dios!, Qué gusto!
he preparado la diana y no existe nadie en el mundo que me quite ese objetivo. Soy la máxima autoridad a la hora de defender lo individual es mi esencia. Pero, porque ese se cree con capacidad para exigir un derecho particular. ¿Aún no lo ha entendido?. Soy yo el que tengo derechos. Yo le puedo mandar al sepulcro con sus antepasados, yo puedo burlarme de su candidez, de sus compañias, yo puedo fotografiarle con quien me dé la gana. Pedir protección para sus derechos. No sé en que estará pensando. Mi dinero manda y debería darse cuenta de a cuantos tengo sometidos (ilusos que se creen pueden llegar a ser como yo), creyéndome cercano a ellos.
No me molestéis
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