martes, septiembre 12, 2006

una voz, un millón

¿Quién nos ha obligado a renunciar a nuestro propio mundo?.

Hemos aceptado que nos puedan felicitar las ferias, las navidades, entes, constructores sin sentimiento, ¿a cambio de...?. No somos ya nosotros. Son ellos, los que producen riqueza, porque la mayor partes les pertenece, lo que crean trabajo (aunque sea precario y pagando lo mismo que hace años); de esta manera, el obrero no interviene en el criminal incremento de los precios. Ellos imponen los precios y encadenar al ser humano por años. Se muestran saciados de un manantial mediterráneo y tra ello, primero, anunciar su próximo objetivo, luego lo quemán y después a seguir saciándose.


Ellos de todas maneras, no me importan ¿Por que hemos renunciadosa nuestros ideales?. Seriamos capaces de entrar en un juego, donde saciaramos a nuestros hijos con riquezas en forma de coches caros, y apuestas deshumanizadas que conviertieran a nuestros vástagos en verdugos de personas inocentes?.


¿Quien dijo que aceptaramos lo dicho por determinadas personas?. No son la Iglesia. Existen personas como el abad de Montserrat que acepta esa dicotomia(bueno-malo, unidad -bueno, malo-aceptar al otro). El mismo papa, no acepto ser ariete de posiciones extremas. Tuvo exquisito cuidado en respetar a todo un pueblo.

Es un ser querido menor a un ser vendido. ¡¡cuanto dolor!!

No hay comentarios:

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y