Me parece sumamente difícil, intentar comprender unas personas y sobre todo buscar los mecanismos a través de los cuales, se da la aceptación de unos pensamientos, planteados desde la ilógica más cruel, como verdades absolutas.
A cambio el cuestionamiento "del otro", como persona portadora de todas las certezas negativas que se le atribuyen, cierra cualquier punto de entrada a la lógica.
Dolía, hace dos semanas, encontrarme ante la puesta a la luz de la indolencia de ciertas personas, que no cumplen con su tarea en su trabajo.
Cuando utilizando como ejemplo "¿qué le parecía que yo no le avisará de la pérdida de unas tierras, siendo yo el encargado de avisarle?. Comenzó la falta de respeto hacía su interlocutor, sin, por supuesto contestar. Me pareció, primero doloroso, por ser una persona querida, pero después tan irracional esa actitud, que gastaría una vida en encontrar la raíz que hiciera a mi interlocutor, atacarme, desarmarme e incluso, desnudarme, pero con sus razonamientos, no con sus implicaciones.
Siempre digo, que a esas personas no le puedo exigir, ¿o sí?. Me rebelo ante quienes alimentan la irracionalidad.
Un saludo y mucho paleo
No hay comentarios:
Publicar un comentario