Empiezo el curso como hace años que no lo hacía y además daba como tiempo pasado, 31 alumnos por clase, un 33% más que en los ultimos años.
Cohetes y después la oscuridad.
Un periódico serio, sólo en en ultimo momento del artículo, habla de algo serio y sin embargo, en el titular de la noticia ha dado pábulo a los artificios interesados del poder: la tarima, la investidura de autoridad.
Pero por encima de la autoridad y las tarimas impuestas, está el respeto al hecho educativo, a los alumnos, a los profesores, por ello es doloroso que lo dicho de forma sería por una profesional:
"Hay que disminuir el número de alumnos por aula, ampliar plantillas, potenciar las tutorías, reforzas los equipos de orientación y poner en marcha un plan de medidas urgentes para el éxito escolar del alumnado". Sea obviado y olvidado en el ultimo estante del artículo
Siempre lo consiguen, los cohetes nos fascinan. Las tarimas y el miedo, cuestan menos que actuar sobre algo tan importante como la educación. Tras las estelas, viene el frio de la obscuridad y ahí seguimos trabajando, aunque las condiciones sean cada vez peores.
¡ Cuanto saben quienes conocen que la mayoría se queda con la boca abierta por los cohetes!
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