Conocer desde el dolor

Leo a este autor. Manuel Chaves Nogales, a través de dos de sus libros "A sangre y fuego, héroes, bestias, mártires de España", editado por libros del Asteroide y ya hace una semana, el primero que cayó en mis manos, "los secretos de la defensa de Madrid", Ed. Renacimiento. Ambos plagado de pequeñas historias que muestran el dolor que impregno los poros de cada uno de los lugares de España. El segundo, con la línea argumental de la defensa de Madrid.

Estos días nos chocan y golpean historias de seres que viven al lado de nosotros, pero que han sido destruidos contra muros de piedras que les ha aplastado desde una asalvajada humanidad, ante esas dolorosas acciones se nos derrumban las paredes de nuestra historia que construimos día a día, Siendo terrible nos quiere aniquilar un periodismo que nos quita la comprensión de una sociedad por hacer, aprovechándose de la incomprensión de actos, que sin embargo nos rodean de multiples maneras, quizás con resultados tan inmediatos como contundentes pero si de ataque a la convivencia en la que nos hallamos marcados
.
Si el periodista para el conocimiento, Manuel nos muestra a una joven que cuando va a denunciar a un poderoso, descubierto haciendo todo lo posible para que caiga la República, ella se para en choc, horrorizada, al ver la muerte ajusticiada, en la forma de un ser humano y cambia de idea y como una diosa, decide dar valor a la belleza de la vida y regresa para dar libertad a alguien del que sabe que no actuaría igual y del que ya no tiene una visión idealizada.

Hoy, en nuestros días, alimañas sin entrañas tratan de que focalicemos nuestras rabias en los autores inmediatos de crimenes descorazonadores. Y nos piden el silencio cómplice, cobarde de ese jefe falangista que no es capaz de defender a quienes debe la vida y nos imaginamos sus posteriores diarios éxitos en estos seres sin dignidad, como oímos ensalzados a vencedores de una sociedad escaparate, que nos quiere sucumbidos al odio irracional sobre quienes matan peces de colores, para que nos desgastemos en la irracionalidad que nos produce el dolor inmediato y no podamos percibir, ni responder a tantas cuchilladas sin sangre que se inflingen en esta sociedad desde poderes que nos achuchan para que nos naufraguemos como seres humanos, mientras ellos navegan en sus veleros a los paraisos fiscales con los trapos desplegados de la irresponsabilidad, a la que la sociedad le ha concedido los indultos por mentes amaestradas para las dentetelladas al alimento inmediato

¡Qué duro es encontrarse en la plaza pública derramada en impotencia con los dueños de las saeta que nos conceden  el privilegio de tirar, sólo, a las dianas marcadas por ellos!

Existen Patricias, que desposeidas de los tesoros que encontraron en sus duros caminos, nos enseñan a vivir amando, aunque nuestros pies se hayan anclado en barrizales que nos aplastan los pies. Sus manos de pálpitos limpian los ojos del corazón para vernos creciendo. Amor, dolor, amor para la vida que la regenere, en la que seamos encuentros