Como maestro en un instituto de la Comunidad de Madrid, de alguna manera me sorprendo cuando se habla de no asustarse ante la Educación Concertada. Por calidad, desde luego no tengo ningún miedo.
Otra cosa, es como presentar la información, no sé si por cuenta del periódico; por mi parte las puntualizaciones irian por el siguiente camino:
- Si quiere llevarse dinero público, desde luego no creo que a la vez pueda segregar alumnos. No pueden crear paraisos donde ellos quieran; esa idea mesianica de buenos y malos, no se debe tolerar con aportaciones públicas.
- Se puede ayudar a la privada para hacerla concertada, pero no se puede ir desinflando la capacidad de autogestión de los institutos públicos. En el claustro del último día, daban ganas de decir al director que aportabamos nuestros dineros, tal era la desatención que indicaba recibía por parte de la administración de la Comunidad.
- Los terrenos que se están dando a entidades privadas, les permite hacer una serie de negocios que no les están permitidos a las institutos públicos
Entonces y habiendo mucha más gente que puede hablar mejor que yo, deciros que la concertada deberá existir en la medida que respete a la enseñanza pública.
Existe un ambiente en la sociedad que no debemos favorecer: lo bueno para mí y lo malo lo pagamos entre todos. (En gran medida en la actuación de forma práctica en la concertada).
Por tanto, cuando existe una queja de la concertada, no es una queja despersonalizada, donde podría parecer injusto el ataque a estas instituciones. Son cosas concretas, esenciales en el desarrollo de la enseñanza las que hacen dudar de ese tipo de modelo.
Aunque os parezca mentira, para mí que vivo en Guadalajara, la acción de gobierno de la Junta de Comunidad, de realizar en prensa, muy de vez en cuando un apoyo explicito a los profesores, te hace sentir valorado. Eso, nunca lo he visto ni oido en Madrid
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