No se da cuenta, ya chilla
ofendida oía, no escucha
sus oles al menosprecio
los jaleaban en ibexvoces
Expelían trompetas esas diatribas
más su viento, ya, alimentaba ojos
recitaba posibilidades, feliz arrullo
se escuchaba fuera de chiringos,
ahora exudan silentes corruptelas,
antes aparcadas sin juicio social
Noches sembradas de manos
pies desamordazaban costumbres
¿te ofenden las palabra puñales,
tanto como trincaron tonsados?
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