Abro, mi cajón, aireo todo lo que guardo, y por miedo a apolillarse lo expongo no en el patio de luces, sino en el balcón principal:
A.- Construir casas, es una forma de generar riqueza. Se construyen puertas, armarios, terrazas; se utiliza madera, hierro, polyespan, cerámica; se ponen griferia, camas, mantas, baldosines. Nos planteamos tener otras casas, otros viajes, otros estudios, otros médicos. Hemos creado la gran bola.
- Anécdota. Cuando, los seguros médicos, ven próxima nuestra decadencia, aunque llevemos 50 años pagándoles y generandoles riqueza, nos subirán la prima un 20 % al trimestre, porque les generaremos más gastos. (programa de radio de sábado día 24 de Enero de 2.009, entre las séis y las siete de la mañana).
Tendremos un consuelo: los anuncios televisivos de esa saneada compañia seguirán contando con una hermosa enfermera dispuesto a hacernos la vida más fácil. El atracado pensaría: "¿todo por la pasta?" o "¿coge el dinero y vuela?"
- En el colegio tratamos de aislar a nuestros sueños futuros de los elementos indeseables "sin pasta y sin recursos", no sin vida. Somos capaces de encerrarnos y de endeudarnos por un sueño aislacionista. No nos importa la educación de nuestros hijos, sólo separarles del "otro". Anécdota:
¿Potenciales usuarios de la genesis de esas urbanizaciones tan aisladas como exclusivas, donde nos ofrecen aislarnos del otro, miedo acogido a una falsa seguridad controlada?
- Las maravillosas cajas, sin regulación, cuna de sabios soñadores de un mundo sin limites, de un mundo happy: mujeres, windsurfing, playas paradisiacas.
Casino para banqueros, dueños de esclavos que cayeron en sus redes de casas, viajes, seguros exclusivos, escuelas más exclusivas.
Robert Yates y la película "Revolutionary road" fruto de un libro suyo, lo denuncia y rompe las cadenas en la ficción. Personas llaman a romper la sociedad, miedo a que ellos sean parte de los sabios demandados o miedo a la elección de sus sabios que arreglen todo.
Estados que acogen las deudas de las codicias para solventarlas. Cajas socializadas en las pérdidas; pagadores cegados, deambulan, silenciosos, buscando agujeros en su propia red, que les dé oxigeno; sin embargo, siguiendo ahí, victimas de agitación de mensajes señuelos, equivocando la búsqueda de falsos culpables
- Ambiciones lejiadas, acaparadora y extensora de todos los señuelos posibles a los habitantes de la ciuda de Mahoney, ocupados en imaginarios mundos, delegadores de voluntades.
Así mismo estos esclavos de seres mafiosos que en entrañas de ventriculos esconderan sus verdadera voz apenas apagada: tontos, creen que pienso en ellos, deleznables humanos, YO, maravillosa.
El despertar rodeado de culebras cuando creistes dormir con una miss, es ¿asqueroso? ahora, también antes.
sábado, enero 24, 2009
viernes, enero 23, 2009
Ciudad verde
Bonitas palabras, bonitas imágenes, sin sentido revestido. Un anillo verde, si es por fuera, ¿cómo va a interconectar con otros puntos de la ciudad?.
Abrir caminos en la ciudad, es respeto al otro, cualquiera su medio de transporte.
El ritmo de la bicicleta no es el de la competición, es el ritmo de la cadencia del que compra, del que debe trabajar toda una jornada con esa ropa, del niño que se puede desplazar, sin marchar a una aventura. La bicicleta es para ser respetada, pero también tiene un compromiso hacia los demás, no crear riesgos imprevistos es una máxima.
Los parques, los anillos se abren a las personas que andan, que corren, a personas que pasean en bicicleta al ritmo cansino que le acercan a los olores de los parques, a las colores de los otoños, a las sensaciones del invierno.
Estamos descubriendo que nos sometimos a los coches, por la rapidez, por la comodidad, por sueños pero nos escapamos de nuestra realidad y nuestra sumisión es al "jefe" gasolina, a atascos adormideras, a los puestos de trabajo que creaban.
Ahora, tras sus años de "reinado", cuando el foso de su castillo se les ha abierto también a ellos; reclaman "porque dan trabajo". El sentimiento hacía esos dictadorzuelos que tanto daño nos hacen sería el de desprecio; el de responsabilidad hacia lo que nos rodean es ayudar, pero exigir que no nos trasladen a "otros sueños, a otros cañones únicos, a otras selvas salvajes". Queremos que investiguen porque existe tecnología para derrocar unos de los dictadores "la gasolina".
Y en este contexto, pedimos que el esfuerzo de nuestros políticos no es para hacer anillos, ni sortijas, es para que en la ciudad nos respetemos, porque hemos descubierto que el coche es otro Ciclope con pies de barro. Y no queremos estar encerrados en el miedo. Sólo en el conocimiento y en el respeto
Abrir caminos en la ciudad, es respeto al otro, cualquiera su medio de transporte.
El ritmo de la bicicleta no es el de la competición, es el ritmo de la cadencia del que compra, del que debe trabajar toda una jornada con esa ropa, del niño que se puede desplazar, sin marchar a una aventura. La bicicleta es para ser respetada, pero también tiene un compromiso hacia los demás, no crear riesgos imprevistos es una máxima.
Los parques, los anillos se abren a las personas que andan, que corren, a personas que pasean en bicicleta al ritmo cansino que le acercan a los olores de los parques, a las colores de los otoños, a las sensaciones del invierno.
Estamos descubriendo que nos sometimos a los coches, por la rapidez, por la comodidad, por sueños pero nos escapamos de nuestra realidad y nuestra sumisión es al "jefe" gasolina, a atascos adormideras, a los puestos de trabajo que creaban.
Ahora, tras sus años de "reinado", cuando el foso de su castillo se les ha abierto también a ellos; reclaman "porque dan trabajo". El sentimiento hacía esos dictadorzuelos que tanto daño nos hacen sería el de desprecio; el de responsabilidad hacia lo que nos rodean es ayudar, pero exigir que no nos trasladen a "otros sueños, a otros cañones únicos, a otras selvas salvajes". Queremos que investiguen porque existe tecnología para derrocar unos de los dictadores "la gasolina".
Y en este contexto, pedimos que el esfuerzo de nuestros políticos no es para hacer anillos, ni sortijas, es para que en la ciudad nos respetemos, porque hemos descubierto que el coche es otro Ciclope con pies de barro. Y no queremos estar encerrados en el miedo. Sólo en el conocimiento y en el respeto
yo, individualista, espero que social
Es una época bonita. Conocer gente interesante e implicada en actos hacia la sociedad me produce satisfacción. Me llega un mensaje de un "soriano cabreado", lo leo; me gustaría tener facilidad para explicarle que no, que no.....que nuestra condición de ser humano, nos hace, a veces ser sabios, a veces ser menos sabio, pero sobre todo nos ata a comportamientos en unos y otros, que no tienen nada que ver con la posesión de la sabiduria
Leo, la crónica de Carlos Boyero sobre "revolutionary road", creo que es la contestación a lo que quiero expresar, a lo que intenté reflejar en el anterior escrito.
El ser humano, sólo, se enfrenta en su "ser", a todo lo que le rodea, recubierto o de podedumbre o de alhajas, de oscuros o claros, silencios o fanfarrias. Percibe brillantes acciones, ideales, revestidos de "bellezas"; siempre estos caminos se nos insinuarán, abiertos, de cuadruple vias, nunca percibiremos que tan sólo es en su entrada y primeros kilómetros. Luego, quizás muy tarde, pero quizás muy pronto, todo se estrecha, se reduce, se hace sinuoso, torpe. El camino está emprendido y el regreso cortado.
Debemos seguir avanzando, sólo queda eso, por nuestros errores o errores de los otros y como humanos nos queda redirigir nuestros pasos; si no reflexionamos o seguimos ofuscados con los diferentes dioses, para hacer más grande el paso al abismo; tenemos la opción de parar o trazar caminos que podamos seguir con nuestras manos, nuestros medios, nuestras verdades.
En las areas de descanso de nuestra vida, podemos intentar buscar culpables: es este gobierno, son los sindicatos que ahora se callan, es la monarquia, producto comercial de unas tierras.
La búsqueda, tiene que estar en nosotros, el como vivimos cada uno y en como gente como nosotros, sin el poder de los pokeros o de los fulleros hemos caido en su red tejida con los hilos de las hipotecas, de los coches caros, de los viajes de ensueño, de los políticos promesas.
Buscar la sabíduria, es algo personal, los medradores, los salvadores tienen sus propios cielos, sus paraísos y nos deberemos adecuar a ellos. Hallando, en el silencio que hemos eliminado, cuando la oscuridad llega, la luz que debe aparecer será con la sola energia que en realidad poseemos, sin esperar el azul en la noche, el oceano en el desierto, el bosque en el Everest.
Lo siento soriano, no quiero romper el mundo, porque este esta lleno de personas individuales, con sus necesidades, sus ideales, ajenos a mí, en la mayoría de los casos. Me produce desazón el ver como hemos caido en las redes del ansia, de la estúpidez, pero no soy ariete, quisiera ser reflexión para que quienes me rodean, supieran que los cielos son bellos, pero los itacas sólo los conseguiremos con nuestro barco fabricado de nuestros carrizos; existen maderas nobles, lucen brillantes, pero han sido cortadas, ya no tienen vida y sólo podemos esperar que de su actual poder vaya a peor.
Un día especial, para pensar, para transmitir, para abrirse a gente que tiene nuestros ideales. Para abrir nuestras vidas, entre la maleza a la luz. Descubramos lo que somos, descubramos quienes al guiarnos, nos llevan a los arrecifes o a los acantilados, y emprendamos otros viajes, ignorando falsos faros.
Leo, la crónica de Carlos Boyero sobre "revolutionary road", creo que es la contestación a lo que quiero expresar, a lo que intenté reflejar en el anterior escrito.
El ser humano, sólo, se enfrenta en su "ser", a todo lo que le rodea, recubierto o de podedumbre o de alhajas, de oscuros o claros, silencios o fanfarrias. Percibe brillantes acciones, ideales, revestidos de "bellezas"; siempre estos caminos se nos insinuarán, abiertos, de cuadruple vias, nunca percibiremos que tan sólo es en su entrada y primeros kilómetros. Luego, quizás muy tarde, pero quizás muy pronto, todo se estrecha, se reduce, se hace sinuoso, torpe. El camino está emprendido y el regreso cortado.
Debemos seguir avanzando, sólo queda eso, por nuestros errores o errores de los otros y como humanos nos queda redirigir nuestros pasos; si no reflexionamos o seguimos ofuscados con los diferentes dioses, para hacer más grande el paso al abismo; tenemos la opción de parar o trazar caminos que podamos seguir con nuestras manos, nuestros medios, nuestras verdades.
En las areas de descanso de nuestra vida, podemos intentar buscar culpables: es este gobierno, son los sindicatos que ahora se callan, es la monarquia, producto comercial de unas tierras.
La búsqueda, tiene que estar en nosotros, el como vivimos cada uno y en como gente como nosotros, sin el poder de los pokeros o de los fulleros hemos caido en su red tejida con los hilos de las hipotecas, de los coches caros, de los viajes de ensueño, de los políticos promesas.
Buscar la sabíduria, es algo personal, los medradores, los salvadores tienen sus propios cielos, sus paraísos y nos deberemos adecuar a ellos. Hallando, en el silencio que hemos eliminado, cuando la oscuridad llega, la luz que debe aparecer será con la sola energia que en realidad poseemos, sin esperar el azul en la noche, el oceano en el desierto, el bosque en el Everest.
Lo siento soriano, no quiero romper el mundo, porque este esta lleno de personas individuales, con sus necesidades, sus ideales, ajenos a mí, en la mayoría de los casos. Me produce desazón el ver como hemos caido en las redes del ansia, de la estúpidez, pero no soy ariete, quisiera ser reflexión para que quienes me rodean, supieran que los cielos son bellos, pero los itacas sólo los conseguiremos con nuestro barco fabricado de nuestros carrizos; existen maderas nobles, lucen brillantes, pero han sido cortadas, ya no tienen vida y sólo podemos esperar que de su actual poder vaya a peor.
Un día especial, para pensar, para transmitir, para abrirse a gente que tiene nuestros ideales. Para abrir nuestras vidas, entre la maleza a la luz. Descubramos lo que somos, descubramos quienes al guiarnos, nos llevan a los arrecifes o a los acantilados, y emprendamos otros viajes, ignorando falsos faros.
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