1 de Mayo

No tengo derecho a defender a unos sindicatos mayoritarios, a los que en muy pocos actos apoyo. Descubro en cada uno de los integrantes de las centrales minoritarias la lucha por ser ellos mismos, me gusta identificarme con ellos.

Caigo en el individualismo, cuando a la satanización  de los primeros, contribuyen los segundos desde la pureza de encontrarse en una posición marginal  y por lo tanto, difícil de llegar a las vidas comunes. Comprendo todos los argumentos en contra de esos sindicatos que deben pactar con el poder, pero rechazo que los grupos minoritarios, se crean  investidos de una visión como las televisiones de algunos equipos de fútbol o partidos políticos, que solo muestran el mundo happy, jamás o una derrota propia o una corrupción intrínseca en su actuar. Esos sindicatos mayoritarios, tienen las deficiencias de toda institución con seres humanos pero en su favor, la labor de un apoyo mas completo al obrero y una mayor cobertura. Puede ser no del todo bueno, pero lo es, porque nos hemos embarcado en vivir en una sociedad no posible, pero que finalmente nos ha atrapado, y muy sabia nos ofrece dosis de engrandecimiento a través de equipos de fútbol.

Tendremos dudas de como se financian, de corruptelas, de seres que vagan por esas sedes para no estar en sus puestos de trabajo. Pero hoy, día 1, no

Resuenan aun en mis oídos, como al parar a un habitante de mi mismo pueblo ayer, me contaba como en un almacén de una de las llenas de glamour y grandes superficies que sirven para el hogar; las condiciones de trabajo son dantescas, como palabra suave. Personas que no duran ni segundos si, por ejemplo, se van a casar. Intercambio de obreros para recibir subvenciones, etc....

Existen muchas cosas para criticar, muchisimas, pero hoy, ¡entre nosotros!, con nuestras deficiencias, no. 

No, cuando miro enfrente y hay un patrono, impune. Una Iglesia que recibe subvenciones para educar, adoctrinar y se permite, incluso no pagar impuestos, por los mas variados motivos. 

No, no, estoy harto, han conseguido, que estemos desunidos y pisándonos los juanetes.

Hoy unidos contra quienes nos encadenan, sus esbirros y sus apestosos paladines de sus medios liberticidas, eso si, subvencionados con dinero publico. Gracioso un medio liberal y monárquico que en boca de uno de sus mentores, pedia absoluta libertad de expresión, apesebrado en  el pajar  del poder económico, político. ¡Su encomiable libertad de autopista subvencionada!

Y al pasar la jornada, encuentros, miles de encuentros, primero para saber el porque de la actuación de cada uno y a partir de ahí, primero la critica y luego el trabajo conjunto.

Pero un 1 de Mayo, ¡para echarnos en cara nuestras deficiencias!, Yo, particularmente no lo soporto. Ya tengo suficiente con sentir el peso de las mentiras de los patronos herederos, sin formacion y con anclas en el dinero publico, ya tengo suficiente con politicos, que estos dias empiezan a apuntar a los profesores para que luego las jaurias, salten babosas sobre sus cuellos, quizas para ser el proximo grupo en atacar. Y ya tengo bastante,de quienes comercian beatificaciones  para inundar con su ejemplo, colegios donde seleccionar, evitan y crean castas que nos dominaran y incrustaran sobre varas su superioridad y nuestro vasallismo, al que nos someteremos por las necesidades basicas de la vida. Ya tengo suficiente, con los que acuchillan unas marchas por la dignidad, 22M, con gente con un grandísimo sacrificio, a través de unas actuaciones policiales mediocres y dirigidas a provocar y unos medios de comunicación públicos puestos al servicio de mostrar la visión particular de los acontecimientos. ¡No han tenido narices a tener unas cámaras siguiendo a cada una de esas marchas por los diferentes pueblos que han pasado y los momentos de solidaridad y comunicación con la sociedad que han provocado!. Eso si que es un claro ejemplo de la maldad, saña y parcialidad de lo que comunican 

Es un dia triste, hoy dia 1 porque caminamos en caminos paralelos que no convergen, para su regocijo y nuestra debilidad.

Y yo, podría ser el ser más criticado, porque no contribuyo a esa acercamiento.