No sería lo mismo que cuantico te diría si yo fuera una flor que fecundada por abeja feliz te dijerá que dejarás tus polvos que ya envejecidos parecen más cenizas que lodos fecundos, pero quizás aquellos lodos se fueron convirtiendo el cieno y atrapó en las pasadas glorias de tomates crecidos en la rica suciedad. No es por ello, que lo cuántico fuera estudiado por mentes privilegiadas y que por el contrario unos cuanticos de asimilados en la poza lóbrega, suspiren por gozas de yacimientos que haciéndoles fecundados soñaron vender como esparcido; pero no cariño, la satisfacción sólo se introdujó para hacerte cardo y ahora no me vengas tus pinchos como picarones picazones de cantarinas mieladoras.
Ya sé mi sabor y huelo en otros el sabor de lo propio unido para la fortaleza; quedate con el sueño de inseminaciones, que ya serán artificiales e insatisfactorias pero sobre todo afianzarán tu decrepitud.
Ahí, no me tendrás, aunque tu limo se añejo y seductor
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