Transcurren los días, abstraido por el trabajo y por el ocio de la carrera.
Lenguaraces personajes públicos, votados y entonces ¿democráticos? y es más, ¿sabios?, arropados por los microfonos que peanizan, tienen la verga preparada para encular con frases aproximadas del tipo: que no tienen historia, que están inmaculados de cualquier rasgo de violencia, ellos que apoyan su estatus en un pasado que incluso podría no ser primoroso. Siempre han tenido su público, incluso entre quienes sin posibles, tratan de pedir al socialismo la solución a todos sus males, conformándose y adormeciéndose en otros momentos.
Tratan de darnos las equivalencias de nuestros pensamiento. El Bien y el Mal:
Repsol es buena, (siempre España) porque es española, aunque en Argentina y Venezuela estuvieran con ganancias 100%, que cuando los gobernantes de aquellos paises quisieron poner orden, esta empresa acepto seguir en aquellos paises con una dejación de ganancias del ¡¡¡80%!!!; aquí en nuestra amada patria el tema se saldo con algún insulto patrio hacia aquellos feroces dictadores que dañaban el libre mercado y por supuesto, nuestras buenas intenciones.
¿Esos Demócratas Imperiales han calculado alguna vez, cuantos emigrantes hubieran dejado de venir si esas ganancias hubieran sido para los habitantes (problema) de aquellos paises y no para los jerarcas corrompidos por primas dadas por nuestros publicitados patrocinadores de los moteros alados siempre buenos?
Podría producir vergüenza ajena, oír la defensa de la intervención del estado por parte de pecunarios sermoneadores para soportar los desvarios de los antropofagos gigantes ahítos de dinero, que han provocado esta hecatombe en la que nos hallamos; pero sería como pedir que tuviera dignidad y saliera silencioso pero rápido estos dos ultimos meses de su presidencia, un personaje "histórico" que ni los propios correligionarios del partido republicano han querido ostrar en las pasadas elecciones. Ni este, tuvo y por lo tanto, tiene más dignidad que su perro mordedor; ni desde ningün sitio se le pide responsabilidad a empresas que por su forma de actuar han atacado a un pais, de forma infinitamente más grave que los denostados antisistema.
Busco formas gráficas de comparar el daño de miles antisistema embutidos en sus uniformes han podido hacer al sistema capitalista y en la comparación lo más próximo que encuentro es que si mi amigo Castilla ha subido a montañas cercanas, 6.900 metros, al Everest; luchadores por la integridad del ser humano como Carlos Palomino, asesinado hace un año por fascistas, no llegarían ni al campo base a 4.000 metros y sin embargo, los fanáticos nombrados y los fanáticos del libre mercado habrían hecho un socavón a al propio sistema que defienden del mismo tamaño que el Everest.
¿Qué ocurre? la mayoria de la prensa, como dice hoy Vidal Beneyto, sólo se hace eco de lo que le interesa y obvia informes de Attac, de Chomsky, de Klein que con datos veraces rebelan las incongruencias en las que vivimos.
Enculados estamos, para la semilla de la fecundación, la debemos buscar en nosotros mismos. El análisis, la capacidad de pensar es sólo nuestra y el ser humano descubridor quizás puede ser denostado desde fuera, pero siendo él, el fruto es sabroso, aunque doloroso, por la constancia del poder obscuro, como dirían en el cine.
¿Seré radical, por reflexionar?