domingo, diciembre 25, 2016

Sin cuento

Desapareció el lugar donde estaba Scrooge con su mesa oscurecida por los libros de deudas manoseados por los apuntes que iban siendo renovados cada segundo, eran tiempos de gente atrapadas por las ilusiones empantalladas. Y él, también había tomado ese camino. Exhibir sus ambiciones le habían hecho sentirse como el dueño que se asoma tras la cuesta de las palomas y contempla cincuenta y seis kilometros cuadrados de seres engullidos en sus ilusiones. Por años aquello había sido el clamor de la alabanza por su victoria

Mas hubo un momento que contempló que los seres que debieran quedar yacientes, reían, cantaban y siempre encontraban un momento para el encuentro y un lugar para el placer; envidiando lo no poseido, aquello le producía un desgarrado malestar, pues pensaba que las ilusiones más perfectas y extravagantes que él disfrutaba en muchos momentos, no les debieran ser permitidas a aquellas grises imágenes, tan pobres de capacidades, tan míseros en sus poderes.

Y sí, entonces, transvistió su planta apisonadora para que aparecieran mutantes cabalgando su jamelgos únicos; estos seres serían alabados por hombres mulas con visión unidireccional y las derramas de sus líquidos enjabonados correían por los manantiales, ahora contaminados y atrapados en losas de colores para embozal los miserables sueños de los débiles. La ficción creada le resultó perfecta, había mercurios de picos sinuosos, engreidos de perfectas barras de mantequilla, dorados mediocres dispuestos a arañar en las sobras de los desastres provocados. No había cuento que soportará la adyección de sus glotones creados que se derretirían al sol del tiempo

A su nuevo lugar, elevado en trono, le llamó patria y él enjaulada la palabra, la esclavizó para que proyectará fotos en muros ópacos con músicas sibilinas en altavoces atronadores.

No encontraba cuento triunfante, donde aliviarse, dios enaltecido, aquel que sabía que pese a los ladrillos, por mirillas, atisbaba detrás corazones enlazados, sofocados de pasión capaces de destrepar piedras talladas para atrapar

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