domingo, diciembre 20, 2009

Acción o inacción

Me ha llegado por dos canales, un escrito de Arturo Pérez Reverte, acerca del odio a los políticos. Chechu, en vídeo, en la calle, en los bares, nos quiere despertar, darnos en la espinilla para no conformarnos.
En una contestación, me razoné el porque no creo en lo que dice Pérez Reverte. ¿Por qué sólo el político malo?, ¿Y nosotros?, cada uno de nosotros, quienes queriendo vivir mejor, nos endeudamos por una casa para toda la vida, porque sus vendedores nos hacen sentir dioses. Nosotros, quienes admitimos que jóvenes se encierren, para ganar dinero, por verles; nosotros, quienes queriendo dar una mejor educación a nuestros niños, no por llevarles a mejores centros, si no porque estos tienen la capacidad de quitarse los problemas y lo admitimos porque salimos beneficiados.

Susan George "el pensamiento secuestrado", Bly, " 10 días en un manícomio", nos presentan la capacidad de adaptación en sus discursos, en sus presentaciones, de los que tienen el verdadero poder, el económico, y por eso el político y el religioso para lanzarnos mensajes que nos alejen de nuestra capacidad de razonar, incluso poniéndose nombres, ampulosos y tramposos: "libertad, conocimiento, verdad" son coletillas utilizadas por los tiranos del poder. La segunda autora en sus libro nos habla de las miserias de los que dominan un centro de salud mental y esos seres "normales", tienen la sensación de poder, de ser dioses, al masacrar al débil. Y sólo los cambios vienen por acciones extraordinarios

Me da miedo que siempre mis razonamientos me lleven a la inactividad, eso si que sería grave. Busco acciones, tan positivas como las de ayer en el rincón del lento. Acciones como el día a día de los chicos del Patio Maravillas que aportan soluciones para seguir adelante, aunque la justicia les traten como proscritos, por meterse en un espacio concebido como espacio público que previamente se había entregado a especuladores.

Las propuestas como la tasa Tobin, como ideas de Greenpeace, las va aceptando primero un grupo de seres comprometidos con la vida, luego terminan aceptándolas gobiernos y por desgracia, por mucha desgracia, cuando estos tiran para adelante, la gente "de bien" que se adapta, que se mimetiza para ser una persona de la sociedad, ante esa situación proceden a intentar comprenderlas, cuando antes habían seguido las directrices de los bien pensantes, poderes religiosos, económicos, políticos. Si alguna vez, quisieran despertar, se darían de bruces con la cruda realidad, aceptan algo que antes situaban en manos de radicales, vagos y pelanas, pero tranquilos, tienen capacidad para seguir las directrices de sus guias y estos, nunca les harán ver las contradicciones de sus actos.

Ahí, ahí está la protesta del día 26. No admitirnos como seres sumisos, vernos juntos para saber que podemos tirar para adelante.

¿Es buena acción que ayer unos "radicales" entraran en un supermercado de Barcelona para dar la comida al hambriento, corriendo el riesgo de ser encerrados, marcados, golpeados. Mientras el "orden", mantiene libre a, poderosos, a seres infámes que han robado amparados por fundaciones que reciben dinero, por ejemplo, de quien va a ser encerrado por saquear un supermercado y a la vez ha sido recibido en palacios, en iglesias; sus señoras visten pieles.

Entiendo el llamamiento para el día 26, pero decirles que estamos despiertos para buscar, para comprender la realidad, no su realidad.

Sólo son pequeños pasos, de percepción de la realidad, pero cuando me "cago" cerca de las cortes, debo saber que mis miserias contribuyen a mantener ese estado.

Demos pasos hacía un sueño, aunque la realidad siempre nos hará topar con la sociedad, las personas que admiten como golpeado y ofendido a quien en sus incendiarias soflamas pone en duda a quienes le cuestionan en la legalidad de sus acciones y trasladé el odio hacía el enemigo.

No las cortes, no son para ser insultadas, en menor medida que la condición humana que se apaga en sus sombras

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