La mirillla para el odio

Confia el navegante que la deriva le dirija a buen puerto, cuando el timón quebró y las velas fueron arrancadas por los locos vientos. Confía el apesadumbrado vendedor que el desquiciado pulsador mire ecuánime y el tubo discrimine el látido de los inocentes; le despiertan las corrientes que no tamizan el bienestar

Pere, dame veneno

Me das las palabras para que marque mis pasos
¿dónde encontraré el medio, si ya perdí el fin?
no me des pasados para chocarme con futuros
¿cómo guiarme entre tus pasarelas agujeradas?

Mañana fuí masacrado por los nuevos muros
como retener mi desesperanza, si me lubricas,
palos para mis caídas, si se azuzan, sin andas
restañar mis ausencias, ante ojos sin lágrimas

Desnúdame de tantas imagenes sin caminos
para abrazarme a la nueva esperanza caída
si ella besa las manos escondidas, naceremos
porque un día no nos vengas, alli, tú quieras

Una onda me una, si ya viniste, al sentirte
no se hunda en la oscuridad, mis salidas
si ya nos conocemos, siempre compañeras

Consciencia o, déjame que estoy muy loco

Me he vuelto muy loco, salgo a escena y me desmadro, no encuentro el límite; alguien me tiene que dar en la frente para que pueda mirar al público y les sienta como seres humanos.

Levanto la cabeza y la mirada, pero no veo, mi nariz se ha crecido, ya no es sólo roja, tiene matices negros que cobran vida propia y crecen, crecen. Soy tan consciente de mi odio hacía ellos, que necesito ser exagerado mostrando mis propias acciones en una pose muy digna, muy ampliada y convirtiendo la percepción del otro, en una mercadería para eliminar la visión crítica de mis actos de soberbía.

Ha llegado, ha llegado, si otro embrutecido tamizado en master, que en su desnudez buscará que sólo veamos algo que quisieramos que fuera basura pero que sólo es el otro, si, un ser humano buscando respuestas, sin someterse a focos. Y exagera muecas, palabras, pasos, no importa llevarse por delante  un escenario anclado con pinzas, porque ve su reflejo en el agua de lluvia pobre y se ve embrutecido, desfigurado, pero bello a ojos de despistados vagadores. Y entonces se vuelve más y más clon de la bestia de nariz, ya negra de odio y a los dos, no les implosiona una sociedad, hay productores que en la mierda, ellos siempre tienen que vender algo.

No, no son payasos, débiles hacedores de sonrisas para descubrir mundos; sólo son seres que congestionan sus narices porque su miseria crece en sus actos descabezados por querer ser algo más que intrascendentes

Sáfira, ¿qué es el orden?

Sale, atentida pero desválida en una sociedad que estableció un orden que oprime al débil. Oye látidos de gargantas poseidas por seres incansables.

¿Sufre la razón cuando de una casa poseida por una banca que actuó con codicia y fue salvada por sudores de mañanas que empiezan sin sol, sale un chica, que soy yo, sin monedas escondidas para pagar voluntades?

     - Vivir tranquilidades arrulladas por tiempos medidos que transcurren en parajes modelados por todos los elementos que me rodean y a los cuales, soberbios, el hombre ataca como sin responsabilidades.

¿Se destruye una justicia en manos de corazones de monedas y mentes sin balanzas que agradecen ser siervos aventajados en una sociedad de lo inmediato?

      - Quiebra de sociedades por las termitas de oro que atacan los cimientos de una justicia que desnuda sus ojos para entregarse a las voluptuosidades de las perfecciones en escaparates sin suelo

Veo tristeza en los corazones que siempre están para no conformar las realidades a las televisiones publicitarias. Comparado con sus actos me siento estatua, sólo decirles que de ahí salen lágrimas de besos para los pulsos de una sociedad por hacer; besos de agua para mecerles en su grandeza.
Y siempre ellas, seres cabalgando por una vida convertida en un rio que fluye chocando con rocas eternas de indiferencia, cayendo en rebufos que centrifugan  sus sueños hasta casi arrebatarles el corazón y que deben atravesar sifones que no sabemos si tendrán libre las salidas. Ellas, a las que tanto utilizan su bocas vacias de cuerdas en látidos, ellas nos dan un poco más de sentido a la vida.

Y una colleja

Surgen palabras sembradas por cuidadores sin glifosfatos
Periodistas amantes de los seres entre los horizontes
Acompañantes de los seres que sueñan vuelos, sin alas
No golpean la realidad, sino la sumergen en búsquedas
de recovecos que ofrecen pantallas incompletas del puzzle

Vidas narradas para atender tu compromiso sin antojeras
plumas con palabras que te vuelcan las barcas ancladas
escrutinios en bocachanclas investidos de corbatas turbias
espumas para atravesar las realidades de mil contadores

No enseñar en collejas, ni odios, ni cualquiera violencia porque
A vivir el diario me sumerge en laMarea para democracynow
con alternativa económicas para carnecrudas con diarios de
educación que buscan un ConTexTo donde entender 

Me lo dicen, ¿no te lo crees?

Me vienen con los pies hacía fuera, mostrándose en toda su bandera
no existe ninguna duda de que la aman, pero ¿por sus extensiones?
Si, química y mecánica que soportan las estructuras de mil lodazales
porque las tuercas se las ceden, los dioses que apaciguan, miedos
porque los polvos me los proporcionan balanzas sin fiel, trileros
Losetas que se ponen sobre la cordura, porque el orden posee el oro
y si no, se agita ciego para dejar campos de batallas donde les emiten,
garantes, aceptando estos, abducidos por símbolos capas de magos
ser servidores de bazofias armadas de tesoros robados.

Si callamos, nos callan; PorCausa, por ser, al ser

Sentado en un banco, me siento abrazado de cariño; palabras para confirmar la proclamas. Salir al encuentro con cada dedo que te agarra para decirle busca en los lugares donde nadie te arroje a la desinformación. Púlpitos de fin de semana donde la boca escupe lugares comunes por donde debes ir. Romper las pantallas que endiosan al que se ofrece a ser lider, sin complejos, sin vergüenza

Radio dragonio, debilidad fraguada con columnas de encuentros, para sustentar futuos

"Analizando Bajo el signo de la esvástica, unos textos en los que el periodista Chaves Nogales narra su visita a la Alemania nazi en 1933, se pueden encontrar algunas de las claves más importantes para entender la impunidad con la que unos locos exterminaron a millones de personas. Para mí, la más importante fue el silencio de los que no compartían las ideas y la forma de actuar del movimiento nazi. La gente que no aprobaba pero permitió. Los que dejaron que el discurso xenófobo creciera a sus anchas sin pararlo. Fue esa normalización de la aberración la que permitió el Holocausto.

Miro a mi alrededor y tengo la sensación de que la historia se repite. El discurso antimigratorio crece con rapidez, en todos los entornos. El que ataca al que menos tiene grita demagogias, expande mentiras y tópicos, sin encontrar resistencia enfrente. La supuesta gente de bien, que no desea mal a nadie, no se atreve a defender los derechos humanos argumentando que no saben, que las migraciones son un tema complejo. Y lo son, salvo para los que quieren acabar con inmigrantes: parece que ellos sí que lo entienden todo perfectamente".
 

Sembrar limpieza y nuestra desaparición

las bombas caen con efectos retardados, para pusilánimes
ya decidieron dejar de ser inmediatas, para asustadizos
400 sustancias nocivas, campan para comernos sin luz
cuatrocientas gateras, pon donde fluir cánceres retardados

Y sin embargo, me dan dosis de homeopatía en bandera,
no hay ni tan siquiera un punto de encuentro a la vida
si, la lucha del poderoso es capitaneada por Crispados
amantes de robertos de puños en astas de palos dorados

¿Por qué volver una y mil veces a proclamas narcisistas
si me llama el encuentro a conocer venenos a estirpar?
¿Dónde me llevas, que te hayan conducido a oscuras
si las plazas, son asientos para descansar caminos?

Acusar al otro, que soy yo en su acera, para aliviar a los aquellos
Aunque mamemos platos sin tacha; beso conversar conocimientos
liberar los campos, sus plantas, animales de exterminios impólutos

Si ellos, en luchas, para plagicidar al otro, nombrado enemigo
no consiguen aunar nuestras pequeñas islas, ante los titanics
convirtámonos al menos, en icebergs afilados, donde, duden

Agoreros, Un patriota pérdido

Nace de nuevo, un día, el hombre que fue señalado, sin él saber nada
Terminaron de destruir todo, martillazos sobre sus hechos, ¿apátrida?
Y sale, salen, con rumbos, siempre marcados, a escenarios para odiar
salpica espumarajos, sobre los males a suceder, él que no reconoce ser

Sin bandera, la que le gusta enseñar más grande, más suave, la pierde
fuera de su tierra; No es gruesa, no llena, los huecos de sus navajazos,
sólo penetra en huecos baldíos de seres acartonados en estereotipos
de salivazos lubricantes que no tienen más movimientos que asereje

Lugares comunes para actos de la vergüenza siempre apadrinados;
siempre enmascarados por letras impunes, tintas negras en sobres;
elevado para ser un titere, risueño, para portadas ibexfabricadas.
Te vas, sin honra, tiburón para el débil; asediado sin tus espiritus
que carroñaron todas grandezas, comidas en bajezas sin tikismikis

Banderas agitadas

Oh, oh, oh eres grande y único,
ya, ya, ya, compras mi pantalla
Ey, ey ey, abrazo a tu aceptación
ey, ya, oh, no mires a tu alrededor
guay, guay, guay, si no descubres de quien no hablo:
oooooola para que patriotas, exilien tus dineros
buuuuh, si las bombas, nos las ves con metralla
que, oh, oh, oh, hiere a los inmigrantes, sin aliento

Aahhhhhhhhhhhhh, sin banderas, los táhures privados
no tapan sus extensos sobreprecios,
ya, por favor, hablar de comunidades, malas, me ven

Ehe, ehe sin himnos, sus valores universales celestiales
quedan impúdicos, por sus odios, desprecios, sin sentidos
vamos, ponerlos más altos, sino, mi rabia rechina ciega

¿Dónde está mi casa?

Residui theatre, ayuda a plantearnos preguntas

Y me protejo con orden, en su representación sarcástica
y a ella, le doy la violencia, para que mi mente descanse
mas a mi lado, alguien acaricia mis muros, soy un dios!
yo? creé paredes a los de fuera, ando encerrado, débil-
A cada golpe al negro encadenado, veo risas poderosas
sale sangre, pero no encuentra los millones evaporados
se parten huesos, como las estructuras que son asaltadas
salen gritos;  de los despachos carcajadas, ¡nos creen!
miran flamear banderas, tienen enemigos, ¡no siguen!
Difícil amasar encuentros en vías paralelas cercenadas
Habitaciones en colores, para taladrar el orden opresor