Hola Antonio,
Ya ves amanece un domingo y te seguiré descubriendo cada uno de mis siguientes días. Ha sido rara, mientras iba profundizando mi atención a tus maravillosas viñetas con la ayuda de mentes que empiezan a preguntarse; en tu Bilbao querido, con tu Athletic de por medio, y como excusa, hemos oido el martilleo de cerebros que han decidido automatizarse, vaciando su capacidad de razocinio para dejar paso a un inmenso pulsador de si y no, bueno y malo, amigo y enemigo, patria y extranjero, con su repiqueteo sobre los bancos que eran para encuentros, van taladrando los tornillos que nos soportan los armazones donde hablarnos y escucharnos.
¿lo más duro de esos seres violentos? la justificando de los suyos. Son nuestros y por eso les defiendo aunque exhalen odio, aunque nos entierren en círculos dantescos. Dice Dylan que son los seres arietes utilizados por los poderosos.
Así es, energía artificial de gimnasio con pesas de material de odio. Engrandece músculos, perfila contornos y bebe brebajes de bombas racimo con trozos de palabras inconexas, envueltas en brillantes telas para la embestida. Existen, cada vez más, el lujo de sentirse en cada ciudad defensores viriatados de esencias nacidas en tuberias de desagües atrancados.
Son aspirantes a nuevos guerreros de lo cotidiano amansado. Amos juegan con cadenas de longitud a morder al otro que molesta. La sangre ondea gotas de fidelidades encorvadas.
Leer, leer y leer. ¡Cuántos nos los recordabas! ¡Cuánto lo echo en falta cuando un día de estos no puedo acompañar a Ana Frank en su encierro que nos muestra lo que hacemos en la falsa estancia en la que escondemos a los migrantes!
Hoy, nos ha dado con tu compromiso de años, la invitación para compartir conocimiento con periodistas como Javier del Pino y Jordi Évole. Vernos humanos para dignificar desde el respeto
Ya ves, a la locura del odio para el miedo, nace vida en la que engedrarnos acción
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