Me reúno con Tenso cabezo, maestro del siniestro, tras arduas reflexiones ha decidido crear un paraiso lleno de ladrillos. Tras arduas reflexiones ha decidido que esté en el Alto Tajo.
Caravanas de casas sumergidas, son montadas, por maravillosos nuevos métodos, sacadas de los pueblos fantasmas del Mediterráneo. Potentes motores cruzan para adentrarse en la Meseta: esos camiones del casi extinguido gasóleo allanan los caminos indómitos, miradores al agua indómita. Se avecina un nuevo estercolero que volverá a ser tapado por tubos invisibles, que nos entretengan otra gran época. ¿Hacía dónde irá la nueva migración de nosotros mismos?
Al doctor siniestro quizá le debiera funcionar los Cabezos
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