domingo, mayo 30, 2010

El curioso caso de Benjamin Button

Hoy he tenido la suerte de ver otra película, otra entrega de vida de una persona hacía los demás. Quizás sea interesada, sabiendo que el éxito le dará dinero; me gusta que ante esa perspectiva el director me ofrezca parte de sí, para emocionarme, exaltarme, estimularme, rebelarme ante el paso del tiempo y poder regodearme unas horas en los planos de una película que me ha subyugado y ha retrasado mi encuentro postrero con el deporte. En este, subiendo la Hueva, se me presentaban las imágenes vistas y las ideas que tras la intensa lectura, me acudian huérfanas de una lógica para ver si en "mi" cabecita se podía elaborar algo legible y entendible. Quizás volaban caóticas en busca de la grulla guía, que las llevará al siguiente abrevadero que las vaya acercando hacía los amigos del norte.

Yo cumplido ser, guía en los vientos y torpe ante la escritura me aprestaría a hablar de lo ilógico que se confié en los mercados, en los especuladores y se denoste continuamente a los sindicatos y a los políticos. ¿Acaso cuando hemos crecido y hemos sido dioses les hemos tenido en cuenta? (probablemente ellos fueron y se dejaron engullir en la borrachera de los dineros).

¿Nos planteamos ahora reberlarnos ante los mercados que azotan las posaderas de los paises, conscientes de su poder?.

Me parece tan estúpido, entregarse a una opción política que denigra el servicio público, que siempre ata las políticas sociales. que son adoradores de los mercados.

¡Qué enanos mentales nos tienen que considerar para que entre los cebos de su caña de pescar, nos lancen el recorte de los gastos electores, o su ahora, sorprendente apuesta por las pensiones, cuando ni ellos fueron quienes las regularizaron ni en esta ultima etapa han contribuido para subirlas!.

La grulla guía me conducía, en todo caso más a la izquierda. Porque al final, ¿no estamos entre todos asumiendo los dispendios a los nos llevaron los "experimentadores iluminados de los campos de juego "de la economía del crecimiento infinito"?.

Quienes mansamente hemos ido entrado por las puertas semi abiertas de los paraisos terrenos, debemos asumir nuestros fallos.

Nunca en el crecimiento, nos rebelaremos ante quienes nos conducen por vías sin retorno. Tenemos, ahora, y probablemente siempre, muchos datos de las bajadas a los infiernos.

Ni nunca buscaremos los reales caminos y por supuesto, los ahora otra vez idolos, cuando nos estén conduciendo, llevándonos cual eterno "maquinista de la general" a otra época de pesimismo, nos hablará de la necesidad de la prudencia y de la parada en pobres estaciones que aunque escasas de atenciones nos habrá permitido tomar aire, reposar, pensar y reemprender el camino, con más conocimiento, con menos ímpetu, pero más seguro de nosotros.

Al dominio económico no estamos llamados a no ser que consigamos atajos, pero la intervención política y sindicalista nos esta relativamente abierta y cerca, como límite, cada cuatro y mucho mejor, siempre de una forma imperfecta, muy imperfecta, (no somos nosotros parte de esos fallos) en la vida cotidiana.

¿Como vamos a poder mostrarnos acomplejados ante quienes como única razón, tienen su poder económico para insultarnos?. Adelante, adelante, tropezando, fallando, pero adelante

sábado, mayo 29, 2010

¿será una úlcera?

Con los miedos adquiridos por los años, esos que nos hacen esclavos de los poderosos y sus pocimas, me pregunto si los males que me acompañan ultimamente serán producto de una úlcera; sería un alivio ante la presencia de un cuerpo venido a menos y del que queremos obviar sus debilidades. Si fuera úlcera y no más, aliviariamos nuestro pesimismo que nos acompaña cuando dejamos de hacer lo que nos hacía poderosos, la superación de tiempos y espacios

¿Será dicha acompañante fruto del vacilante político o será de la rabia hacía el futurólogo que habla sobre las certezas del tiempo pasado?.

Reconociendo el valor de las palabras del grupo anarquista: foliesatrois, sabemos que siempre quedarán en suspenso sus premisas porque nunca dejarán de gobernarnos los políticos establecidos sobre los aposentos de culos agradecidos y faltos de compromiso con su mundo , que entregarán el poder de su solitario voto a los aduladores que les presentan el salvaje falso orden.

Camina entre las piedras, acosado de los lobos de los mercados, de los que teniendo dinero entregan sus haberes para que les incrementen sus saldos personas sin escrúpulos. Masacrado por los neoliberales que fueron ensalzados en las épocas del nacimiento hacía su mundo de crecimiento ilimitado y que ahora compartidos sus excesos por los que nos creimos ser aspirantes a un mundo donde seriamos siempre más; nos volvemos a lanzar en sus brazos, jaleadores de nuestros inconsistentes sueños,

Si la blanca leche tapa poros de pérdidas ulcerosas. Naceremos, convencidos ya de un mundo social que asume errores del ansioso, a un mundo que es humano porque tiene límites y por lo tanto, hace necesario controlar los movimientos que siempre van a desequilibrar, por arriba, nuestros sueños de paraisos ilimitados y por abajo nuestra caída a infiernos que nos muestran las heces sobre las que queriamos crecer.

¿Qué miedo existe hacía el control de los incontrolados que nos han provocado la caída?

viernes, mayo 21, 2010

¡Qué difícil, qué tonteria!

En mi imaginario, tengo a María Antonia Trujillo, que fue ministra de Vivienda en la primera legislatura del mefistofelítico Zapatero (¿destruirá España como vaticinaron sus verídicos y puériles odiadores?). Ella hizo una afirmación donde daba como posibilidad la vivienda de 30 metros cuadrados ante una situación que parecía no tener ni pies firmes ni cabeza fría; a cambio, años anteriores un aburrado personaje nos lanzaba a poder pagar todo lo que se pusiera por delante. Conclusión, años después el susodicho animalado y apestado ente estaría otra vez en el "candelabro" sin tener ninguna traba por su pasado y sin embargo, aquella profética servidora se halla en la más oscura poza pública.

Estamos viviendo en la antesala clínica, porque somos fieles seguidores de la máxima que mientras no nos toquen las narices a nosotros, los demás pueden llevarnos a un crecimiento tan rápido como sin raiz, a una especulación con terrenos que encarezca nuestro futuro, a una prevaricación que desarme el respeto en el funcionamiento de la sociedad y nosotros seres virginales lo vivimos como algo ajeno a nosotros que incluso, a veces, con nuestras narices tapadas, nos puede traer algún beneficio. Cuando al final llega el día en el que la mierda rebosa y nuestros impolutos zapatos son atrapados en un betunazo putrido que ya apestará nuestros pasos, es cuando miramos lo inmediato, no queriendo comprender la bazofía que estabamos admitiendo.

Y en eso estamos, lúdicamente dando bastonazos a ver si tiramos el botijo al que una voz subyugante nos lleva; mejor eso que quitarnos el velo para ser nosotros nuestros guía al futuro.

Pero ahora sé que no hay ninguna solución. Siempre preferiremos que nos vayan anudando poco a poco el velo de colores en un juego asexuado, que enfrentarnos al macho cabrío que nos va llevando a una senda, siempre interesante, sólo para los dueños de su manada.

Y ahora, las manos "amigas" nos vuelven a poner el bastón a tiro, mejor eso que intentar deshacer los nudos del velo para que nos permita mirar los diferentes caminos.

Ahora nos guía el cencerro y antes el culo del cabestro inflado siempre con hormonas o alimentos ajenos, sus pedos nos resultan graciosos, aunque tengan una gran incidencia unos dicen que en el medio ambiente o otros, con sus putridos componentes, en la economía de un país .

lunes, mayo 17, 2010

Despierto a mi lengua

Convertido a un imposible bilingüismo, olvidé mi lengua para sentir el calor de algo no vivido

Soñé ser abrazado en un lar ajeno, donde turbías palabras yacían entre melodías de pagos efímeros.

Busqué comunicar la lengua de la danza en unos signos, con escenario aún borroso.

Hoy, extrañamente lucido, sueño entre los besos de la amada lengua, ahora retomada. Ella me concede batuta de director, pero por ahora, pretendo eliminar torpezas de mi encadenada mente, para sentir la vergüenza de la desnudez del error y cubrirme con harapos de la intrépida búsqueda ya sea siendo atacado por los agrietados vientos de las contrariedades o por las pesadas brumas de avanzar entre lo nuevo. Clamo oír los mil cantos del campo despertado. Saltar entre el silencio de los campos de estrenados vestidos para ser sólo pajé que libere ánforas de aguas de truenos y vidas

miércoles, mayo 12, 2010

Lecturas con Juan

Caminan bajo los cielos etneos, volcán dormido que guarda cenizas que todo ensucia. Buscan la supervivencia que casi les arranco el viento de fuerzas ciegas; saciar sed y hambre entre seres esclavos que aceptan su cruel destino perteneciendo a quien les subyugan por sus poderosos músculos o por ser los hacedores de los unicos verdaderos caminos.

Camina Odiseo, fiado del Hombre, este ya, triste reflejo de sus miserias, obnubilado por cenizas que ciegan cielos y mentes; taimado y tramposo para sus iguales, asído a la tabla para mantener una existencia dirigida; saca toda su crueldad hacía el recién llegado, quiere ser poderoso subido al pedestal sólo labrado por la arena del tiempo.

Entre las garras del semejante y las fauces del poderoso, despliega su inteligencia el ser humano Odiseo, consciente de los débiles talones que sustentan las falsas apariencias. Poseedor del néctar, sembrado entre la palabra, que ciega las ya limitadas mentes; despliega velas tejidas por la sabiduría, la audacia, la temeridad y el deseo de Itaca, más grande, más bello, que la triste supervivencia anclada al mediocre paso por la vida.

Espera el bajel, unos nuevos vientos y la pericia del timonel, antes habrá tomado sólo lo necesario de la pobre tierra, de los pobres hombres. Itaca es el sueño, y la salida de la estéril isla etnea un siguiente paso

Polifemo, en mil artes

Allí en el promontorio observo la vega que contempló mis pasos a la adolescencia. Ahora, sólo quiero el silencio, en un mundo golpeado por mis ruidos. Es el instante para la melodia de tu "Cíclope", es el escenario donde Odiseos hagan uso de todo su ingenio para escapar a las trampas de seres melifluos o al poder del gigante que ilumina con su sólo ojo el único camino que él admite. Anfiteatro de sonoridades exquisitas, que guíen el cuerpo por el miedo, la ira, el engaño, o la impotencia del menesteroso o incluso de quien se erigió faro y fue burlado en su raíz que era luz y engendró la sombra.

Es el momento de recoger tu testigo para salir de la carrera solitaria y entregarlo a seres que también están ahítos de la sabiduría que rezuma por los poros de tu trabajo. Atado al cuerpo que atrapa los movimientos que concedieran mil significados, me remito a mis limitaciones para trazar desde lo más hondo las pasiones traducidas

miércoles, mayo 05, 2010

Tajo

Una persona ignorante puede llegar a ser diosa o presidenta si sabe moverse entre las lianas de la selva; automáticamente alguien pensará que ya no es ignorante, aunque oiga, de su boca decir, que Madrid tiene primero el Tajo y se lo podría cortar a Castilla la Mancha. Nos da pena, siempre, tener consciencia de ser gobernados por el fruto de nuestra obnubilación o por la admiración al poderoso, o por la imagen retocada o por nuestra dejadez o por la impotencia de enfrentarnos a las alimañas que lo quieren todo.
Por otro lado, esa ignorancia, nos hace disfrutar de un reencuentro a solas, con nuestro querido Tajo. Tiene el color esmeralda que le acompaña en los días de lluvias finas y me imagino que se habrá vestido en la última época del color marrón que requieren los días de rayos y centellas, de cántaros del eterno invierno, aún insuficiente para el ansioso. Sublima el color, las pozas que prometen sensuales baños ahora imposibles. Atrae la atención, la melodia repetida, subyugante hacia las ignotas vías.

En la melancolía, descubres, entre tus velos, las mil vias que trataras de seleccionar para salir a vías exentas de peligro. Qué bonito es leer un libro como quien se enfrenta a una historia que te atrapa hasta convertirte en el protagonista.

Hubo un tiempo donde sin la lectura de los libros amados, sentías ya en esos días pasados, la pesadez de su ausencia, pero entonces, lector empedernido, tratabas de descifrar el sibilino lenguaje de mil ríos que tenían un armario de vestidos jamás iguales.

Nuestro Tajo, nos habló exhausto de agua ya terminado el otoño o colmado por manantiales tras un mes de derramados cielos; aumentados los cauces cambiabamos ropas, materiales, prevenciones, lo que anteriormente era dejadez y juego, ahora eran cuerdas de seguridad, vigias que oteaban los nuevos pasos nunca aparecidos, calma pare enfrentarse al desaforado lenguaje de aguas con extraños acentos renacidos de la furia.

Acompañabas, acompañado para terminar lecturas en las cuales había días de torpezas que te subsanaban, días de juego que compartías, días de soberbía hacía el principiante, siempre días de carencia por enfrentarse al gran libro Tajo, sin las nociones nacidas de la periodicidad y sin la pericia obtenida de los sabios.

Esto y más, me abraza en la ruta que masajea las tensiones de esta época

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y