Que un día aparezca en la tele una imagen normalizada, para asegurarte que tus arrugas son compañeras y no trazos deformados.
Que te encuentres en un pequeño lugar, de un inmenso diminuto país, bañado por la inconmensurable etérea belleza de un paisaje, dependiente de las inmensas fortunas de las llamas
Qué no habiendo sabido cortar el ruido de las luchas de los gladiadores modernos que amordazan el hambre de justicia, de pan, de solidaridad, entre escudos de las patrias únicas.
Te surja la necesidad de evadirte de lo que impidió tu carrera, tu reflexión sin las imágenes de los taimados tahures, poltroneros de las ansias, y tras todo esto, este ese señor mayor, encogido en su inmensidad y
Pausado, con las tablas de 9 años sometido a la rabia de los poderosos
Alquimista para mostrarnos los ingredientes de una sociedad crecida
Consciente de donde da pasos, en ciénagas movedizas, eterno capital
Abrazando al osito de seres queridos, que comprendamos duros caminos
Porque siempre despertarás y veras sendas, caminos, vías y autopistas y
verás que por cualquiera de ellas puedes encontrar a seres tan por hacer
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