silencio con vuestras guadañas afiladas infámes fornicadores del periodismo honesto que es violado por su mezquindad.
Abrazo sediento los hechos de quienes sólo son gente y que piden a los poderosos económicos y políticos que no emponzonen los manantiales de donde ellos también beberán, con los plomos de las tuberías tramposas, porque caminaremos sedientos y pesados, pero llegaremos siempre con dignidad
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