Ahora ya con veintitres años, metido en la rueda del dinero, empiezas a reflexionar y te necesitas a tí.
Hasta ahora, te has insuflado vida con lo que otros opinan de tí. Has querido satisfacer a quien te lanzaba grandes alabanzas. Hoy has descubierto que como los peces que pescas en el mediterráneo. Tu eras el cebo, el magnifico cebo que les hacía engordar.
Su propia riqueza era su objetivo. Hoy, me pareces más humano, Me había dejado de interesar verte en todos los partidos como si fueras único, genial.
Hoy sé que tienes que recuperarte, que debes pensar en tí. Si vuelves a la cima, magnífico, pero si eres más de tí mismo, sin pensar en ser magnífico para los demás, habremos ganado una persona y eso, es aún mejor para la sociedad.
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